Conseguir involucrar a los nuevos empleados en un proyecto desde su incorporación es un proceso difícil y costoso. Sin embargo, trabajar en este sentido puede ser crucial a la hora de gestionar un equipo y puede ahorrar muchos costes a la compañía. Aunque gran parte de esta motivación debe tener como origen el propio empleado. Según un estudio de Gallup, los empleados más desconectados de su trabajo suponen a las empresas unos 500.000 millones de dólares al año en el mundo.
Además de eliminar las pérdidas, mantener a los empleados motivados e involucrados con la cultura de la compañía puede sumar mucho en los resultados de final de año. «Las organizaciones con altos niveles de compromiso producen beneficios más allá de la felicidad de sus empleados: el valor de las acciones tiene mayores ganancias por acción, y las empresas experimentan un 22% más de rentabilidad, un 21% más de productividad, Un 10% más de participación del cliente, de un 25 a un 65% menos de rotación y un 37% menos de absentismo», explica el mismo estudio.
Así, las primeras impresiones de los nuevos empleados en la empresa son cruciales en su motivación y desarrollo durante las siguientes etapas. En este sentido, darles la libertad para poder expresarse y construirse como trabajadores en un nuevo entorno es uno de los factores fundamentales para que puedan sentirse cómodos y rendir más desde el primer minuto.
Técnicas para involucrar a los nuevos empleados en un proyecto
Desarrollar su marca personal. Aunque suene raro, los expertos comienzan recomendando ayudar a los nuevos empleados a desarrollar su propia marca personal. En este sentido, los trabajadores que logran hacerlo suelen tener más facilidades para integrar su propia identidad en la de una compañía, consiguiendo mejores resultados y una lealtad y motivación más interesante.
Además, los empleados que han dedicado un tiempo a desarrollar su propia marca personal suelen iniciar sus relaciones con un grupo de una forma más sólida y positiva. Este aspecto es clave para un nuevo trabajador, ya que conocerá a mucha gente en un corto periodo de tiempo, para lo que necesita confianza y seguridad en sí mismo.
Crear su identidad digital. En el mismo tercio, ayudar a los nuevos empleados a desarrollar su identidad digital puede ser una buena idea a la hora de ayudar a su integración en el equipo. “La gente buscará en Google a sus nuevos colegas para aprender sobre ellos, probablemente antes de conocerlos”, comenta el experto en marca personal William Arruda en un artículo.
Convertirles en embajadores de la compañía. Una vez se ha avanzado en la consolidación de su marca persona, es el momento de transformar esa motivación para el beneficio de la compañía. En este sentido, Arruda propone que los empleados con más sentimiento de arraigo con la marca apoyen los objetivos de comunicación de la empresa, compartiendo el contenido más relevante. De esta forma, ayudan a mejorar la credibilidad de la marca mientras los trabajadores profundizan en su relación con la compañía.