El frenazo en el sector automovilístico sigue provocando retenciones en el mercado del renting. Según la Asociación Española de Renting de Vehículos (AER), la flota de vehículos en renting se redujo el 7,85% en 2012, quedando en 433.294 unidades. También descendió el número de nuevos contratos, medidos por las matriculaciones, que cayeron el 14,04%.
Esta bajada se enmarca en la contracción de todo el sector automovilístico. Como señala el Barómetro del Vehículo Corporativo 2013, impulsado por el operador de renting Arval, “las compras de particulares cayeron un 13%, y las de empresas, un 19%. Siete de cada 10 compañías españolas (69%) decidieron no aumentar su flota en 2012”.
Aún así, el alquiler a largo plazo que implica el renting parece ser una opción bien valorada ya que, a pesar de la bajada, gana peso porcentual dentro del mercado del motor. En 2012, los vehículos destinados a esa fórmula supusieron un 13,4% de las matriculaciones totales (frente al 13,28% de 2011), “el porcentaje más elevado de la historia del renting en España”, destaca Agustín García, presidente de AER.
Emprendedores: nuevo nicho
El dato positivo es que, ante un mercado saturado, las compañías de renting han vuelto sus ojos a las pymes –incluso las más pequeñas– y a los autónomos. “Antes de la crisis, el sector crecía gracias a la entrada de las pequeñas y medianas empresas, que llegaron a ser el 34% del mercado en 2007-08. Tras unos años de descenso, en 2011 cayeron hasta el 27%. En 2012 se han mantenido en ese punto, frenando la bajada, lo que es un buen síntoma”, explica Agustín García.
Para hacerse con un nicho que todavía tiene margen de crecimiento, los operadores de renting están rediseñando sus servicios, tradicionalmente pensados para grandes flotas. “Cualquier empresa busca la máxima facilidad y eficiencia. Y la pequeña empresa y autónomos exigen, sobre todo, ahorro de costes y simplificación de las gestiones vinculadas a su movilidad”, señala Jorge Bautista, CEO de Alphabet España.
Por eso, las ofertas se están centrando en:
- Precios bajos. “Las cuotas son más baratas que el año pasado. Las compañías de renting pueden ahora aprovechar unos tipos de interés más bajos para la adquisición de vehículos y tienen más facilidad para venderlos en el mercado de ocasión al finalizar el renting, lo que les permite ofrecer mejores tarifas”, afirma Agustín García.
- Eficiencia. Según el Barómetro del Vehículo Corporativo, “cuatro de cada 10 empresas prescindiría de parte de sus coches, si continúa la escalada de precios del carburante, que se lleva el 30% de los gastos totales” asociados al vehículo. Como respuesta, asegura Agustín García, “las empresas de renting están ofreciendo modelos que ayudan a reducir este gasto. Según el IEA (Instituto de Estudios de la Automoción), los vehículos en renting son un 4,5% más eficientes, con un consumo medio de 5,10 litros cada 100 kms frente a los 5,32 litros del resto. Dado el precio del combustible, el ahorro supone 93 euros al año”.
- Apoyo cotidiano. Además de los servicios básicos (seguro, reparaciones, mantenimiento, neumáticos), los proveedores tratan de distinguirse con prestaciones “que simplifiquen al máximo la actividad diaria de la pequeña empresa”, señala Jorge Bautista. Agustín García destaca “la prioridad en el taller, para que el vehículo esté listo en un día y reducir así el lucro cesante; la recogida y entrega del coche para mantenimiento y reparaciones, para que el conductor no pierda tiempo; y los servicios de gestión de flotas, que permiten al empresario centrarse en su actividad”.
- Atención al conductor. Con la mirada en la pequeña empresa y el autónomo, gana puntos la asistencia en ruta, mejorada con las nuevas tecnologías. “El objetivo es satisfacer no sólo a la empresa que firma el contrato, sino también al conductor, que es quien hace uso de los servicios del renting”, apuntan desde Arval.