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Métodos eficaces para gestionar una contraoferta laboral

Ya has comunicado tu próxima salida de la empresa. Los jefes se reúnen, evalúan la situación y te encuentras con que, al día siguiente, tienes una contraoferta, que mejora tu ...

21/11/2017  Redacción EmprendedoresGestión

Lo PRIMERO es estudiar si la contraoferta satisface realmente tu aspiración profesional en esos momentos:

1. Pocos ejecutivos de primer nivel aceptan una contraoferta. Sus motivos para cambiar no son estrictamente económicos, sino que tienen más valor el estatus y el desarrollo profesional, y esto no se cambia porque, de la noche a la mañana, reciban una mejora salarial.

2. En el caso de profesionales de menor nivel, es más frecuente que acepten, ya que su situación económica tiene aún grandes posibilidades de mejora. Aunque no siempre es así, ya que muchas veces les puede más el resentimiento de haber estado infravalorados hasta ese momento.

El SEGUNDO punto que debes valorar es la motivación real de la empresa a la hora de apostar por mejorar tus condiciones laborales:

1. Puede que actúe de buena fe. Abundan las empresas que prestan escasa atención a la motivación de sus empleados, y sólo cuando una persona válida opta por otro trabajo, consideran su situación profesional y humana, llegando en ocasiones a fuertes contraofertas.

2. Por el contrario, otras empresas actúan de mala fe. Realizan la contraoferta por la imposibilidad de cubrir nuestro puesto con garantías a corto plazo, y con la secreta intención de sustituirnos en el menor tiempo posible. Desde el mismo instante en que firmamos el nuevo contrato, empiezan a buscar, o a formar, a nuestro sustituto. Luego nos harán la vida imposible a la espera de que abandonemos la empresa por nuestro propio pie. Si no lo logran, nos despedirán a la primera de cambio. La estrategia aquí será intentar blindar nuestro contrato con una importante indemnización en caso de despido.

3. Hay quienes esgrimen una oferta de otra empresa como estrategia para mejorar profesionalmente. Es una jugada que puede salir bien una vez, pero es más difícil que salga adelante más veces. No conviene abusar porque pones en peligro tu permanencia en la empresa.

Redacción Emprendedores