El atractivo de Madrid para los clientes más premium es un hecho. El negocio del lujo ha experimentado una verdadera eclosión en la capital durante los últimos meses, motivada por la llegada de turistas y residentes extranjeros del más alto poder adquisitivo. Un fenómeno que también se ha notado en el ocio nocturno, donde cada vez existe más oferta especializada en el cliente con los bolsillos más selectos.
Prueba de ello, como relata Cinco Días en un reportaje, es el desembarco en Madrid de una de las marcas dedicadas al negocio del ocio nocturno más famosas del mundo. Se trata de Toy Room, adquirida por el Grupo Pachá en 2021, y que cuenta con sedes en las zonas más lujosas de Dubái, Mikonos, Roma, Delhi o Ibiza.
Una parte diferencial del negocio del ocio nocturno de lujo es la variedad de servicios contenidos dentro del mismo espacio. En el caso del Toy Room de Madrid, el club cuenta con varias salas VIP privadas con Netflix o videoconsolas, un pinchadiscos en el baño e, incluso, obras de arte entre su mobiliario.
Además, el trato al cliente es un aspecto fundamental para satisfacer a los consumidores más pudientes. “Soy muy exigente con el servicio al cliente, con cómo mi equipo habla ellos. Pienso que cuidar bien al cliente, que al final es el que gasta dinero en tu club, es lo mejor que puedes hacer. Y hay que darle un servicio completo”, explica en el reportaje el dueño del club.
En este contexto, las salas de ocio nocturno que, de forma tradicional, atraían al cliente de lujo se han visto obligadas a renovarse para adaptar sus modelos de negocio al nuevo consumidor internacional. Es el caso de discotecas como Fortuny, ubicada en un palacete francés de XIX junto al Paseo de la Castellana.
Madrid se convierte en un referente para el negocio del lujo
Las cifras de ventas a ciudadanos extracomunitarios son el indicador clave para mostrar el enorme crecimiento del negocio del lujo en Madrid. En este sentido, la capital ha conseguido aventajar en diez puntos a Barcelona, la principal ciudad competidora y líder del mercado en este segmento hasta la llegada de la pandemia.
Así, durante el tercer trimestre del año Madrid sumó el 44% del total de las ventas a ciudadanos extracomunitarios, mientras que en Barcelona esta cuota representa el 34%. Unos datos que suponen una recuperación del 95% en las cifras de negocio de la capital tras la pandemia, y que deja en el 75% los datos para Barcelona.
Aunque la recuperación del sector del lujo en Madrid ya es un hecho, las cifras de este negocio podrían ser todavía mayores para los emprendedores que se adapten y consigan vender desde la capital española a ciudadanos extracomunitarios que todavía no están preparados para viajar al país, como los chinos o los rusos.
En este contexto, una idea interesante es la del daigou. Se trata de una persona encargada de ir a las boutiques más lujosas de Madrid o cualquier otra localidad para comprar por los millonarios y enviar los productos a sus países de origen. Sobre todo, este perfil es contratado por las élites chinas, a las que envían pedidos de hasta 40.000 euros semanales y a los que cobran una tarifa de hasta 4.000 euros al mes.