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Expatriados que vuelven a España para montar su empresa

Expatriados en busca de trabajo, conocimiento o experiencias que utilizan el emprendimiento para el retorno al país que un día abandonaron. 

24/07/2016  Raúl AlonsoCrea tu empresa

Emigración forzosa, fuga de cerebros, factores de expulsión… llámalo como quieras. Es un hecho, muchos jóvenes –y no tanto– han encontrado en la salida de España la vía más realista para progresar, para mejorar un futuro profesional que en su país sienten paralizado por el desempleo o el empleo en precario. Pero la situación es más compleja. Otros muchos, entre ellos algunos de los más preparados, viven esta experiencia como una oportunidad de contacto con otra realidad empresarial y educativa. Sin embargo, unos y otros comparten el deseo de regresar a España, un anhelo que, en muchos casos, no toma visos de realidad hasta que no se cruza la aventura del emprendimiento.

“Cada experiencia es distinta, pero irse es enriquecedor y, aunque no sea garantía de nada, es muy posible que te ofrezca oportunidades de éxito”, explica Marta Plana, cofundadora de Digital Origin. Esta abogada y emprendedora viajó a Estados Unidos en 2002, tres años después ya trabajaba para Microsoft, empresa que dio paso a Facebook y Google.

El contacto con estas pioneras del sector tecnológico le permitió apostar por un proyecto propio que finalmente vio la luz en España con un innegable impacto. Hoy, su disruptiva plataforma de microcréditos online controla el 20% del mercado. “Pero emprender es más que volver”, advierte, “debes encontrar tu nicho, rodearte de un equipo con el que dar forma a tus ideas, ser muy coherente y cauta en las decisiones. Y, mientras tanto, disfrutar del camino”.

El 26% quiere emprender

Una de las mejores aproximaciones que se puede hacer a este colectivo es a través de la encuesta a 408 jóvenes con titulación universitaria realizada por la Universidad de Cádiz en el programa Ideas de ida y vuelta, diseñado para dar asistencia a este colectivo en su regreso a España a través del emprendimiento. Explica cómo el 26% de ellos valora volver “para establecer un proyecto empresarial propio”.

“No se trata de jóvenes que salgan de su país en busca de aventura, para conocer gente nueva o porque sus amigos o pareja vivan en el extranjero”, se explica en las conclusiones: “Es una generación forzada a emigrar por motivos laborales y económicos, manifestando un fuerte deseo de volver a España, pero no a cualquier precio sino manteniendo o mejorando las condiciones laborales de que disponen en estos países”.

Así, la experiencia exterior de muchos españoles se convierte en un medio de vida, y además en escuela vital. Superar la barrera del idioma, conseguir un trabajo, mejorar la posición en la empresa o dar el salto a otra son pruebas sólo superadas desde la capacidad de trabajo y la autoestima. Un afán de superación que en muchos de ellos cristaliza en el emprendimiento, como vuelta de camino a casa y como vía para rentabilizar ese aprendizaje.

Las ventajas del emprendedor emigrante

Raúl Medina,del programa Ideas de ida y vuelta, asegura que “ver las soluciones que a un mismo problema se da en diferentes países, les ayuda a tener ideas innovadoras y captar oportunidades, pero el proceso es más complejo”. En su opinión, a este colectivo le define una gran pasión: “Y de ahí debe partir el motor de emprender, no desde la necesidad, lo que dificultaría todo el proceso que les aguarda”. Pero emprender desde la inmigración, tiene otras ventajas:

Identifica ideas en fases tempranas de desarrollo. El emprendedor Juan Gascaya contaba con una experiencia de éxito empresarial cuando, en prácticamente 15 días, deja Valencia para formarse en Berlín en design thinking, una técnica que habían despertado su curiosidad mientras preparaba el doctorado. Esta decisión le permitió trabajar en 2010 con Mercedes Benz en un momento en que la automovilística estudiaba un giro estratégico de marca para dar respuesta al reto de la transición de la economía productiva a la de la experiencia. Cerrada esa etapa, se instala en España con su consultora Thinkers Co, que ya ha dado servicio a multinacionales nacionales y extranjeras en esta disciplina.

El emigrante del siglo XXI no sólo busca trabajo sino conocimiento a través de la formación o la experimentación. Esta visión le permite emprender en condiciones más competitivas, identificando oportunidades en fases tempranas de desarrollo en otros mercados, como Marta Plana ha hecho con el lanzamiento de su plataforma de fintech Digital Origin.

