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Este es el entrenamiento mental de un emprendedor, inversor y escritor de éxito

Durante dos años Tim Ferris se dedicó a realizar entrevistas en profundidad a más de doscientos destacados personajes para su podcast The Tim Ferriss Show. Recoge ahora en un libro ...

25/01/2018  Redacción EmprendedoresGestión

«Dame seis horas para talar un árbol y dedicaré las cuatro primeras para afilar el hacha«. Tim Ferriss recurre en su bestseller Armas de Titanes (Deusto, 2018) a esta popular cita del decimosexto presidente de Estados Unidos, Abrahan Lincoln, para ilustrar su visión a la hora de afrontar la meditación.

«La mayor parte del tiempo que permanecemos despiertos, la mayoría de las personas sentimos como si estuviéramos en una trinchera en la línea del frente con un montón de proyectiles que nos pasan silbando al lado de la cabeza. Veinte minutos seguidos de meditación me permiten convertirme en el comandante que contempla el campo de batalla desde una colina cercana. Veo el mapa del territorio y puedo tomar decisiones de alto nivel. Esos chicos no deberían estar luchando ahí. ¿Qué narices hace el regimiento B ahí arriba? Llámalos. Necesitamos más tropas en el cerro. Para llegar al objetivo deberíamos perseguir A, B y C, en ese orden. Ignora todas las demás supuestas emergencias hasta gestionar éstas de aquí. Estupendo. Ahora, respira hondo, y… actúa«, plantea, de partida, Ferriss en su libro.

«Más del 80 por ciento de las personas que he entrevistado para el libro practica alguna forma de meditación o de atención plena a diario. Ambas variantes se pueden concebir como actividades para cultivar una consciencia del presente que te ayuda a ser no reactivo. Es el patrón que más se repite en todos ellos. Es una «metahabilidad» que mejora todo lo demás. Empiezas el día practicando la concentración cuando no es necesaria (sentado en un sofá durante diez minutos), de manera que conseguirás concentrarte mejor más tarde cuando sí sea necesario (en negociaciones, durante conversaciones con un ser querido, para realizar el máximo de pesos muertos, la fusión mental con un vulcaniano, etc.)», continúa.

«Si quieres mejores resultados con menos tensión, menos bucles mentales centrados en «debería haber dicho X», etc., la meditación actúa como un baño caliente para la mente. La meditación me permite dar un paso atrás para obtener una «perspectiva de observador» (como con los psicodélicos), de forma que observo mis pensamientos en lugar de derrumbarme con ellos. Me permite salir de la lavadora y observar con tranquilidad el centrifugado del interior», explica.

Su rutina

«Si tan sólo pudiera elegir un ejercicio para la mente, serían diez o veinte minutos de meditación al menos una vez al día», apunta Ferriss. «Hay muchas opciones. ¿Cómo saber qué te funcionará mejor a ti? Prueba con una de las siguientes cosas, o con más de una», desgrana:

1. Usa una aplicación de meditación durante diez minutos al día durante diez días. Ferriss propone el programa gratuito Take10, de Headspace. Aquí tienes 3 de las aplicaciones más populares en castellano.

2. Escucha una meditación guiada cada mañana.

3. «Si quieres intentar la meditación basada en el mantra sin hacer ningún curso, puedes sentarte y repetir en silencio una palabra de dos sílabas durante diez o veinte minutos antes de hacer ninguna otra cosa por la mañana. Los puristas de la MT lo considerarán una herejía, pero aun así puede que veas resultados. Asegúrate la comodidad física. No es necesario que cruces las piernas ni ninguna contorsión propia del yoga. La única condición es que te sientes lo bastante recto en una silla con los pies posados en el suelo, las manos sobre los muslos o el regazo, y la espalda apoyada», apunta Ferriss.

4. Pon en práctica este ejercicio: Basta con notar que se fue. Aquí Ferriss recurre a los consejos de Chade-Meng «Meng» Tan, ex ingeniero de Google (fue el empleado número 107), que se ha convertido en un autor superventas de mindfulness. «Existe una técnica sencilla capaz de incrementar enormemente la capa­cidad para notar la ausencia de dolor [ya sea físico, mental o emocio­nal], aunque no sólo está relacionada con el dolor.Con la técnica «basta con notar que se fue» entrenamos la mente para percibir que algo que experimentamos con anterioridad ya no está. Por ejemplo, al final de una respiración, notas que esa respiración ter­minó. Se fue. A medida que un sonido se pierde, notas en qué momento desaparece. Se fue. Al final de un pensamiento, notas que el pensamien­to ha concluido. Se fue. Cuando terminas de sentir una emoción (ale­gría, enfado, tristeza o cualquier otra) notas que se ha acabado. Se fue. Esta práctica es, sin duda alguna, una de las técnicas de meditación más importantes de todos los tiempos. El maestro de meditación Shin­zen Young dijo que si sólo le permitieran enseñar una técnica de con­centración y ninguna más, sería ésta», explica.

¿Cuánto se tarda en obtener resultados?

Una vez le preguntaron al Dalai Lama cuánto tiempo hace falta para conseguir efectos que claramente te cambien la vida, a lo que él respondió lacónico: «Unas cincuenta horas».

«Realiza al menos un ciclo de siete días. Odio decir esto, pero creo que menos tiempo no vale la pena. Parece haber un cambio de fase binario entre la no ebullición y la ebullición. Si el médico te receta una semana de antibióticos, y sólo tomas la medicación durante tres días, la infec­ción no habrá desaparecido y volverás al punto de partida. Creo que existe una dosis mínima efectiva para la meditación, y que ronda los siete días. Completa siete sesiones antes de imponerte tiempos ambiciosos. Con diez minutos es suficiente. NO empieces con sesiones de treinta a sesenta minutos, o lo dejarás antes de llegar al cambio de fase. Empieza con poco y amaña el juego para que puedas ganar», advierte.

«Durante mis sesiones de veinte minutos, dedico quince minutos a dejar que se asiente el cieno en el agua, y en los últimos cinco minutos es cuando siento realmente el mayor beneficio. Creo que se parece mucho a entrenar levantando pesas hasta el límite. Los beneficios se derivan de las últimas repeticiones, pero necesitas todas las anteriores para llegar hasta ahí, concluye.

Redacción Emprendedores