Principales errores en la comunicación que determinan el éxito o el fracaso en el liderazgo de equipos.
Sin una comunicación eficaz, no hay un buen liderazgo, una habilidad especialmente necesaria en los entornos laborales cuando de resolver conflictos o de motivar equipos se trata. Sin embargo, hay líderes que suelen cometer errores de comunicación que no solo influyen negativamente en la percepción que se tiene de sus capacidades sino que generan conflictos donde antes no los había.
“Creemos que sabemos comunicar, y además creemos que lo hacemos perfectamente, pero no es del todo cierto. Hoy en día, algunas empresas han de hacer frente a conflictos entre personas y departamentos por problemas de comunicación y lliderazgo de equipos, que si no se solventan a tiempo pueden llevar mayores problemas”, insiste David Comí, director y formador de Incrementis, que identifica los siguientes errores de comunicación.
«No saber comunicar adecuadamente ni el qué, ni el cómo». Para una comunicación eficaz es fundamental ser preciso en el lenguaje y contextualizar tanto un argumento como una decisión que afecte al equipo.
«Demasiada impulsividad y reactividad». El control emocional se le supone a cualquier líder. Lo contrario, un exceso de emociones que distorsione el mensaje, no ayuda a llegar a acuerdos con objetividad.
«No reconocer el trabajo bien hecho». Error fatal. Hacer lo contrario tiene efectos siempre balsámicos sobre quien lo recibe. Puedes hacer tanto un reconocimiento personal como, si no quieres un implicación directa, del grupo.
«No dominar el arte de escuchar activamente». Un buen líder, sobre todo, debe saber escuchar de forma activa y empática, ponerse en la piel del otro, para después formular preguntas precisas.
«Liderazgo con exceso de hipercontrol y paternalismo». Si el vídeo mató a la estrella de la radio, la era digital mató el liderazgo paternalista. Ni lo intentes.
«Tener equipos en un entorno de desmotivación y negatividad». Para evitar este error es fundamental comunicar con transparencia y convertir los aspectos negativos de un conflicto en retos que se pueden -y se deben- superar entre todos.
«Ignorar cómo realizar una buena delegación de tareas y responsabilidades». Un buen liderazgo es directamente proporcional a la capacidad de su líder de saber delegar. Richard Branson ha montado su imperio aplicando esta máxima. Eso sí, no olvides después hacer un control y seguimiento de las tareas delegadas, un error también frecuente.