Julio Iglesias es el artista español más internacional de la historia. A sus 78 años, el cantante lleva varias décadas triunfando en el mercado estadounidense, lo que ha abierto el camino para una generación de artistas jóvenes. Aunque no siempre fue así…
Corrían los primeros años de la década de 1980 cuando Michael Jackson fichó por Pepsi, dando el pistoletazo de salida a uno de los grandes momentos de la industria del patrocinio. Los contratos con las grandes estrellas del momento tomaron otra dimensión, alcanzando acuerdos multimillonarios con artistas y deportistas para anunciar refrescos, zapatillas…
En este contexto, Coca-Cola, principal competencia de Pepsi, decidió contratacar con el fichaje de un artista algo menos conocido en el momento: Julio Iglesias. El cantante español firmó un contrato multimillonario, un hito en aquel momento, que le sirvió para darse a conocer como una figura internacional.
A partir de aquel momento, la figura de Julio Iglesias se convirtió en un icono de la masculinidad y el carácter pícaro y seductor con el que se le sigue identificando a día de hoy. Una gran representación del pop español en el mundo, que ahora parece copiar Rosalía, que guarda interesantes similitudes con la estrategia del cantante madrileño para conquistar al mercado estadounidense hace varias décadas.
Las claves del éxito de la estrategia de Julio Iglesias
Como ya se ha mencionado, el acuerdo de Julio Iglesias con Coca-Cola marcó un punto de inflexión en su carrera estadounidense. Pero, ¿qué vieron desde la multinacional en el cantante? Según explica Hans Laguna en ‘Hey!’, un ensayo sobre la carrera del artista, la primera clave se encuentra en el aire de elegancia que transmitía Iglesias en aquel momento.
“Era ideal para contrarrestar la frescura de la ‘New Generation’ que personificaba Michael Jackson”, afirma. “Frente a las trepidantes coreografías del estadounidense, Coca-Cola apostaba por la inmovilidad aristocrática del europeo. Aunque hoy nos sorprenda, y a pesar de que ‘Thriller’ estaba siendo un bombazo, algunas voces en la industria consideraban por aquel entonces que Jackson iba a ser una moda pasajera.”
Además, el espíritu seductor de Julio Iglesias cuadraba a la perfección con el mensaje que la multinacional quería transmitir, “un «reclamo para mujeres adultas preocupadas con la línea, pero también entre los jóvenes ejecutivos con un estilo de vida consumista y una especial preocupación por su apariencia física. Para estos varones, el Julio del anuncio —atractivo, independiente, creativo y exitoso— debía funcionar a modo de referente aspiracional».
Aunque la imagen de Rosalía es algo diferente, la estrategia de la cantante española para conquistar el mercado estadounidense guarda ciertas similitudes con la de Julio Iglesias. Ambos han sabido transmitir una imagen diferente a la de los grandes artistas americanos, y se han ganado un hueco en la parrilla de una de las grandes industrias musicales del mundo.
Por ejemplo, ambos han presentado sus nuevos discos en The Tonight Show, uno de los programas de televisión más seguidos de Estados Unidos, con 39 años de diferencia; y su figura ha sido reconocida por las estrellas del momento en el país, con los que se les ha visto en repetidas ocasiones. Todo ello, le ha valido a Rosalía el calificativo de “la mayor exportación del pop español desde Julio Iglesias» en el diario The New York Times.

Motomami: El gran negocio de Rosalía para convertirse en la nueva Julio Iglesias
Además de dar título a su nuevo álbum, Motomami es el nombre de la empresa de Rosalía, con la que factura más de cinco millones al año. Un proyecto que todavía no ha tocado techo, y con el que pretende seguir emulando a Julio Iglesias para convertirse en una gran estrella en Estados Unidos.
Desde su creación, la empresa de Rosalía no ha parado de crecer. Durante su primer ejercicio, la sociedad declaró una cifra de negocio de más de cinco millones de euros y un beneficio neto de unos 390.000 euros. El negocio cuenta con nueve empleados, a los que la cantante paga una media de 78.000 euros anuales.
Además del éxito cosechado con su música, Rosalía siempre ha sabido sacar partido de su fama y explotar su imagen para diferentes marcas y patrocinadores. No en vano, la artista cuenta con más de 18 millones de seguidores en Instagram, una base de seguidores lo suficientemente grande y fiel como para que todo lo que publique tenga un gran impacto en el ecosistema de las redes sociales.
En su faceta de icono de la moda, Rosalía volvió a poner de moda el negocio de las uñas postizas, y ha colaborado en varias ocasiones con el imperio textil que acaba de heredar Marta Ortega, Inditex.