En conjunto, todas esas variables han impulsado el Producto Interior Bruto de la región (PIB), un indicador que en 2010 creció el 6%, según la Comisión Económica para América Latina (Cepal), y que el Fondo Monetario Internacional sitúa en el 5,9, una expansión regional espectacular en un escenario de crisis como el actual donde las economías avanzadas crecieron el año pasado un 3% y Estados Unidos lo hizo un 2,8%.
Un simple vistazo a los datos macroeconómicos que recogemos en esta página deja a las claras la fortaleza de los países emergentes. John Lipsky, subdirector del FMI, lo resume así: “América Latina ha demostrado una capacidad de
resistencia admirable durante la crisis, y ahora está disfrutando de las interesantes oportunidades que se le ofrecen”.