El sector tecnológico se está acelerando en los últimos años. Cuando hablamos de unicornios nos referimos a las startups que alcanzan una valoración por encima de 1.000 millones de dólares en algún momento de su proceso de financiación. Cuando se acuñó el término, adquiría todo su sentido al contemplar el carácter mitológico de dicho animal. Sin embargo, las empresas milmillonarias son ya una realidad tangible, pues hay más de 150 compañías que pueden recibir este calificativo.
Según el informe de Kauffman Fellows The EUnicorn Economy: opportunities for Spain, elaborado por Liz Fleming, vicepresidenta internacionalde Spain Startup, 128 unicornios tienen su origen en Estados Unidos, frente a los 34 europeos. Ninguno es español. ¿Por qué? El motivo principal es la falta de madurez del sector. “Los fondos de venture capital de Españano llegan ni a los 10 años de antigüedad. Hasta ahora, no había capital. Estamos concluyendo el primer ciclo”, declara Fleming.
Pere Vallès,director ejecutivo de Scytl, insiste en que “el ecosistema actual se ha creado hace poco tiempo. Hay muchas empresas, pero todavía tiene que haber suficiente calidad. Y son compañías muy jóvenes, pero seguro que llegará el primer unicornio”.
Miguel Arias, director de Operaciones de Carto, hace hincapié en que “para rechazar una oferta de compra de una startup por 100 o 200 millones hay que tener mucha madurez en el ciclo emprendedor”. Explica que “los early exits (ventas tempranas) son la norma porque hay un momento de optimización que llega antes de convertirse en unicornios”, haciendo que la venta sea una opción seductora al ponderar los riesgos y beneficios potenciales.
“Para crear unicornios hay que tener la vida resuelta financieramente, estar un poco loco y tener una gran oportunidad de mercado. Aún nos falta gente así y un poco más de disrupción tecnológica”, añade Arias, para quien “es difícil que un copy cat (quien copia algo) sea un unicornio. Hay varios ciclos de maduración y estamos finalizando el primero. Ya estamos viendo los primeros exits importantes, por encima de 50, 60 u 80 millones. Ahora viene una segunda hornada de startups, con emprendedores que salen con dinero, contactos internacionales y experiencia que podrán invertir o montar otras empresas. El unicornio llegará, hace falta madurar ciclos”.
Davide Rovera, responsable de EWorks de ESADE, incide en la ventaja que tienen las startups nacidas en Silicon Valley frente a las españolas –y también las europeas– por la dimensión de su mercado natural, tan grande como todo el mercado europeo, pero sin las trabas que existen aquí en cuanto a diferencias legislativas, de idioma, etc. “Eso impacta en las valoraciones de los inversores”, aclara. En cualquier caso, reconoce que “las compañías españolas están madurando, apostando por ser globales desde el principio”.
Cambio de ciclo
Parece evidente que estamos en un punto de inflexión. Uno de los indicadores más claros es la inversión. El citado estudio de Kauffman Fellows señala que la inversión en venture capital ha crecido un 300% en España desde 2013, situándose en 534 millones en 2015. Dos años antes, apenas alcanzaba los 184 millones de euros. “En Estados Unidos, esta cifra podría ser la ronda de financiación de una empresa”, señala Fleming. “España debería estar invirtiendo alrededor de 500 o 600 millones al año para tener un sector tecnológico sólido”, añade.
Además, se están produciendo operaciones que pueden animar a los inversores, como la venta de Privalia a Venteprivee (500 millones), la adquisición de TicketBis por parte de eBay (145 millones), la compra de Trovit por parte Next Co. (80 millones), la venta de La Nevera Roja a Rocket Internet (80 millones) o la adquisición de Milanuncios por parte Schibsted Media Group (50 millones). “Ya hemos visto algún exit interesante. Esto va asentar mucho más el mercado del capital riesgo”, asegura Juan Ignacio García Braschi, director regional de Cabify para España y Portugal.
Rovera insiste en el aprendizaje que aportan estas experiencias. “En Silicon Valley hay muchos emprendedores que han aprendido en empresas de éxito y que después han montando sus proyectos. En España ya empieza a haberlos. Es lo que faltaba hasta ahora”, declara.
Los éxitos también animan a futuros emprendedores. “Cuando surgió Rafa Nadal, todo el mundo quería ser tenista. La aparición de ejemplos de éxito sirven para inspirar y cambiar la mentalidad”, afirma Agus Gómez, CEO de Wallapop. Está convencido de que el sector se está moviendo. “Estamos en un momento inmejorable; en el comienzo de algo. Cuando empezamos en Wallapop, había una hornada de emprendedores de calado, pero las condiciones no eran tan favorables como ahora”, comenta.
Falta serie B
La savia de la financiación cada vez fluye con mayor abundancia, llegando esencialmente en forma de capital semilla. Pero el mercado aún es joven y no tiene la robustez necesaria para sustentar retos mayores. “En series A y capital semilla, estamos mejor que nunca. Pero en series B, todavía nos falta. Y no hay series C”, reconoce Arias. “Nunca fue tan fácil como ahora conseguir el capital de la fase inicial. Donde falta es en las siguientes fases”, coincide Vallès.
Las startups se ven obligadas a extender sus raíces fuera de España para consolidar su crecimiento. “Para jugar fuerte hay que buscar en el mercado internacional. Sobre todo en Reino Unido y Estados Unidos”, declara Gómez. Según explica el COO de Carto, la situación se complica al tratar de captar más de cinco millones. No obstante, advierte que “si se consigue levantar una serie A en España, se puede plantear una serie B internacional, yendo a Londres o Berlín, donde hay más dinero y fondos que invierten en empresas españolas porque creen que somos emprendedores y que hay buena tecnología”.
No en vano, el director ejecutivo de Scytl explica que “en los países donde hay grandes fondos de inversión para fases más avanzadas, como Estados Unidos y Reino Unido, tienen mucha liquidez. Y en esos países tampoco hay tantas empresas para invertir, así que las valoraciones están muy disparadas. Por eso, cada vez miran más fuera de los ecosistemas tradicionales de Silicon Valley o Londres”.
García Braschi reconoce que “estamos viendo una serie de proyectos que han excedido la dimensión del mercado español”, pero considera que “si hay suficientes operaciones de ese tamaño, aparecerán en nuestro país fondos de capital riesgo interesados”.
Radiografía del unicornio español
El primer unicornio español se resiste a aparecer, pero es probable que veamos pronto algún ejemplar pastando en nuestras praderas. En este reportaje citamos a Carto, Scytl, Cabify o Wallapop, pero hay otros candidatos, como AlienVault (con una valoración superior a los 100 millones de dólares) y Kantox (ha firmado una serie B de 11 millones de dólares en 2015). Otras empresas que levantaron sustanciosas inversiones en 2015 fueron la plataforma de pagos internacionales Peertransfer (37 millones de dólares) o el proveedor de encuestas y formularios online Typeform (15 millones de dólares). Pese a ser compañías muy distintas, tienen rasgos comunes.
Rasgos comunes
Globales desde la cuna.Se trata de empresas que se han planteado desde su origen abordar un mercado global, trascendiendo las fronteras del mercado nacional.
Rapidez de expansión. Basan buena parte de su estrategia en un despliegue rápido, con el fin de conquistar el territorio antes que la competencia.
Disrupción para cambiar el mundo. Están convencidas deque lo que ofrecen puede cambiarel mundo. Así, son compañías queaportan más valor que su competencia
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