Emprendedores.: ¿Qué alienígenas son los más peligrosos?
J.B.: Curiosamente, eso no depende del alienígena, sólo. Depende fundamentalmente de nosotros. Somos cada uno de nosotros los que les damos más o menos poder, dependiendo en primer lugar del impacto que les dejemos tener en nosotros con sus conductas. De ahí la importancia de la gestión de nuestras propias emociones, como por ejemplo con el Jiujitsu emocional. En la medida en que reaccionemos a sus ataques emocionales, les estaremos dando el control sobre nosotros.
Emp.: Una gran parte del libro trata sobre negociación para conseguir mejores relaciones laborales. ¿Por qué fallan las relaciones laborales?
J.B.: Creo que fallan fundamentalmente por un desequilibrio entre percepciones y expectativas. Suelo decir que ningún modelo de autoridad o de comunicación es bueno o es malo. El problema surge cuando el modelo que utilizo no encaja con el que existe en mi entorno. El primer consejo que doy es observar y entender la dinámica del equipo en el que trabajo: ¿Quién o cómo se toman las decisiones? ¿Quién es responsable? ¿Cómo se comunican las decisiones? ¿Cuáles son mis objetivos esenciales ante este empleo?, etcétera. Una vez situados en el entorno que tenemos, es importante dominar de manera práctica los distintos modelos de dinámica de equipos. Es como el tenis: si sólo domino un golpe, mi capacidad de adaptación al entorno será muy limitada. Si sólo me siento cómodo ante un jefe sensible, colaborador, que me escuche y que me valore, es muy probable que no encuentre mi hueco o que, si lo encuentro, dure poco. Cuantos más modelos de gestión (como empleado o como directivo) domine, mayor será mi capacidad de adaptación al cambio y mayor será la probabilidad de que encuentre mi camino en la vida laboral.
Emp.: ¿Se puede negociar absolutamente con todo el mundo o hay personas que no saben hacerlo?
J.B.: Se puede gestionar con casi todo tipo de personas. Con algunas de manera sensata (muchas). En la medida en que entendamos sus preocupaciones, tensiones, alegrías, objetivos, responsabilidades, etc. será mucho más fácil, especialmente si conseguimos que sienta que nos hacemos cargo de su situación o posición (valorar). Si además conseguimos que ellos también se hagan cargo de nuestra situación, y buscamos soluciones que sean buenas para él (la empresa o su unidad) y para nosotros, será más fácil conseguir un buen acuerdo (hacernos valorar). En un porcentaje muy pequeño, habrá alienígenas con los que no podamos. Que nos superen. Si no podemos deshacernos de ellos o esperar a que desaparezcan (que se jubilen, por ejemplo), quizás debamos cambiar de galaxia. Ahora bien, creo que esta es la última opción, porque puede que en la nueva galaxia nos encontremos con su primo hermano.
Emp.: Un consejo para no ser un jefe alienígena.
J.B.: Que escuche. Escuchar es la herramienta más potente que conozco. Es el punto de partida para entender y para estar al tanto de los cambios de nuestro entorno.
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