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Emprendedores ‘cum laude’

En primera línea de la industria aeroespacial Como explica Diego Fernández, director general y fundador de Arquimea Ingeniería, la actividad de esta empresa es “la investigación y desa-rrollo de sensores, ...

20/02/2009  Redacción EmprendedoresCrea tu empresa

En primera línea de la industria aeroespacial

Como explica Diego Fernández, director general y fundador de Arquimea Ingeniería, la actividad de esta empresa es “la investigación y desa-rrollo de sensores, actuadores y microsistemas, es decir, componentes electrónicos como los que hay prácticamente en cualquier dispositivo o máquina, desde una avión a un ordenador, pasando por un móvil o una prótesis en el corazón. Eso significa que la aplicación de nuestras tecnologías es muy variada y, por tanto, también lo es nuestra clientela”. La compañía tiene su origen en 2005, cuando Fernández aún era estudiante de doctorado de la Universidad Carlos III. “Fundé la sociedad simplemente para poner a su nombre la patente de un sensor de explosivos, pero no di el salto al mundo empresarial hasta abril de 2007. Empecé a ver que, aparte de esa patente, podría aprovechar la capacidad para desarrollar sensores y actuadores”, señala el fundador. Hoy, en la compañía trabajan 21 personas (el 40% son doctores e ingenieros), una plantilla conformada por personas procedentes de hasta nueve países. Arquimea participa en la industria aeroespacial (ha firmado un contrato con el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) para desarrollar sensores para una misión a Marte en la que colabora España), en defensa (recientemente ha constituido Expace, una joint venture con el fabricante de armamento Maxam), en automoción, transporte marítimo, entre otros. Junto a los desarrollos para otros clientes, Arquimea tiene líneas propias de investigación en las que colabora con centros de investigación. “Tenemos dos proyectos con la Universidad Carlos III, sobre nanomateriales y detectores de explosivos; y otro con el Hospital Severo Ochoa de Leganés, en el que investigamos unos implantes basados en nuestra tecnología de actuadores.

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‘Spin off’ nacida en la Politécnica de Valencia

Javier Martí, presidente y fundador de Das Photonics, explica que en su empresa “desarrollamos productos basados en tecnología fotónica propietaria, es decir, sistemas creados por nosotros mismos, dirigidos a sectores de defensa y seguridad y aeroespacial”. El lanzamiento se produce en 2006, como spin off del Centro de Tecnología Nanofotónica (NTC) de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV). Cabe señalar que esta empresa “es la primera spin off de la UPV y la primera empresa en la que la Universidad participa en su accionariado”. Los preliminares Pero para llegar hasta aquí hubo de dar una serie de pasos. “La concepción de la empresa (visión, modelo de negocio, análisis de mercados, etc.) se llevó a cabo en un periodo previo de unos tres años y, en 2006, en una primera ronda de ampliación de capital, se incorporaron al accionariado tres socios de referencia: La Caixa, Fermax y Principia Technology. Más capital En julio de 2008 se ha realizado una segunda ronda de ampliación de capital, en la que se han sumado otros socios, como Prosolia y Serviteck. “En la actualidad, contamos con 30 empleados, 25 de ellos ingenieros y doctores”, puntualiza Martí. En cuanto a las ayudas financieras, DAS Photonics accedió al programa Neotec del CDTI (crédito reembolsable) y una ayuda (no reembolsable) concedida por el Instituto de la Pequeña y Mediana Empresa de la Generalitat valenciana.

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De ‘casi empresa’ a negocio consolidado

Especializada en la investigación de compuestos químicos y la prestación de servicios para clientes del sector farmacéutico, biotecnológico y de química fina, Enantia ha presentado 22 solicitudes de patente en sus cinco años de vida. Un traje a la medida Además, en 2007 recibió el premio Pimec a la empresa más competitiva en la categoría de microempresa. Para conseguir estos logros, la compañía tiene un equipo de 35 profesionales, de los que más de la mitad son doctores. La actual Enantia se fundó en 2003 como spin off de Tecnoquiral, un grupo especializado en síntesis asimétrica de la Facultad de Ciencias Química de la Universitat de Barcelona (UB). Como explica Joan Feixas, director financiero y de venta de Enantia, “Tecnoquiral, semilla de Enantia, se incorporó al programa Quasi Empreses, de la Fundació Bosch i Gimpera, de manera que, sin estar formalmente constituida, se planteaba la necesidad de operar con ciertos criterios empresariales: implantación de un sistema calidad, definición de políticas de márketing y comerciales”. La experiencia de Tecnoquiral como casi empresa fue satisfactoria y los profesores decidieron empezar a operar. La mano profesional Dado su desconocimiento del mundo empresarial, los fundadores decidieron sumar al proyecto a una persona con experiencia en el sector (Llorenç Rafecas, actual director general y técnico), quedando los investigadores desvinculados de las operaciones, aunque permaneciendo como asesores científicos. En cuanto a las ayudas económicas, obtuvo la subvención Capital Concepte del Cidem, que supuso una aportación inicial de 100.000 euros.

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El valor de las ayudas

Joven empresa, Innolact, con tan sólo dos años de actividad, nació como spin off del Aula de Productos Lácteos de la Universidad de Santiago de Compostela (USC). En estos momentos, nuestra línea principal es la fabricación de quesos dirigidos al sector industrial y de la hostelería, cuya utilización está en la elaboración industrial de sándwiches y empanadillas, así como en la fabricación de postres, como tartas de queso, tiramisú, flanes, etc.”, explica Jesús Zapico, director gerente de la compañía. La baza regional Y es que la ayuda recibida por parte de distintas instituciones ha resultado esencial para Innolact. La empresa formó parte del programa Empresa-Concepto, impulsado por las Universidades de Vigo, Santiago de Compostela y A Coruña y por el CSIC y financiado por la Xunta de Galicia a través de la Consellería de Innovación e Industria y la Conselllería de Traballo. También contó con ayuda en la investigación de mercado y en la confección del plan de negocio. También Unirisco (sociedad de capital riesgo universitaria creada por la USC) y Xesgalicia (gestora de entidades de capital riesgo gallego) apoyaron a Innolact en el desarrollo del plan de negocio y en la búsqueda de financiación.

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Redacción Emprendedores