Ya no hablamos de pequeños espacios acogedores a los que trabajadores autónomos y freelance llegan huyendo de la soledad (los autónomos se socializan en los coworking). Ahora hablamos de espacios flexibles, como sus contratos, de miles de metros cuadrados capaces de albergar equipos de trabajo de más de 40 empleados, que pagan por el tiempo de estancia y el número de trabajadores a cambio de recibir, más allá que la mera conexión a internet, servicios de formación y entrenamiento empresarial, salas de juntas y acceso a lo que ellos llaman business clubs internacionales.
Uno de ellos lo han abierto frente al Campus Madrid, Spaces Río, le llaman, pero aseguran que el objetivo no es competir ni con el Campus ni con organizaciones similares. Tampoco se habla de amenaza a los tradicionales centros de negocio porque, la suya, es una propuesta diferente. Es la adaptación a la modernidad de la sociedad líquida del mercado inmobiliario, el salto del para toda la vida a lo efímero, a lo volátil. Así, hoy tengo una empresa que crece deprisa y requiere de 50 trabajadores, pero mañana me puede ir todavía mejor o darme un batacazo que me lleve al cierre, o puede que hoy necesite una sala grande porque he organizado un evento, aunque a diario me vale con una silla y un escritorio. ¿Para qué pagar por algo que habitualmente no usas o adquirir un inmueble que sólo añade más problemas al negocio?
Este es el argumento que barajan los promotores de los espacios flexibles ofreciendo a las empresas servicios ad hoc y el pago por uso. El carsharing (coche compartido) trasladado al mercado inmobiliario. En España, siempre un poco a la zaga, no nos percatamos de la tendencia hasta que no desembarcaron la estadounidense Wework, que algunos definieron como “el gigante del coworking” y, Spaces, de origen holandes.
La primera en plantar cara en nuestro país fue la inmobiliaria Colonial que se hizo con la mayoría de la plataforma de coworking Utopic_Us. Su cofundador, Rafa de Ramón, lo confirma aunque no revela cantidades de compra. Gracias a la adquisición, Utopic_Us, con 6 años de recorrido y que ya contaba con 3.500 metros cuadrados de espacio distribuido en tres oficinas en Madrid, podrá proseguir con su expansión por todo el país. Otra de las ventajas es que Utopic_Us ya contaba con su propio programa e infraestructura de formación y una incubadora de empresas, un servicio que incorporan las nuevas, como Wework que recientemente adquirió Flatiron School, una plataforma educativa para empresas tecnológicas y startups, para ser implantada en sus más de 170 oficinas que tiene repartidas por el mundo.
Un futuro más que prometedor
En cuanto al futuro del sector Rafa de Ramón vaticina una eclosión en el mercado nacional para el nuevo año tomando como guía mercados con el londinense donde el 15% del espacio total destinado a oficinas corresponde a espacios flexibles. Valga también el ejemplo de IBM que ha metido una plantilla de 800 personas en uno de los espacios de Wework. En el caso de Madrid, solo es un 1% del total de 15 millones de metros cuadrados destinados a oficinas.
En cuanto a los clientes, los hay de todo tipo y tamaño, con predomino de empresas de base tecnológica, consultoras o despachos de abogados que optan por el espacio compartido, aunque no revuelto.