Fue Amazon la que empezó malacostumbrando a los clientes con las entregas ultrarrápidas, pero, una vez desencadenada la guerra, todos necesitan las mismas armas para que la lucha sea equitativa. En ello radica el éxito fulgurante de empresas como la estadounidense Gopuff, la alemana Gorillas o la española Blok.
Para alejarse del gigante de Bezos se posicionan en lo que se conoce como “necesidades instantáneas”, esto es, que te llevan a casa cualquier cosa que te apetezca en cuestión de minutos. Lo hacen, además, a un coste económico y cuando decimos cualquier nos referimos a desde una botella de alcohol, hasta un bocadillo, un helado o unos snacks.
¿Cómo lo hacen estas empresas?
Parte de la explicación puede leerse en un artículo publicado por Gopuff en su página web donde revelan parte del secreto de su intendencia. Sin embargo, en líneas generales, las claves que comparten casi todas ellas son estas:
Tener miles de referencias. Es uno de los fallos que cometen los nuevos negocios de tiendas cerradas al público, las que tratan de posicionarse en el mercado de las dark stores como pequeños actores. Para dar un servicio competitivo necesitas tener miles de referencias de productos muy distintos porque atiendes a un consumidor compulsivo y antojadizo. De aquí que los responsables de Blok se presenten como un supermercado que como una dark store. El surtido lo adquieren a los fabricantes o proveedores. En Gopuff , por ejemplo, almacenan cerca de 3000 productos.
Un almacén gigantesco bien ubicado. Lo primero es consecuencia obvia de tener miles de referencias y lo segundo obedece a la inmediatez del reparto. Estos establecimientos cerrados al público suelen emplazarse en los puntos neurálgicos de las ciudades para agilizar la entrega. A veces, se alían también con otros almacenes más pequeños que algunos denominan elegantemente ‘hubs urbanos’ aunque los haya que operan desde un parking de coches. La mayoría, no obstante, son tiendas reconvertidas al dar store. GoPuff, por ejemplo, cuenta con más de 250 centros logísticos repartidos en toda la geografía americana. La intención es estar cada vez más cerca del cliente.
El control del inventario. Fundamental tener controlado el stock para abastecer la microdemanda, tenerlo todo etiquetado, categorizado y con las tarifas a los clientes registradas y tener acceso a todo ello en tiempo real. Se tata de ganar tiempo al tiempo y no es cuestión de pasar productos por la banda magnética.
Tecnología potente. Tanto el software como las apps son herramientas fundamentales en este tipo de negocios. A estas tecnologías se las llama speedy delivery en el mundo del e-grocery (compra de comestibles). “Eso nos permite organizar el súper de una manera muy ágil para el picking (la recogida de los productos), que hacemos en un minuto y medio, gracias a un carrito con una tablet que tiene un software que te dice lo que tienes que recoger”, explicaba uno de los fundadores de Blok en otro medio de comunicación.
Así es como las personas que trabajan en el almacén recogen y empaquetan en cuestión de 2 minutos. Les quedan 8 para llegar al cliente.
Miles de empleados, aunque algunos imaginen que estas dark store son unos colmados oscuros a modo de antiguo taller asiático, lo cierto es que las grandes del sector tienen contratas a miles de personas.
Una red amplia y diversa de partners que se responsabilizan de la entrega para llevar los productos a las puertas de los consumidores.
Un reparto hiperlocal La clave de nuestro crecimiento es nuestro modelo integrado verticalmente y nuestro sistema de cumplimiento hiperlocal. Aquí hay una mirada más profunda a lo que hace que este modelo sea tan poderoso