Se jacta de haber intervenido en la firma de 1.000 contrataciones por cada 1 despido, esto es 200 despidos frente a las 200.000 contrataciones que efectuó como responsable de Recursos Humanos en empresas de la talla de Hewlett Packard, Banco Santander e Inditex. Llegado este punto, entendió que su proyecto estaba acabado y que había llegado el momento de dar el salto del mundo corporativo, al emprendimiento personal y ser su propio jefe. En un periodo de reflexión trató de estampar en su libro, “La empresa sensual”, los conocimientos adquiridos al lado de los grandes exponentes empresariales que le tocaron en suerte. El libro, traducido a 9 idiomas y distribuido en 25 países, será reeditado de nuevo por el grupo Planeta. Desde su aparición, no para de impartir conferencias por todo el mundo.
EMPRENDEDORES: ¿Qué es una empresa sensual?
JESÚS VEGA: Una empresa que enamora a todos
EMP.: Suena bien, pero ¿cómo se hace?
J.V.: Poniendo a las personas en el centro de la organización, tanto a los empleados, como a los clientes, a los proveedores. Sólo cuando se tiene en cuenta el factor humano se crean vínculos emocionales y se consiguen personas que comparten y apoyan tu sueño. Sé que está de moda hablar de todo esto, pero muchas empresas se quedan en el papel, como si fuese un folleto de cosmética, pero siguen sin llevarlo a cabo. Se limitan a dar órdenes y a confiar en que se cumplan, pero no piensan con el corazón ni miran a los ojos a las personas que les rodean para saber si están contentos o no.
La otra clave es algo tan básico como el respeto. El secreto también es sencillo: saber escuchar. Creo que la falta de comunicación es un grave error de las organizaciones porque, además de deshumanizarse, pierden mucha información de utilidad, tanto de dentro como de fuera.
EMP.: Bueno, Amancio Ortega tampoco parece un gran comunicador y, sin embargo, tiene una empresa sensual
J.V: Que Amancio Ortega no conceda entrevistas, no significa que no sea buen comunicador. Es una persona profundamente respetuosa, el último que interviene en las reuniones, después de haber escuchado a todos. Es un hombre que comunica muy bien hacia adentro de la empresa, un gran líder.
EMP.: ¿Algún otro ejemplo?
J.V: Bueno, también Google, como empresa, ha sido revolucionaria en muchas cosas. Esa política del 20% del tiempo que cede a los empleados para ejecutar en el puesto de trabajo sus propios desarrollos, la creación de entornos divertidos y flexibles a los que hasta puedes llevar el perro al trabajo, todo ello denota un esfuerzo importante por estimular a los trabajadores. De cara a los clientes podemos recordar que fue el primer buscador en dar un servicio gratuito sin saber todavía cómo iban a monetizar y la continua actualización de las funcionalidades.
EMP.: ¿Se nota deseo de cambio estructural en las empresas?
J.V: Si, sobre todo en las pymes y en las startups. Lo que pasa es que es un proceso lento. Muchas de las antiguas se configuraron a modo de ejércitos, con una jefatura férrea, muy burocráticas, machistas, poco abiertas a las iniciativas de los empleados…esas estructuras están llamadas a desaparecer, tengan o no voluntad de cambio, porque en un entorno cambiante y un mercado que se mueve cada vez más deprisa se requieren respuestas ágiles y creativas, si no quieres que te adelanten por la derecha. Hay empresas a las que les cuesta reaccionar más, porque son como trasatlánticos, pero también éstas han empezado a aligerar estructuras.
EMP.: ¿Y qué provoca que empresas sensuales se den un batacazo y caigan de repente?
J.V: La soberbia. Es lo que le pasó a Nokia, que llegó a tener el 70% de la cuota de mercado de la telefonía móvil y hoy ya nadie se acuerda de ella, o lo que le ha sucedido a Samsumg, incapaz de reconocer un fallo de fabricación a tiempo. Te aferras a que eres el mejor y pierdes la capacidad de reacción.
EMP.: ¿Y usted que habla del liderazgo, cómo cree que será el jefe del futuro?
J.V: Pues, para empezar, serán menos. La nueva sociedad demanda menos jefes, pero más líderes. Hay una corriente alcista a trabajar de forma autónoma, a emprender tu propio proyecto, bien por propia iniciativa, bien empujado por las circunstancias, por lo que buscarán inspiración y motivación en otros que ya lo han conseguido.