Practica las posturas de poder
Además de los gestos, hay posturas que contribuyen a transmitir imagen de autoridad y confianza. Se trata de llenar el espacio que ocupamos. Si estás de pie, mantén las piernas ligeramente abiertas, incluso con un pie un poco más adelantado. Utiliza los brazos, las manos y la cara para enfatizar lo que dices. Si estás sentado, las piernas abiertas o cruzadas en horizontal, en 90º, el llamado cruce americano, también reflejan poder. Lo más asombroso de ese tipo de gestos y actitudes es que no solo influyen en los demás, sino también en nosotros mismos porque potencian nuestra autoestima. Con estas posturas hay que tener, no obstante, cuidado de no parecer sobrado. Relaja los hombros (cuando estamos nerviosos tendemos a contraer la espalda) y procura mantener tu cabeza erguida y centrada.
Pero no te toques la cara
Siempre se dice que las manos en la cara reflejan deseo de ocultar algo, engaños o mentiras. Especialmente si te tocas la boca o la nariz. Como mínimo es cierto que transmiten inconscientemente cierta sensación de inseguridad. Ante la duda, es preferible que no te toques la cara durante la conversación.
Baila con el otro
Para cautivar al inversor hay que meterse en su mapa del mundo. Es lo que en PNL se llama acompasamiento: se trata de bailar al mismo ritmo y la misma música del que tenemos enfrente. Cuando estamos bien con alguien, somos casi su espejo. De manera que si el otro cruza la pierna, nosotros también y así continuamente. Observa al interlocutor y repite sus gestos.
El lenguaje paraverbal
Modula tu voz. Las voces graves y profundas inspiran más confianza porque se perciben más persuasivas. Para poder modular el tono, haz varias respiraciones profundas antes de la entrevista.
Al ritmo adecuado. Uno de los problemas habituales cuando estamos nerviosos es hablar atropelladamente y querer decir demasiadas cosas en muy poco tiempo. Para evitar esa sobreabundancia verbal lo mejor es practicar una especie de speech, del tipo del elevator pitch, donde se recojan las cinco ideas principales. Normalmente decimos unas 140 palabras por minuto, así que prepárate un texto con esas ideas y practica en casa cronometrándote, para que veas cuántas palabras dices en condiciones normales en un minuto. Ten en cuenta que en tensión se habla más rápido.
Acompasamiento paraverbal. Si antes hablábamos del acompasamiento no verbal, no es menos importante hacer un acompasamiento paraverbal, en lo que se refiere al ritmo del lenguaje, a la entonación, el volumen de voz. Si tu interlocutor es muy pausado o habla bajo no puedes hablar alto o rápido.
La imagen también ayuda
Si la primera impresión se forja en 30 segundos, en apenas 10 las personas ya se han formado un pre-juicio sobre nosotros atendiendo sólo a nuestra imagen física.
La imagen redondeada ofrece cercanía y bondad, pero en exceso resta credibilidad. Siempre que puedas, utiliza colores oscuros y líneas rectas que te aporten seriedad.
Una imagen más angulosa transmite constancia, seriedad e incluso rigor, pero en extremo puedes suscitar antipatía.Es recomendable que suavices la imagen con colores más cálidos como el beige, el verde o el marrón y recurre a diseños más informales o suaves.
Imagen rectangular. Poca cintura y casi la misma anchura en hombros que cadera transmite al interlocutor una impresión de seguridad, pero ten cuenta que también puede resultar apabullante. Matiza esta imagen con colores luminosos, diseños redondeados y prendas entalladas.
Imagen de triángulo invertido. Más anchura en los hombros que en las caderas suele transmitir sensaciones de energía y confianza, pero utilizar este recurso en exceso puede rayar en la prepotencia. Suavízalo con colores suaves y pálidos para dar más cercanía.
Imagen de triángulo real. Ésta es la imagen menos atractiva profesionalmente porque es la que menos credibilidad aporta, así que ensancha artificialmente los hombros con líneas rectas horizontales y utiliza colores sobrios y oscuros para transmitir seriedad profesional.