Está por ver cómo queda definitivamente la reforma para los trabajadores del Régimen Especial de los Autónomos (RETA) que contempla cambios de la cotización en función de los ingresos ‘reales’ percibidos. En principio, parece que los autónomos cuyos ingresos anuales superen los 25.000 euros netos se verán obligados a aumentar la base de cotización. Una medida que, en su momento, compartieron todas las asociaciones que representan al colectivo de los autónomos, pero de la que ahora se desmarca ATA por considerarla apresurada y poco conveniente en el momento presente. El parecer de ATA es que, aunque un sistema de cotización proporcional a los ingresos debería buscar la equidad, en el momento actual podría producir el efecto contrario: mayor desigualdad y precariedad.
Según los cálculos del Ministerio de José Luis Escrivá, responsable de la Seguridad Social, serían unos 700.000 autónomos los que se verían afectados por la subida. Por el contrario, los que no lleguen al Salario Mínimo Interprofesional (actualmente establecido en 950 euros al mes que, en 14 pagas, equivale a 13.300 euros anuales) verán rebajada su aportación, lo que beneficiaría a más de un millón de autónomos. Claro que, entre los que facturan 25.000 euros netos al año y los que se quedan en los 13.300 euros del SMI hay una amplia horquilla en la que se mueven muchos autónomos y cuya situación está todavía por aclarar.
Asimismo, lo que planteó Escrivá en su último encuentro con las asociaciones de autónomos fue «un sistema flexible, que se pueda modificar a lo largo del año y que se regularice un año después, incluso con la posibilidad de que se devuelva el exceso de cotizaciones pagado por el trabajador». Para estimular la reforma, el Ministerio se ampara en la recomendación cuarta del Pacto de Toledo.
¿Una subida encubierta?
Dejando de lado la valoración de los autónomos y del Ministerio ¿cuál es la opinión de los expertos sobre este asunto? Juan Carlos Higueras, analista económico y profesor en EAE Business School, sospecha que ese pago de las cuotas en función de los ingresos reales, más que procurar una equidad, obedece a una subida encubierta de impuestos de la que serán más los autónomos que salgan perjudicados que los que se beneficien. «Más del 85% de los autónomos cotiza sobre la base mínima, así que una posible legislación en torno a una cotización basada en los ingresos reales afectaría a 3 de cada 4 autónomos, que verían incrementar su cuota de forma muy sustancial, contribuyendo así a mejorar las mermadas arcas públicas, al menos en teoría», sostiene.
Hasta ahora, los trabajadores autónomos eran libres de acogerse a la base de cotización que les interesara, partiendo de un mínimo de 944,40 euros al mes, que implica el pago de una cuota mensual a la Seguridad Social de 283 euros. A esta opción es a la que se acogen, supuestamente, el 85% de los trabajadores autónomos. “Si es así por algo será”, señala Higueras quien añade: «El argumento que indica que, aumentando la cotización, el autónomo tendrá acceso a mayores prestaciones y a una mayor pensión es, a todas luces, paternalista, pues estos trabajadores son suficientemente capaces para tomar sus propias decisiones. De hecho, si la gran mayoría cotiza libremente por la base mínima es porque no valora esas prestaciones y porque busca en el sector privado alternativas complementarias a su pensión pública».
¿Qué debemos entender por ingresos reales?
Otra pregunta que se formula Higueras es ¿qué debe entenderse por ingresos reales? «la facturación, lo que verdaderamente se cobra cada mes, los beneficios netos…» En definitiva, cuál va a ser el criterio y qué ingresos se van a tener de referencia para calcular esos ‘ingresos reales’, «porque si la estimación se hace en base a los meses del año pasado, parece claro que nada tiene que ver lo que se facturó en 2019 con lo que se está facturando en 2020 con el Covid por medio y un descenso brutal de la actividad económica”.
¿De qué tipo de autónomos estamos hablando?
Lo otro que también habría que perfilar en opinión de Higueras es de qué tipo de autónomos estamos hablando porque los hay con muchos perfiles. «En España los autónomos son un colectivo muy heterogéneo que suma un total de 3,25 millones de trabajadores de los cuales, cerca de 2 millones, son personas físicas y el resto son autónomos societarios, familiares colaboradores, religiosos y otros asociados a colegios profesionales. Sin embargo, frente a esa diversidad hay un aspecto que genera consenso entre estos trabajadores: la cotización sobre la base mínima. Para algunas asociaciones, ello genera distorsiones en términos de equidad y justicia social; para otras, se trata de lo correcto porque es el autónomo quien libremente decide su contribución y asume las consecuencias en términos de prestaciones de modo que, aumentar la cuota de forma coercitiva supone una manera encubierta de subir los impuestos”.
¿Y si en lugar de beneficios, lo que tengo son pérdidas?
“¿Y si en lugar de beneficios, lo que tengo son pérdidas y no alcanzo ni los 12.000 euros de facturación al año, me van a reducir la cuota a cero o solo se va a aplicar la graduación al alza?” Es otra de las incógnitas que abre Higueras quien se cuestiona, también, cómo se va a plantear la gestión del cambio de las bases en función de los ingresos teniendo en cuenta que éstos, en el caso de muchos autónomos, son tan irregulares que varían cada mes.
La tendencia es a una subida generalizada de impuestos a los autónomos
Ante tanta incertidumbre, la conclusión a la que llega Juan Carlos Higueras es que se trata de una subida encubierta de impuestos, similar a la que se quieren aplicar con el IVA del cero al 21% en áreas como la Sanidad y la Formación privadas.
«Si todo esto sólo consiste en aumentar la recaudación sin un incremento proporcional en las prestaciones y en la estabilidad del autónomo, estaremos buscando agua en el desierto y sólo se conseguirá una mayor destrucción de nuestro tejido empresarial, aumentando el volumen de economía sumergida. Si el autónomo no queda plenamente convencido y concienciado de la utilidad de aumentar su cuota será una medida estéril», concluye el analista.