A ningún enamorado de la música se le escapa el nombre de la empresa más rockera del mercado: Gibson. Este fabricante de guitarras es famoso por haber sido el proveedor de instrumentos de grandes estrellas mundiales, como Jimmy Page (Led Zeppelin), Joe Perry (Aerosmith), Bob Marley, John Lennon o Paul McCartney (The Beatles), y, hasta hace pocos meses, estaba a punto de desaparecer.
Una de las causas de esta quiebra fue la ambiciosa operación de compra del departamento de audio y vídeo de Philips, por la que pagaron 135 millones de dólares en 2014. El acuerdo tenía la ambición de convertir a Gibson en “la empresa de sonido más grande del mundo”, tal y como explicaron desde la compañía entonces. Sin embargo, terminó sirviendo para todo lo contrario.
Las ventas de guitarras llevaban años cayendo en picado en Estados Unidos, lo que hizo que Gibson buscara diversificar el negocio con otras líneas dentro del sector musical. Sin embargo, no consiguieron sacar rentabilidad a la división que compraron a Philips, y apenas les separaban unos meses de la bancarrota.
Así, KKR decidió comprar Gibson en 2018, que arrastraba una deuda de más de 500 millones de dólares, para recuperar su esencia e intentar salvar a la mítica firma. Para ello, volvieron a la ciudad que la vio desarrollarse, Nashville, y recuperaron la fabricación de guitarras como actividad principal, con el objetivo de no morir en el intento.
La recuperación se desarrollaba de forma lenta cuando llegó la pandemia. Y, a pesar de que la industria musical tuvo que parar de golpe su actividad, los confinamientos decretados en cientos de países consiguieron multiplicar las ventas de guitarras. “Hemos ido creciendo cada uno de estos tres años, pero ha sido mucho más significativo este último. Durante el confinamiento, la gente ha aprovechado para hacer aquello para lo que nunca tuvo tiempo, como tocar la guitarra”, explican.
La mítica historia de Gibson
Así, la pandemia ha conseguido salvar a una de las marcas más míticas de la historia de la música durante el último siglo. Gibson nació en 1894 en la ciudad de Kalamazoo y es la empresa que creó, en 1936, la primera guitarra eléctrica. Desde entonces, su trayectoria ha ido ligada a la de los mejores músicos del rock and roll, con modelos que todavía se utilizan por las estrellas actuales.
127 años después de su fundación, Gibson ha conseguido duplicar la producción de guitarras en sus fábricas, y acaba de adquirir una firma de amplificadores que busca aportar a sus clientes una oferta musical completa. Quizás la pandemia ha sido un golpe de suerte para la compañía, pero viene a confirmar aquello de que “los viejos rockeros nunca mueren”.