La alta inflación es uno de los problemas que más están marcando los primeros meses de 2022. Una situación que se ha visto agravada por la guerra entre Rusia y Ucrania, y que está siendo todo un quebradero de cabeza para el Gobierno, que busca la fórmula para mitigar sus efectos en las empresas y los consumidores.
En este contexto, una de las propuestas que más fuerza está tomando es la del pacto de rentas. Esta fórmula, que ya ha sido utilizada en momentos de gran incertidumbre como el actual, podría dar una tregua para algunas empresas y ciudadanos cuyo poder adquisitivo se ha resentido de forma muy seria en los últimos meses.
Pero, ¿en qué consiste exactamente un pacto de rentas? Se trata de un acuerdo verbal entre las empresas y los sindicatos mediante el cual las primeras se comprometen a moderar la escalada de los precios y limitar los márgenes de beneficio a cambio de la contención de las subidas salariales.
En España, el precedente más claro a este pacto de rentas se sitúa en 1977, cuando el aumento de los precios del petróleo disparó la inflación al 26%. Entonces, se firmaron los Pactos de la Moncloa, que buscaban ganar tiempo para acometer una transformación económica que permitiera un mayor desarrollo en el futuro.
Empresas y sindicatos muestran sus dudas sobre el pacto de rentas
Aunque podría ser una solución para mitigar los efectos de la inflación en el corto plazo, las empresas y los sindicatos parecen no estar muy convencidos sobre las condiciones del pacto de rentas que propone el Gobierno y que ya empezó a negociarse en una reunión mantenida entre las tres partes el pasado 7 de marzo.
Por parte de los sindicatos, desde CCOO argumentan que el pacto de rentas no debería incluir solo un acuerdo sobre la cuestión de los salarios, y que no aceptarán una subida de los convenios menor al 5%. Esta cifra también estaría sobre la mesa para limitar el crecimiento de las pensiones en 2022 debido a la crisis económica que se ha visto agravada por la invasión rusa a Ucrania.
En el lado opuesto, la CEOE se ha mostrado dispuesta a negociar, aunque admite que “una regulación absoluta de la vida económica nos parecerá muy peligroso”. En este sentido, cabe destacar que un pacto de rentas supondría una reducción considerable de los márgenes de beneficio en las empresas españolas, lo que repercutiría en el precio final de los productos, pero también limitaría el crecimiento de la economía en un momento de recuperación después de la pandemia.

La inflación amenaza con dejar en serios apuros a miles de empresas españolas
La situación que vive la economía occidental, fruto de la crisis de suministros que lleva varios meses creciendo, a la que se suman los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania, está provocando situaciones muy complicadas para las empresas españolas, muchas de las cuales tienen serios apuros para pagar las facturas de electricidad o el combustible necesario para su actividad.
En concreto, las empresas de transporte están siendo las más afectadas por el incremento del precio del combustible, lo que ha generado un aumento de los costes de hasta 300 euros por viaje. Sin embargo, no son las únicas. La escalada de los precios de la electricidad, que se han multiplicado en los últimos meses, está afectando de forma seria a miles de empresas, sobre todo las pymes, que sufren cada mes para poder hacer frente a los recibos de la luz.
A pesar de lo complicado de la situación, otras empresas sí están aprovechando el momento para aumentar sus beneficios en medio de la crisis. En este caso, son las energéticas, que han multiplicado por cuatro sus beneficios. Ante esta situación, desde la Comisión Europea se ha dado luz verde al Gobierno de España para recortar estos beneficios extraordinarios, al menos, hasta el mes de junio.