Frente a los modelos de organización tradicionales -muchos empleados en nómina y una estructura de jerarquía piramidal-, los jóvenes emprendedores apuestan por las empresas líquidas como la fórmula de trabajar más eficiente en pleno 2021.
Es la principal conclusión que se extrae del panel titulado ‘Liquid organizations’ (empresas líquidas) que ha tenido lugar durante la primera jornada de Sondersland, el evento que está convirtiendo a Madrid en la capital mundial del talento joven durante unos días, con más de 5.000 asistentes entre la modalidad presencial y la virtual, y que tiene a Emprendedores como media partner.
Pero, ¿qué son exactamente las empresas líquidas? Son las organizaciones empresariales que cuentan con una estructura que les permite adaptarse de forma rápida a las exigencias del mercado, formando equipos de trabajo versátiles que les permiten armarse y desarmarse en función de las necesidades del negocio. Un ejemplo de ello se encuentra en la pandemia, donde algunas empresas aprovecharon la coyuntura para comenzar a fabricar mascarillas y otros productos que vivieron un verdadero boom desde marzo de 2020.
Tal y como explica al respecto la experta Ana Sarmiento en un reciente artículo, “hoy nos vemos abocados a dejar atrás la identidad con la que nos hemos definido hasta el momento. Este duro proceso de ‘destrucción creativa’ conlleva a un impacto en el modelo anterior y, con ello, indirectamente en los seres humanos que las practican. Las empresas también tendrán que prepararse para minimizar este impacto tanto en el corto, como en el largo plazo”.
¿Cómo trabajan las empresas líquidas?
En pleno 2021, el cambio de paradigma coloca a las empresas líquidas como líderes en sus mercados. Pero, para conseguir trabajar de una forma distinta, también es necesario cambiar algunos conceptos clásicos en la estructura de las empresas.
El primero de ello es el trabajo colaborativo con freelancers. Para Irene Campo, fundadora de Farma Leaders Talento, una red de networking especializada en el sector farmacéutico y biotecnológico, la estructura de las empresas líquidas permite “crear un equipo fantástico con colaboradores situados en diferentes partes del mundo”. Además, “los nuevos modelos también rompen la clásica pirámide, y esto se traduce en un mejor trato también para el cliente».
La mentalidad también juega un papel importante en la ecuación. En este sentido, María Polo, directora de Celera, una comunidad definida como “aceleradora de personas”, considera que “la flexibilidad debe ser una de las claves, tanto dentro de la organización como en términos de colaboraciones. Si tomas decisiones de colaboración rápidas, todo suele ser más fácil.” Por ello, apuesta por responder afirmativamente a todas las oportunidades de colaboración que puedas presentarse en el camino.
Aunque sin duda es más fácil apostar por el modelo de empresas líquidas para los emprendedores más recientes, lo cierto es que esta estructura también debe alcanzar a las grandes compañías. Rafa Magaña, CEO de Mazinn, considera que vivimos “el momento de adaptación más rápido. Por esto, la flexibilidad es un aspecto muy importante. El ego de algunas compañías les impide ver estos cambios, y deben empezar por las personas que forman las empresas».