La comunicación ha de realizarse teniendo en cuenta que la comunicación es un 55% lenguaje corporal, un 38% el tono de voz y sólo un 7% las palabras que se dicen.
Todos adoptamos posturas según lo que sentimos y usamos gestos para refrendar una idea. Para alguien avezado en la kinesia y en la programación neurolingüística, el cuerpo es como un libro abierto a nuestra mente y a nuestras intenciones.
Series televisivas como El Mentalista o Miénteme tratan de como, a través de la observación de los gestos, las posturas y las actitudes de las personas, se puede detectar la veracidad o no de lo que se proclama. De hecho, según los expertos, el 93% del mensaje que transmitimos procede de la comunicación no verbal y el 55% de la efectividad del mensaje está en lo que el interlocutor ve, no en lo que oye, por lo que no está de más que aprendas a reconocer o transmitir algunas de las intenciones más habituales en el mundo de la empresa.
La imagen que hay que dar en los negocios es la sinceridad, la integridad, la honestidad, pero también según las circunstancias nos puede interesar mostrarnos autoritarios o conciliadores. Te conviene tener en cuenta estos consejos para garantizar el éxito en el lenguaje corporal:
Respeta las distancias. El éxito en las comunicaciones pasa por reconocer la distancia ideal. Varía según las culturas, pero se considera ideal los 45 cm. Lo importante es no invadir lo que se llama la zona íntima, ni físicamente ni virtualmente (señalando con la pierna que cruzamos, colocando objetos en la zona del otro). Inclinar el cuerpo o la cabeza hacia delante se percibe como una agresión. Este respeto es fundamental para no predisponernos en contra de nuestro interlocutor.
Juega con la mirada. Ésta es un reflejo del alma y un mal uso de los ojos puede provocar la desconfianza o la animadversión del otro. Como regla general, mira a los ojos (si tienes que mirar largo rato escoge el triángulo que se forma entre los ojos y la frente). No lo hagas de forma insistente, pero no bajes la mirada cuando tengas que realizar una afirmación importante y cuidado con la intensidad del parpadeo.
Sonríe. La sonrisa es un liberador de adrenalina, descarga tensiones y relaja el ambiente. La sonrisa eficaz debe ser franca –acompañada de los ojos– y cálida, y mejor ligeramente entreabierta (que se vea la fila superior de los dientes).
Créete lo que dices. Y tu cuerpo transmitirá veracidad y credibilidad. La inclinación de la cabeza hacia un lado se percibe como un gesto de interés hacia el otro y de predisposición para alcanzar algún acuerdo. En definitiva, evita aquellos gestos que pueden considerarse agresivos y desprende confianza a través de un fuerte apretón de manos, una mirada directa y franca y una sonrisa amable.
Consejos para mejorar tu lenguaje físico
Manuel Pimentel y José Lazaro abordan en su libro Escuela de oratoria (Empresa Activa) las claves para hablar eficazmente en público, entre ellas, la gesticulación y la forma de moverse ante un auditorio.
Aunque los autores de este manual afirman que «la gesticulación y la forma de moveros tiene su importancia» (de hecho, existe toda una ciencia que estudia el lenguaje del cuerpo), recomiendan no obsesionarse con ello: «lo mejor es la naturalidad». Aun así, nos ofrecen algunas pautas básicas a tener cuenta, como que «es mejor hablar de pie que sentado, se atrae más la atención de la audiencia y se transmite naturalidad» y los siguientes aspectos a tener en cuenta:
Las manos
1. Mostrar las palmas de las manos se asocia con sinceridad, honestidad y confianza.
2. Esconder las manos, rascarse la nariz o la boca delatan falta de sinceridad o engaño.
3. La palma hacia el suelo denota poder.
4. ¡Atención al índice estirado!, es acusador y puede resultar insultante.
5. Agarrarse con fuerza al atril o al micrófono, meterse las manos en los bolsillos o cruzar con fuerza los brazos exterioriza tensión.
6. Evitar la gesticulación excesiva y nerviosa o situar manos y brazos por encima de la cabeza.
7. Mejor mantener las manos siempre a la vista, entre la cintura y los hombros.
8. El puño cerrado a la altura del pecho refuerza una aseveración.
9. Abrir los brazos y mostrar las palmas apoya la convicción en el concepto.
Los pies
1. Los pies deben situarse en paralelo y hacia delante, no cruzarlos ni siquiera cuando estéis detrás del atril.
2. Cruzar piernas y brazos cuando se esta sentado transmite cerrazón al diálogo o a la participación.
3. Las piernas separadas, de pie, reflejan una clara intención de dominio.
La postura
1. De pie se estará erguido, con la espalda recta, sin sacar pecho ni elevar los hombros, así facilitaremos la respiración.
2. La barbilla debe quedar paralela al suelo para permitir la entrada al aire y facilitar la voz.
3. Si estáis sentados, hacedlo sobre la primera mitad del asiento manteniendo la espalda recta.
Tus interlocutores
También debes conocer cómo es la comunicación no verbal de tu audiencia. «Es un indicador que permitirá al orador ganar confianza en sí mismo o modificar aspectos de la presentación sobre la marcha», apunta la gúia práctica del IGAPE Aprende a hablar en público. ¿Qué te interesa saber en concreto sobre sus gestos?
1. «El lenguaje corporal está condicionado por muchos factores; es decir, los brazos cruzados pueden significar una actitud defensiva o simplemente que la persona es fría (por eso se recomienda buscar información previa sobre los miembros del auditorio)», explican.
2. «Además de los brazos, la posición del cuerpo o las manos pueden ser indicadores de grados de apertura del interlocutor», continúan.
3. «Adoptar la misma posición corporal que el orador y asentir moviendo la cabeza son los síntomas más evidentes de alianza con el emprendedor y su exposición. En este caso, se recomienda buscar a estas personas para apoyar en ellas la exposición y ganar así confianza al principio de la exposición (se recuerda que luego es recomendable cambiar la mirada de una a otra persona)», añaden.
4. «Si se ven signos de apertura, implicación y comportamiento aliado, el emprendedor estará preparado para resistir el turno de preguntas y conseguir objetivos de la exposición. La evidencia de lo contrario indica reservas y puede ser una buena idea tratar de explorar las áreas de resistencia para poder abordarlas (por ejemplo, insistiendo con el contacto visual o profundizando en la explicación cuando se perciban estas evidencias)», concluyen.
Si quieres potenciar tus gestos no verbales, échale un vistazo a este artículo.
Si tienes miedo a hablar en público, aquí tienes algunos trucos para superarlo y algunos consejos para ganarte al público antes de empezar.