Fue Carlos Ortet, el CEO de la agencia creativa Zoopa, quien advirtió al ex baloncestista Sergi Grimau de que el 30% del talento radica en el qué mientras que el resto depende del cómo. Eso es lo que marca la diferencia. Y él tuvo que reflexionar mucho hasta identificar que su verdadera pasión eran las personas y su principal talento, el que le distingue de los demás, la capacidad para conectar con ellas. Ahora dice que su filosofía de vida es “dejar huella en todo aquello que hago y en todos aquellos con los que interactúo”, afirma, valiéndose para ello de una fórmula milenaria: ser él mismo. A ello agrega “ponerte al servicio de los demás, ser amable y sonreír y rodearte de gente buena que sea buena gente”.
Bajo el paraguas de #Dejandohuella, donde confluyen la marca comercial con la personal, Sergi Grimau se dedica ahora a pronunciar conferencias motivacionales, impartir talleres de formación para empresas y grupos de personas que quieren aprender a comunicar y a ejercer como ‘brand embassador’, porque además de impactar con sus propias ideas, a Sergi Gramau también se le da bien comunicar las ideas y proyectos de otros. El truco, dice, es comunicar de manera “más afectiva para ser más efectivos y conseguir los objetivos”.
Entre sus fortalezas personales reconoce espontaneidad, generosidad y ser un “tipo divertido, que puede parecer una tontería, pero con la que está cayendo es algo que muchos agradecen”. En la parte de los defectos destaca la desorganización y querer abarcar demasiadas cosas, algo que a veces le lleva a la dispersión. Sin embargo, el factor que se repetía en todas las actividades que ha desarrollado, primero como baloncestista y después como vendedor y ejecutivo para distintas multinacionales y como emprendedor, ha sido su predisposición innata para comunicar y un liderazgo natural para absorber y trasladar el mensaje de otros a terceros.
Sin renunciar a esa facultad, decidió Sergi Grimau poner esa predisposición innata para comunicar y todos los conocimientos que ha ido adquiriendo a lo largo de su trayectoria profesional a su propio servicio en lugar de ponerlos a disposición de terceros. Eso es lo que hace con Dejando Huella, como orador motivacional donde, de forma “100% natural” conecta con las personas hablando del éxito con autoridad «porque conozco muy bien el fracaso» y en las que insiste en el poder de la palabra para vencer seduciendo. Valga esto para cualquier vendedor, emprendedor o persona porque, en su opinión, “todos tenemos nuestra marca personal/corporativa”.
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