Dejar un puesto en una empresa nunca es una decisión fácil. En la mayoría de las ocasiones, se debe a una mejora en las condiciones o las perspectivas de crecimiento profesional, algo que puede convertirse en una aspiración incumplida, y que desemboque en la necesidad de regresar al puesto abandonado.
En muchos casos puede ser tarde, aunque no hay nada irreversible del todo. La pandemia y los cambios en el mercado laboral han propiciado que estas situaciones se den más a menudo de lo que parece, llegando a formar un nuevo grupo de trabajadores. Se trata de los “empleados boomerang”, o aquellos que se arrepienten al poco tiempo de haber dejado una empresa.
Sin embargo, lo primero que este nuevo grupo de trabajadores debe aceptar es que regresar a su antiguo puesto no siempre es posible. Puede que la empresa ya haya cubierto la vacante con otro profesional, o se haya dado cuenta de que puede prescindir de esa plaza sin que su productividad se vea demasiado mermada.
Consejos para regresar a una empresa después de dimitir
Aprovechar los contactos
En ocasiones, los propios excompañeros pueden jugar un papel clave a la hora de regresar a una empresa. Por un lado, pueden ser una fuente de información fundamental para saber cuál es la situación de la compañía y del puesto que antes ocupabas. Por otro, podrían recomendarte al departamento de Recursos Humanos argumentando que ya conocen tu forma de trabajar.
Las condiciones podrían cambiar
Antes de pedir a tu antigua empresa que te readmita dentro de su plantilla, es necesario que estés dispuesto a negociar y que entiendas que las condiciones laborales podrían ser diferentes a las que tenías antes. Al renunciar, el trabajador pierde su antigüedad, pero también otras condiciones como el salario o los beneficios sociales de los que antes disfrutaba.
¿Estás seguro de querer volver?
En ocasiones, una mala experiencia en tu puesto de destino puede generarte el impulso de querer volver a tu anterior empresa. En este contexto, es recomendable pararse a pensar cuáles fueron las motivaciones para cambiar de trabajo, y si sería posible estar un tiempo sin trabajar para volver a encontrar un puesto que mejore las perspectivas del primer empleo. Y, si tienes una buena idea de negocio, es el momento perfecto para capitalizar el paro y montar tu propia empresa…
Aceptar una oferta que rechazaste anteriormente
También puede darse el caso de que decidas aceptar una oferta de trabajo en una empresa que rechazaste anteriormente. En esta situación, debes dar a conocer cuáles fueron los motivos de la primera negativa, y por qué no se han cumplido. En ocasiones, la empresa seguirá buscando un trabajador para cubrir la vacante, y podrías ser el candidato perfecto…

Job Hopping: Cambiar de trabajo cada dos años se ha convertido en tendencia
Este tipo de situaciones suceden con más frecuencia en los últimos meses, debido a la incertidumbre de la economía y del mercado de trabajo en particular. En este contexto, los nativos digitales optan por el job hopping como fórmula para progresar en sus carreras, cambiando de compañía cada uno o dos años.
La traducción literal del job hopping sería algo así como “salto de trabajo”. Esta tendencia responde, según los expertos, a dos motivos fundamentales. Por un lado, la ausencia de posibilidades de promoción interna en la empresa; y, por otro, la necesidad de nuevos estímulos en la vida laboral de los trabajadores más jóvenes, criados y educados bajo un paradigma diferente al de las generaciones anteriores.
Según un informe sobre el job hopping, el 75% de los trabajadores de entre 18 y 34 años consideran las nuevas experiencias y las mejoras salariales como aspectos fundamentales para progresar en una empresa. “Han modificado su escala de valores, ahora influida por la inmediatez en la recompensa y la falta de perspectiva de carrera a largo plazo”, explican los expertos en recursos humanos.