Lo primero que yo subrayaría es que a España, la crisis financiera le ha afectado menos. Al menos hasta ahora. Primero porque nuestras entidades apenas tuvieron exposición a las ‘subprime’. Además de que el Banco de España les impuso reglas muy estrictas, que hizo poco interesante invertir en ese tipo de productos o crear instrumentos como los CDO, los bancos tenían tanto negocio hipotecario en España que no les hizo falta salir fuera a invertir. Al contrario, su problema no era colocar el dinero que les sobraba, son buscar dinero para financiar el mercado hipotecario.
Y esto es justamente lo que les puede provocar problemas, ante las actuales restricciones de los mercados de crédito. La banca española tiene una exposición excesiva al riesgo inmobiliario. Es la banca del mundo con más crédito al ladrillo, al menos proporcionalmente a sus activos. Debido al enorme crecimiento del mercado inmobiliario, nuestras entidades, al no tener un volumen de depósitos suficiente para ese volumen de crédito, tuvieron que pedir prestado en los mercados internacionales. Por eso tienen un gran desfase entre créditos y depósitos lo que incrementa sus necesidades de liquidez y su dependencia del mercado crediticio. Es una banca con un endeudamiento muy elevado y a plazos no muy largos, lo que la hace vulnerable a las actuales restricciones de crédito. Ello explica que los bancos españoles estén utilizando la liquidez que consiguen no tanto para conceder más crédito como para consolidar los que ya tienen, mejorar su balance en previsión de dificultades, tener mejores coberturas de riesgo. Además, porque la morosidad está aumentando.
¿Ventajas? Básicamente que nuestra banca sigue un modelo comercial que la ha alejado de las ‘aventuras’ de la banca de inversión o con más propensión a invertir en activos financieros. No solo no tiene mucho negocio en banca de inversión sino que se dedican básicamente a captar depósitos a través de una red muy extensa. Esto le está permitiendo aliviar la crisis ya que ha aprovechado justamente la red para lanzar una campaña masiva de captación de depósitos y solventar así sus necesidades de liquidez, a lo que habría que añadir sus ventas de negocios y filiales o el recursos a la ventanilla de crédito del BCE. Por último, no está de más recordar otra ventaja de nuestra banca; el que tenga un ratio de solvencia elevado. En la fase alcista hicieron muchas provisiones. Además de las provisiones normales por fallidos, se han hecho provisiones preventivas – por lo que pudiera ocurrir – llamadas también anticíclicas.