Florentino Pérez fue proclamado presidente del Real Madrid hace un par de años. No le hizo falta imponerse en una votación, puesto que fue el único candidato que concurrió a las elecciones convocadas. Días después, quizá envalentonado por la victoria, el presidente de ACS presentaba su proyecto de Superliga.
Sin embargo, en los meses previos al proceso electoral aparecieron rumores acerca de una posible candidatura encabezada por Enrique Riquelme, un joven empresario alicantino.
Pese a que los requisitos para poder optar a la presidencia del Real Madrid fueron endurecidos por Florentino Pérez en 2012, Riquelme estaba en disposición de presentarse.
Por un lado, se exige que los candidatos presenten un preaval bancario del 15% del presupuesto del club. Por ejemplo, este año se necesitaría avalar unos 115 millones, ya que cuenta con un presupuesto de casi 770 millones de euros para la temporada 2022/2023, según informaba el propio Real Madrid. La segunda exigencia es llevar al menos 20 años ininterrumpidos como socio del club. Aunque sólo tenía 32 años en aquel momento, Riquelme cumplía los dos requisitos.
El madridismo le viene de familia, ya que su padre formó parte de la directiva de Ramón Calderón, antecesor de Florentino Pérez en el palco del Real Madrid.
Sin embargo, este emprendedor apenas es conocido en nuestro país. Pero esto se explica porque prácticamente toda su trayectoria profesional se ha desarrollado en Iberoamérica.
Riquelme nació en el seno de una familia con intereses en el negocio inmobiliario y de las canteras, tal y como relata El País. Su carrera comenzó gracias a un préstamo de 115.000 euros obtenido con la garantía de un piso en propiedad.
En 2009, se fue a Brasil con este dinero en el bolsillo, consciente de las posibilidades que se abrían en un país necesitado de nuevas infraestructuras para el Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016. Hasta que conoció a Lenin Sucre, un constructor y banquero panameño que le convenció acerca de las oportunidades del sector de la construcción en Panamá.
Su primer negocio en el país centroamericano fue Panamá Grupo El Sol, fundado en 2010. Esta empresa se convirtió en uno de los mayores proveedores de arena para las obras de ampliación del Canal de Panamá, como explica en su perfil de LinkedIn.
Pero Riquelme dio un giro a su actividad. Dos años más tarde, impulsó el desarrollo de una planta fotovoltaica de 56 MW en Guatemala, la más importante en Latinoamérica en aquella época.
Éste fue el punto de arranque de Cox Energy, la empresa con la que ha llegado a lo más alto. La compañía, creada en 2014, cuenta con tres áreas de actividad: generación de energía, comercialización de electricidad 100% renovable y operación y mantenimiento de plantas.
Actualmente cuenta con más de 40 proyectos en México, Guatemala, Panamá, Chile, Colombia, República Dominicana, Puerto Rico, además de una veintena de proyectos en España. En total tiene una cartera de más de 4.7 GWp, según indica en su web.
Asimismo, la empresa se ha impuesto recientemente en la puja para hacerse con las unidades productivas de Abengoa, tal y como recogía La Información. Cabe recordar que el pasado mes de marzo formalizó una oferta de compra por 564 millones de euros, según informaba El País.
Además, Cox Energy es uno de los accionistas de Ibox Energy, junto al grupo Nexwell. Esta empresa está enfocada en el desarrollo y puesta en marcha de parques solares en España y en otros países de la UE.
Al margen del plano profesional, Riquelme también destaca por aspectos vinculados al ámbito personal. Por un lado, preside la sede centroamericana de la Fundación Scholas, creada por el Papa Francisco cuando aún era arzobispo en Argentina, según Vanity Fair.
Además, el empresario acostumbra a veranear en Marbella, donde se rodea de amigos como el actor Antonio Banderas. También es amigo de Sandra García-Sanjuán y su marido Ignacio Maluquer, fundadores del Festival Starlite, al que suele acudir. Y también se relaciona con otras celebridades, como la actriz Paula Echeverría o el futbolista Leo Messi.