Persigue su objetivo. “Yo no encontré aquí oportunidades que me ilusionaran, pero el mundo está para vivirlo. Hay que salir, descubrir, sufrir y crecer”, defiende Adrián Casanova, que viajó de su Islas Canarias natal hasta Estambul embarcado en el proyecto de internacionalización de una firma de bolsos de lujo de la que hoy es socio. Estos emprendedores no creen que la oportunidad entienda de fronteras, por lo que están dispuestos a buscarla allí donde se encuentre. Hoy Casanova busca locales para abrir en Madrid y Barcelona las primeras tiendas de S.A.C.T, un proyecto nacido en Turquía pero que le servirá de puente de regreso. El bagaje personal de trabajar en el extranjero es valorado por todos como prioritario.

Visión global del mercado. Leemos que el mundo es global, viajamos al extranjero y consultamos webs de cualquier país, pero sólo cuando se vive en diferentes culturas se toma consciencia real de lo que la globalización significa. No entender de fronteras es un proceso más vivencial que intelectual, y los proyectos empresariales que nacen de ese estado mental son los que convierten en ventaja competitiva esta realidad.

Los cinco proyectos de este reportaje trabajan con este concepto, y de muy diferente modo: la herramienta de B Smooth, de Urtzi Terroba, se testa en cinco mercados internacionales en su fase de prototipo, y la traductora Sara Arilla realiza su labor comercial en Reino Unido, Estados Unidos y Japón, para lo que no le hace falta desplazarse desde su Zaragoza natal gracias al marketing online.

Red internacional de contactos. La expatriación te saca de la zona de confort y permite relacionarse con personas y culturas que de otro modo nunca hubieras conocido. Convertir esos contactos en una red de colaboradores multidisciplinar es una habilidad innata en muchos de estos emprendedores. En el caso de Urtzi Terroba, sus relaciones le permiten contar con una agenda internacional que en Colombia se concreta en colaboraciones con las empresas Café 8 Coffee (un licor y crema de café dirigido al mercadopremium) y Bio Rice Husk (empresa que ha desarrollado un proceso de transformación de la cáscara de arroz en fertilizante orgánico). El consejo de estos emprendedores es mantener viva esa interacción, objetivo que no es posible cubrir tan sólo utilizando las redes sociales: debes viajar a menudo para no perder ese vínculo con la realidad de los mercados.

Resolutivos frente al problema. La soledad ha acompañado muchos meses a este emprendedor durante su expatriación, y eso forja el carácter. Todos ellos aseguran ser resilentes a la adversidad, pero sobre todo hábiles en la resolución de los muchos problemas a sortear en el proceso de consolidación de una empresa nacida a miles de kilómetros de donde piensa ubicarse. Quizá esta misma capacidad es la que les lleva a emprender en España, reconociendo que no es el país donde mejor se trata al empresario: “Los procesos son lentos, los requerimientos largos y la fiscalidad exigente… pero es que hay mucho talento”, defiende Marta Plana.

Utilizar todos los recursos. A este colectivo se dirigen programas como el de Ideas de ida y vuelta, cuya convocatoria para este año aún está pendiente, o la asesoría de la Confederación Española de Jóvenes Empresarios, a través de su red provincial. Una buena fuente de información es la Dirección General de Migraciones, donde se informa de este tipo de iniciativas, incluidas las que se promueven desde las comunidades autónomas. Aunque el apoyo institucional es discreto, Urtzi Terroba considera que le sirvió “para hacer bien las cosas desde el principio. Decidimos ir paso a paso porque habíamos visto como un exceso de prisa te lleva al fracaso, así que utilizamos los 2.000 euros de ayuda de la Universidad de Cádiz paran hacer un estudio de viabilidad y empezar a trabajar en nuestro software”.

¿Dónde te pueden ayudar?

Programa de Jóvenes, de la Dirección General de Migraciones.Tel 913 637 000.

Proyectos de asesoramiento también de la Dirección General de Migraciones. Consultar la Guía de Retorno puede ser de utilidad.Tel: 91 363 16 54

CEAJE (Confederación Española de Jóvenes Empresarios). Presta ayuda a través de sus asociaciones provinciales. Tel. 914 350 905.

Programa Ideas de Ida y Vuelta, de la Universidad de Cádiz.Tel: 956 015 379(pendiente de convocatoria la edición de 2016)

Comunidades Autónomas. Algunas de ellas cuentan con sus propios programas de retorno y ayuda al emprendimiento en el exterior.

Fundación INCYDE. Este organismo de las Cámaras de Comercio también diseña programas específicos, entre ellos el de Formación empresarial en las ciudades de México DF, Montevideo, Buenos Aires y una localidad por determinar en Australia y dirigido a españoles de hasta 35 años. jóvenes@incydecamaras.es