La fundación que dirige Blanca Narváez Vega de Seoane en España lleva cien años impulsando el emprendimiento desde EEUU. En 2001 llegó a España y desde entonces dan formación a cinco mil chicos españoles que desde los diez años aprenden a transformar sus ideas en una empresa real.
EMPRENDEDORES: Inculcar el espíritu emprendedor desde los diez años. ¿Qué aprenden sus alumnos realmente?
BLANCA NARVÁEZ: Promovemos el emprendimiento como un valor, no solamente como empleo, sino como una forma de generar valor a la sociedad. Hay mucha gente que tiene la idea de emprender para forrarse y nosotros creemos que emprender con éxito es una consecuencia de una propuesta de valor real, honesta y valiosa. Buscamos mucho el pensamiento crítico. Les damos un problema y ellos tienen que buscar una solución. Y en todo ese desarrollo para nosotros es clave que toquen el mercado, porque el papel lo aguanta todo. Queremos que nuestros alumnos tengan la experiencia real. La experiencia es clave porque a estos chicos, una vez que han hecho un proyecto, ya no les puedes decir que no son capaces de cambiar la vida de las personas. Porque lo han experimentado.
EMP: Pongamos algunos ejemplos de los tipos de empresas reales que han montado estos alumnos.
B.N.:Una de unos chicos de 17 años que han creado una app buscando una solución a un problema de una compañera de clase que tiene leucemia y que muchas veces, cuando necesita una transfusión, el hospital no tiene sangre de su tipo. Con esta app los centros hospitalarios y todos los que tengan bancos de sangre pueden decir qué tipo de sangre les hace falta. Ellos han hecho desde el diseño de la aplicación hasta las reuniones con los hospitales para cerrar acuerdos de colaboración. Han tenido un éxito impresionante. Otros que diseñaron un reloj con tinta termosensible que indica, según la incidencia de los rayos uva, la protección necesaria. Y se reunieron con Isdin para que incluyeran el reloj en sus envoltorios con el argumento de que iban a vender más protección solar, porque los clientes van a comprar tres cremas en lugar de una. Se llenaron las farmacias de relojes de este tipo.
EMP: ¿Desde qué edad se les inculca el emprendimiento?
B.N.:De montar empresa realmente, empezamos con 12 años. Luego para ponerlas en el mercado tienen que hacerlo con mayores de edad o arropados por instituciones escolares, APAS o la propia Junior Achievement. La formación funciona muy bien porque se pierde el miedo y se desarrolla la capacidad de ver problemas en término de oportunidades. Intentamos inculcarles, sobre todo, cómo aprovechar un problema para hacer una propuesta de valor, porque donde hay un problema hay una necesidad que debe ser resuelta. Y aprenden lo que es el capital social, el pacto de socios, la oferta y la demanda… Saben lo que es todo eso y lo entienden.
EMP: ¿Y qué es para ellos lo más complicado de todo?
B.N.:De lo que más se quejan cuando montan la empresa de verdad es de falta de financiación. Y del riesgo tan grande que se corre frente a las probabilidades tan pequeñas de éxito, pero son conscientes de lo importante que es la perseverancia y aprenden el valor del esfuerzo, el yo soy capaz, la pasión, la colaboración, etc. que son valores que tienen todos los emprendedores.