EL AJUSTE FISCAL VA A BUEN RITMO
En contra de lo que vaticinaban la mayoría de los economistas, lo cierto es que, según apunta Ángel Laborda, de FUNCAS, “el Gobierno sí está obteniendo resultados positivos en su programa de ajuste fiscal, que está funcionando relativamente bien; con la salvedad de las comunidades autónomas, que lo tienen más difícil”.
LOS INGRESOS FISCALES CRECEN
Esto es algo de lo que también dudaba la mayoría de los economistas. En el primer semestre de este año, los ingresos fiscales sumaron, según Hacienda, 76.348 millones de euros, una cifra que, si bien lejos de los 87.249 millones de 2007 (ejercicio récord), son un 4,4% más que los 73.131 millones del año pasado.
EL TURISMO CRECE
El fuerte incremento del turismo extranjero en España, con ritmos muy superiores a los habituales incluso antes de la crisis, a lo largo de la década de 2000, ha sido otra buena noticia. El problema, según los expertos, que no se confían totalmente en la sostenibilidad de esta tendencia, es que ello se debería –como bien se sabe– a los problemas sociopolíticos que están viviendo los países de la ribera sur del Mediterráneo.
LAS EXPORTACIONES TAMBIÉN
Otra sorpresa ha sido el incremento de las exportaciones (22% hasta mayo), a ritmos superiores a otros países de la UE. Eso se debe, en gran medida, a la recuperación en el norte de Europa y al fuerte crecimiento en los países emergentes (Asia y Latinoamérica crecerán 8,4% y 4,0% según el FMI), que tiran de nuestras ventas, y también a la competitividad y a la apuesta de las empresas por el exterior.
LA COMPETITIVIDAD EMPIEZA A MEJORAR
De todos modos, los expertos reconocen que le hubiera sido difícil a nuestras empresas mejorar sus posiciones en el exterior, de no ser porque han aprovechado los tres o cuatro años de crisis para mejorar su competitividad a través de la reducción de apalancamiento, recortes de plantillas y congelaciones salariales. “Los aumentos de sueldos –asegura Laborda, de FUNCAS– se han estado moderando estos años, con subidas del 1%, lo que ha permitido recortar los costes por unidad producida”. Esa búsqueda desesperada de la competitividad por parte de las empresas está frenando la creación de empleo.