La llegada de la pandemia disparó el consumo de productos tecnológicos de forma repentina e inesperada. Ordenadores para teletrabajar, teléfonos móviles… El aumento de la demanda de estos productos ha provocado una escasez de chips en todo el mundo, que ha paralizado cientos de fábricas y amenaza con extenderse hasta 2022.
Los principales países exportadores de esta industria, Corea del Sur y Taiwán -hasta el 83% del total viene de allí-, no dan abasto para cumplir con la demanda, y la escasez de chips afecta a otras grandes industrias, como la automovilística. En este sentido, las empresas y los gobiernos están buscando la forma de producir sus propios chips, antes de que su mercado convierta el producto en el nuevo oro o petróleo.
Tal y como explican algunos expertos de ING en El Economista, la escasez de chips no tiene fácil solución en el corto plazo, ya que se trata de una industria que necesita grandes inversiones y personal cualificado. Además, el aumento de la demanda se ha producido a causa de la pandemia, pero también porque un mayor número de productos llevan incluido un chip en la actualidad.
En este sentido, la implementación de las redes 5G y la masiva adquisición de productos tecnológicos para minar bitcoin son algunas de las explicaciones a la escasez de chips. En el último caso, el alto impacto ambiental de esta criptomoneda, derivado de estos dispositivos, ha llevado a Elon Musk a semiparalizar su gran proyecto de pagos con monedas descentralizadas.
La escasez de chips dispara la venta de coches de segunda mano
Aunque no sea evidente a priori, uno de los sectores más afectados por la escasez de chips mundial es el automovilístico. En España, los trabajadores de Renault en Valladolid y Palencia ya experimentan en sus propias carnes los efectos del problema, ya que han sufrido un ERTE, que se prolongará hasta septiembre, debido a la crisis de los chips.
En términos generales, el sector sigue acumulando pérdidas, con grandes retrasos en la fabricación de vehículos. Todo ello configura la tormenta perfecta para que las ventas de coches de segunda mano se hayan disparado en España gracias a la escasez de chips en todo el mundo.
Según explica Vozpópuli, las ventas de coches nuevos cayeron un 36% durante los cinco primeros meses del año debido a la escasez de chips. Sin embargo, los vehículos seminuevos han reducido su periodo de venta un 30%, hasta los 25 días, y sus precios han subido un 15% en los últimos meses debido a este aumento de la demanda.
Esta situación crea una oportunidad de negocio para algunos emprendedores, que viven de la compraventa de vehículos de segunda mano comprando coches viejos, reparando las posibles averías y vendiéndolos más caros después. Además de la escasez de chips, el aumento de la demanda de vehículos usados por el miedo al contagio en el transporte público hace que este sector contenga los ingredientes perfectos para poder emprender en el corto plazo.