El jefe máximo era Pablo Pineda Ferrer, actor, conferenciante, maestro y, dentro de poco, el primer licenciado universitario europeo con Síndrome de Down. El otro jefe era Joan Pahisa, orador, deportista de alto nivel, escritor, con un trastorno óseo que le impidió crecer más de 98 cm. En el vídeo se desplaza en silla de ruedas. Así recibe a los 10 aspirantes reales a ocupar un puesto de trabajo vacante. Lo que no saben es que una cámara oculta graba sus reacciones y los comentarios que hacen aprovechando la ausencia de los mandatarios.
El experimento, que puede verse en este enlace de Youtube, lo encargó la Fundación Adecco para comprobar cómo reaccionaríamos ante la presencia de un jefe con discapacidad. En realidad, el vídeo formaba parte de una campaña de concienciación en el día internacional de las personas con discapacidad de la Fundación, donde Pablo Pineda ejerce como consultor de diversidad.
La secretaría ejerce de gancho en el vídeo. Ella es quien, aprovechando la ausencia de los jefes del despacho, intenta sonsacar comentarios discriminatorios a los candidatos con alusiones del tipo, “bueno me voy a quedar aquí a explicarle (al jefe) no vaya a ser que se líe el pobre y no entienda bien el tema del documento”. Antes la hemos visto alzar en brazos a uno de los jefes para sentarle en un sillón, agacharse hasta ponerse a su altura para hablar con él o peinarle el flequillo.
Mientras esto sucede, una serie de rótulos se van sucediendo en la pantalla con mensajes que denuncian situaciones de prejuicios, sobreprotección, la discriminación o la ignorancia. Cuando la secretaria, a espalda de los jefes, pregunta a los candidatos “Bueno, qué, ¿qué tal la entrevista, no estás nervioso?..Pues que suerte porque yo estoy un poco atacada…Bueno nerviosa, hasta que lo he visto porque yo me esperaba un jefe, jefe…Yo me esperaba un jefe normal…”.
Todos los candidatos, sin excepción, corrigen las apreciaciones de la secretaria. “Si ha llegado ahí, será por méritos propios y tendrá motivos para ocupar el puesto”, argumenta una. “Supongo que será jefe, jefe -dice otra- si no, no estaría haciendo las entrevistas”. Las 10 personas participantes “reaccionaron con empatía, sensibilidad y denuncia ante las conductas discriminatorias de la secretaria”, es el gratificante resultado del experimento.