El Banco Central Europeo ha comenzado a desarrollar el euro digital, uno de los grandes proyectos del organismo en los próximos años, que intentará competir con las criptomonedas en tecnología y seguridad. Sin embargo, el proceso de creación del sistema podría demorarse hasta el año 2026.
El proyecto de euro digital pretende responder al acelerado crecimiento de las compras y transacciones online, y se encuadra dentro de las progresiva desaparición del dinero en efectivo que se prevé durante los próximos años en toda la Unión Europea. Sin embargo, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, explicó hace unos meses que el euro digital “nunca reemplazará al dinero en efectivo”.
Entre las ventajas del euro digital, destaca la simplificación de los pagos. Tras su lanzamiento, los poseedores de esta moneda podrán contar con sus propios monederos virtuales, desde donde podrán operar. Además, el uso de tecnología blockchain permitirá rastrear de una forma mucho más segura las operaciones, un punto que interesa para reducir el fraude fiscal y la economía sumergida.
En este sentido, la progresiva desaparición del dinero en efectivo y el previsible crecimiento del euro digital permitirá terminar con el conocido “¿Con IVA o sin IVA?”. Según un estudio realizado en Italia, el Estado podría recaudar hasta 30.000 millones de euros adicionales correspondientes a este impuesto cada año. Además, el euro digital permitirá realizar los cambios de moneda y las transacciones internacionales de una forma mucho más rápida y barata, un aspecto fundamental en pleno crecimiento del comercio electrónico que puede ser muy útil para las empresas europeas.
En este momento, el euro digital se encuentra en fase de pruebas, también en España. Santander, BBVA, Sabadell, CaixaBank y Bankia son las cinco entidades encargadas de testear el sistema, lideradas por Iberpay, la compañía que lanzó con gran éxito la herramienta Bizum. Aunque las pruebas deberían haber empezado en agosto, finalmente han comenzado en septiembre. Un pequeño retraso que no debería eliminar una transición que llega para quedarse.
¿Busca el euro digital competir con las criptomonedas?
La creación del euro digital busca, más que competir, situar a la moneda europea en la vanguardia tecnológica que las criptomonedas llevan años introduciendo. Más allá de esto, es difícil que puedan competir entre ellas, pues sus conceptos básicos son distintos.
Mientras que el euro digital seguirá dependiendo de un banco central y unas políticas monetarias concretas, las criptomonedas son activos descentralizados, cuyo valor no depende de otra cosa que la oferta y la demanda del momento.
Además, el desarrollo del euro digital también responde a un interés en imitar las iniciativas que se han tomado en Rusia o China, que ya han creado sus propias divisas digitales, siempre ligadas a la moneda oficial del país, el rublo y el yuan.