Aunque pueda parecer una cuestión menor, la puntualidad es una norma muy a tener en cuenta en el ámbito laboral. Prueba de ello es que llegar tarde al trabajo de forma reiterada puede desembocar en una rebaja salarial proporcional al tiempo de la jornada que se pierde. Incluso aunque sean cinco minutos diarios.
Es la conclusión que se extrae de una sentencia judicial de la Sala de los Social del Tribunal Supremo, que ha dado la razón a una empresa que recortó el salario de un empleado por llegar tarde al trabajo de forma habitual e injustificada. “Si la falta de prestación de servicios es imputable únicamente al trabajador, que al incorporarse a su puesto de trabajo se retrasa, no concurre la prestación de servicios laborales que conlleva el devengo de la retribución”, explica el fallo.
El caso de la sentencia comenzó después de que un empleado de una empresa de contact center denunciara ante los sindicatos que había sufrido un recorte salarial tras llegar tarde al trabajo en reiteradas ocasiones. La medida se recogía en la política interna de la empresa, y el trabajador fue avisado con antelación, por lo que el tribunal no ha dudado demasiado en emitir una sentencia favorable para la compañía.
Además de la penalización por llegar tarde al trabajo, el fallo del Tribunal Supremo también recoge el modo de proceder en el caso contrario. Si un empleado sale tarde de su puesto de forma reiterada, la empresa podrá pactar con el trabajador una compensación en forma de descanso, otorgando algunas horas o días de vacaciones adicionales.
Llegar tarde al trabajo, un freno para la productividad
Llegar tarde al trabajo no solo puede tomarse como falta disciplinaria -ya has visto que puede afectar a tu bolsillo-, sino que también es un verdadero freno para la productividad de las empresas. Así que, si eres de los que llegas tarde, es conveniente que te apliques la siguiente frase: “tu tiempo no vale más que le de los demás”.
Puede sonar duro, pero la realidad es que llegar tarde al trabajo puede generar grandes pérdidas en la empresa. Por ejemplo, no ser puntual en las reuniones puede provocar que tus compañeros pierdan el tiempo necesario para terminar un proyecto importante, o retrasar algún compromiso con un cliente, lo que podría desembocar en la pérdida del mismo.
Además, si se atiende al público en horario comercial, llegar tarde al trabajo es, incluso, más importante. El compromiso de un negocio con sus clientes es la atención en el horario marcado. Mantener el establecimiento cerrado en la franja horaria en que debería permanecer abierto es una falta importante, ya que el cliente que se marcha podría no volver a intentar entrar en el futuro.
Por último, desde el punto de vista del empleado, no llegar tarde al trabajo puede tener grandes beneficios. Además de ser una virtud a tener en cuenta por parte de la empresa, respetar el horario laboral permite organizar mejor las tareas diarias y, por tanto, ser más eficiente en el trabajo.