A la hora de subcontratar en el exterior, normalmente te van a exigir un pedido mayor del que estás acostumbrado a gestionar. Esto te puede obligar a concentrar productos (si antes hacías, por ejemplo, 10 tallas, ahora tienes que hacer cuatro) y a aumentar el stock (a lo mejor tienes que encargar 15.000 unidades cuando antes hacías 6.000).
Todo ello lleva aparejado, por un lado, un recorte en la diversificación de gamas y ,por otro, la necesidad de gestionar el stock. Este problema en el tamaño de los pedidos viene justificado no solamente por las características de los proveedores sino también por la propia singularidad del transporte internacional, ya que vas a tener que llenar contenedores para que te resulte más rentable.
Otro tema a vigilar son los tiempos de entrega, porque, como comentábamos anteriormente, no sólo debes contemplar el tiempo de fabricación sino también el de transporte que, dependiendo de si es por mar o por aire puede variar, oscila entre los 15 y 30 días.
A ello hay que añadir el transporte de la mercancía por carretera, ya sea aquí en España o en el lugar de destino, desde el puerto hasta los puntos de venta.