Tal y como explican desde gibobs allbanks, cuando había dudas sobre las medidas que iba a tomar el BCE ha decidido subir sus tipos de interés en medio punto porcentual, quedando en el 3,5%. Ante la reciente crisis financiera, había voces que vaticinaban que los tipos se iban a mantener sin alteraciones, pero el BCE ha dado prioridad a su gran objetivo, bajar la inflación.
La medida adoptada tiene su impacto en el Euríbor. Antes de conocer la decisión del BCE, el Euríbor se desplomó, y en apenas 48 horas bajó lo que había subido en los dos últimos meses, descendiendo del 3,978 en el que cerró una semana antes, al 3,359. Parece que tan solo ha sido un efecto efímero y el Euríbor volverá a subir en los próximos días, previendo que se sitúe alrededor del 3,8% próximamente, recuperando gran parte de la bajada que ha sufrido.
Con ello, las variaciones momentáneas fueron tan solo producto de la intervención de Estados Unidos a Silicon Valley Bank y el préstamo de 50.000mCHF a Credit Suisse facilitado por el Banco Nacional Suizo (SNB), tal como explica Fernando, COO de gibobs allbanks.
Se espera que el BCE siga con la escalada de tipos, aunque de manera más gradual y los tipos puedan llegar a situarse alrededor del 4%, incluso por encima. Esta medida en la que prima la bajada de la inflación afectará directamente a la subida del Euríbor.
¿En qué afecta la situación actual a las mejoras de hipotecas?
A pesar de la subida de tipos, el mercado hipotecario sigue con una demanda significativa, pero se han incrementado exponencialmente las operaciones para la mejora de hipoteca en vigor. Esa inestabilidad de la que hablábamos está siendo un caldo de cultivo para huir del tipo variable. La pregunta que más se hace es si merece la pena cambiar a un tipo fijo en este momento. La subida de tipos ha provocado que los tipos fijos sigan subiendo y que quizá no sea tan interesante como lo fue hace unos meses.
Otra opción que nos brinda el mercado es la hipoteca a tipo mixto, que ha cobrado una relevancia que no tenía hace unos meses, y se ha convertido en la opción más demandada. Por explicar su funcionamiento de forma sencilla, un tipo mixto tiene una parte fija y otra variable. La parte fija suele ser los primeros 5, 10 o 15 años, y se consiguen tipos más bajos que si pidieras una hipoteca a tipo fijo durante toda la vida de la hipoteca. A partir de ese primer periodo, nuestra hipoteca pasa a ser variable.
La principal ventaja de este tipo de hipoteca es que, durante los primeros años, el hipotecante se asegura el pago de una cuota fija, sin sorpresas. Si añadimos a la ecuación el momento tan convulso de tipos en alza, nos proporciona una seguridad en la que sabemos que no nos va a subir nuestra hipoteca. Una vez acabado ese primer periodo, volvemos a un tipo variable muy interesante.
¿Qué podemos esperar para los meses siguientes?
Como decíamos anteriormente, los tipos seguirán subiendo por el momento, al menos hasta finales de año, y esto arrastrará al Euribor a nuevas subidas. Dependerá del éxito que consiga el BCE en su guerra contra la inflación y de las medidas que vayan tomando, aunque los últimos acontecimientos a nivel macroeconómico y la evolución de la estabilidad financiera nos demuestran que todo puede cambiar a una velocidad de vértigo y no podemos dar nada por seguro.
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