1. Pregúntate quién eres y qué ofreces. Analiza qué están haciendo los demás emprendedores de tu sector y busca en tu proceso de renovación personal una forma de diferenciarte. Puede ser, bien por tu propia definición como profesional (creándote una marca personal tal y como verás en el ejemplo del emprendedor Google Humano) o buscando un océano azul. “Un mercado propio donde no exista competencia. Puede ayudarte utilizar preguntas como ¿qué tiene A que no tenga B?”, dice Botella.
2. Desarrolla un inventario de tus fortalezas y debilidades. Piensa, por ejemplo, en éxitos pasados y en fracasos; por qué sucedieron, si se podrían volver a repetir; qué aportaste tú…
3. Mírate en el espejo de personas que se hayan reinventado. Aunque sean de diferentes sectores y perfiles pueden servirte de guía.
4. Organiza reuniones con personas de otros sectores que estén implicadas en procesos
de innovación.
5. Intenta estar al tanto de las tendencias y cambios en los hábitos de consumo, aunque no sean de tu sector quizás puedas aprovecharlas.
6. Analiza si eres una persona creativa. Sin creatividad es imposible que puedas mirar las cosas de una forma distinta a los demás y encontrar oportunidades. Si no eres creativo, intenta desarrollar esta faceta o alíate con alguien que sí lo sea. Para Fernando Botella, “la creatividad necesita cinco elementos fundamentales. El primero es conocimiento. No se puede interpretar o cambiar lo que no se conoce. Segundo, tener un objetivo definido. Es importante tener claro qué quiero conseguir, luego ya descubriré cómo hacerlo. El tercero es el cuestionamiento del status quo. El cuarto, la perseverancia, que es el esfuerzo repetido en el tiempo. Y el quinto, la capacidad para generar alternativas, porque siempre hay otras formas de conseguir las cosas”.
7. Aplica en tu empresa una cultura de innovación continua. Que no significa otra cosa que incentivar la participación de todos y no penalizar los errores.
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