Es, sin duda, uno de los sectores con un comportamiento estrella en vísperas de una crisis. Tanto que las empresas del sector, no solo Cofidis sino todos los enanitos que le han aparecido en los últimos años (MegCredito, BFG Finance, TodoCrédito y demás empresas) disfrutan de su mejor ciclo. “Las peticiones de crédito han aumentado exponencialmente en los últimos meses”, informan en una de las principales empresas del sector, “lo que permite seguir creciendo a buen ritmo, pese a que buena parte de esas peticiones son descartadas por cuestiones de riesgo”. Tal es así que, asegura la misma fuente, “las previsiones son de un enorme incremento de negocio a lo largo del 2008”. Previsiones que están basadas en el fuerte incremento registrado entre enero y marzo. El sector está funcionando tan bien que las propias reunificadoras de deuda –muchas de ellas con grandes redes de franquicia– han entrado en el negocio del crédito rápido para compensar la caída en el área de refinanciación de hipotecas.
La paradoja de las reunificadoras de crédito
Es una pena. Las reunificadoras de deuda tenían todas las cartas para poder prosperar en momentos de recesión, pero las dificultades y el aumento del paro han disparado la demanda de refinanciación. El problema es que los demandantes, dispuestos a firmar el contrato que se les ponga por delante, generan cada vez menos confianza a las entidades bancarias. “El crecimiento de las demandas de reunificación y refinanciación de deudas está batiendo verdaderos récords. En abril ha habido 18.000 llamadas”, afirma Ángel Bouzas, consejero delegado de Freedom Finance. El problema, apunta Sergio Solís, consejero delegado de Capital Credit, otra de las grandes del sector, “es que los bancos, cortos de liquidez y sin ganas de correr riesgos, echan para atrás la mayor parte de estas peticiones”.
Prudencia más que justificada ya que, según apunta Bouzas, “el ratio de personas que llaman a nuestra empresa, con impagos, ha pasado del 10% el año pasado, al 30% en la actualidad”. ¿Consecuencia? La enorme veta de negocio propiciada por la crisis no se traducirá en mayor facturación. “Lo más que conseguiremos este año –apunta Bouzas– es repetir la cifra de facturación y ebitda del año pasado, cuatro millones de euros. No habrá crecimiento”. Más negro aún lo ve Solis, de Capital Credit, que reducirá incluso el crecimiento de sus ventas. “Pese a la fuerte demanda, nos quedaremos lejos del incremento de facturación del 29% del 2007. El 2008 no superaremos el 5% de aumento”. Y esto en un contexto en que la intermediación hipotecaria ha generado cerca del 90% del volumen de negocio, incluyendo tanto préstamos como reunificación de créditos.