“Desde que empezamos en 2003, nos han hecho muchos ofrecimientos para fabricar allí y siempre los hemos rechazado, porque no nos fiamos de la calidad que nos dan. Visitamos muchas fábricas y ninguna nos dio las suficientes garantías de seguridad y calidad para fabricar nuestras pistas de hielo. Siempre hemos fabricado en España y Alemania”, recuerda Ortiz, que sostiene que el gran desafío para ser competitivo es fabricar con calidad.
Este empresario sevillano, con una gran experiencia en mercados internacionales, se muestra crítico con la competencia desleal que se produce en China y afirma que “la única opción para que no nos acaben comiendo es que los derechos humanos se impongan allí para que dejen de trabajar en condiciones infrahumanas y sueldos miserables”.
inversión en ‘know how’. Ortiz explica que los fabricantes chinos, para combatir la mala imagen que tiene el ‘made in China’, están comprando marcas en lugar de invertir en tecnología: “Están invirtiendo en países, en know how y, sobre todo, comprando marcas de reconocido prestigio, a las que acabamos comprando nosotros”.
No obstante, Saúl Vázquez, presidente de la Cámara de Comercio de España en China, Sur de China, afirma que el país asiático sigue siendo la fábrica del mundo de muchas industrias y en mucho volumen, “si bien la tendencia es que cada vez vayan hacia una producción más especializada y competitiva, no sólo en precio sino en calidad y diseño”.