Los resultados se extraen del Informe Global de Emprendimiento de Amway (AGER) 2020 que proporciona en su novena edición las conclusiones sobre el estado del espíritu empresarial a nivel mundial. Los resultados del estudio se basan en una encuesta cuantitativa online realizada por la empresa de estudios de mercado Ipsos Global Ómnibus, con el apoyo académico de la Universidad Complutense de Madrid, a 23.808 personas en 25 países diferentes, incluido el mercado español.
En lo que respecta a España las principales conclusiones a las que llega el estudio son las siguientes:
El interés por el emprendimiento
Según el informe, el interés por empezar un negocio propio se ha mantenido constante en todo 2020, pese a la crisis económica y social provocada por la Covid-19. Los españoles siguen valorando la idea de ser sus propios jefes y trabajar en algo que les apasiona como los beneficios principales a la hora de iniciar su negocio. Además, en un 54% de los casos agradecen tener el control sobre sus agendas laborales o ser ellos mismos los que se distribuyen el trabajo libremente.
Por otro lado, para uno de cada dos encuestados, emprender resulta una forma perfecta de conseguir ingresos extra, una opción que se mantiene prácticamente estable desde antes de la pandemia (variando del 51% al 50%). Claro que contemplar el emprendimiento como fuente de ingresos adicional en lugar de como recurso principal y único genera ciertas dudas sobre el compromiso de este perfil de emprendedores.
Los obstáculos
En cuanto a los impedimentos que observan a la hora de acometer su propio proyecto, aluden, en primer lugar, a la obtención de capital, la mayor barrera que observan un 44% de los encuestados. En el caso de los emprendedores casados o con familia a su cargo, se incrementa hasta 6 puntos la preocupación por el capital. Lo mismo ocurre a a los empresarios con un nivel educativo medio y alto, uno de cada cuatro señala este punto como la barrera principal a la hora de empezar con su proyecto.
Como otros obstáculos destacan: las preocupaciones personales que provoca un negocio: cómo recuperar la inversión en un período de tiempo razonable (en un 32% de los casos) y el miedo al fracaso (un 31%).
Señalan también como barreras a tener en cuenta el desarrollo de un buen plan de negocio, que uno de cada diez sitúa como el problema principal, y los problemas burocráticos y administrativos que implican montar un proyecto.
Ya en fases más avanzadas, con el negocio en marcha, casi uno de cada cuatro emprendedores considera una barrera construir una imagen profesional que sea efectiva en las redes sociales, al igual que ven como un posible problema generar beneficios y la gestión del propio marketing de su proyecto.
Por último, sólo un 23% se muestra preocupado por no poder equilibrar su vida personal y laboral, y un 8% tiene miedo a que familia no esté feliz con su nueva situación profesional.
La fórmula para arrancar un negocio
En este apartado, el informé sí encuentra variaciones notables antes y después del Covid. Una de ellas es el aumento del número de personas que eligen fórmulas de emprendimiento digitales.
Casi la mitad de los encuestados optarían por lanzarse a un proyecto de comercio electrónico o de venta tradicional (en un 48% de las veces en ambos casos). Los emprendedores que prefieren una fórmula de negocio a través de una tienda online subieron cuatro puntos respecto a antes de la pandemia. Como tercera opción, los españoles se decantan por el Social Selling, es decir, promocionar un negocio mediante la venta a través de redes sociales, y con ayuda de herramientas digitales y sociales como grupos de Facebook, LinkedIn, Twitter, Instagram, etc… En el mismo puesto se sitúa la venta directa, con un 39% en ambos casos, siendo esta última opción una de las que más ha crecido tras la pandemia.
Asimismo, en 2020, se incrementa en tres puntos, alcanzado el 25%, la idea de comenzar un negocio mediante la economía colaborativa, así como la elección de trabajar como influencer, que creció en dos puntos hasta ser elegida en un 31% de los casos.
En contraposición, hay dos opciones a la hora de arrancar un negocio que bajan sus expectativas tras la pandemia y son la fórmula de la franquicia -cuatro puntos menos hasta el 26% – y el trabajo como freelance, cayendo en dos puntos hasta el 30%. En este aspecto, España sigue la tendencia europea y mundial de retroceso de las formas más convencionales de comenzar un negocio.
Los menores de 35 años
El estudio AGER 2020 destaca las inquietudes del grupo de edad más joven, que supone el 40% de los encuestados puesto que su participación está creciendo rápidamente en los distintos tipos de negocios.
En este grupo llama la atención un fuerte incremento en el interés por convertirse en influencer respecto a los datos Pre-Covid-19.La preferencia por esta vía aumenta nueve puntos hasta alcanzar el 47% de los encuestados. De esta manera, ser influencer se sitúa en la tercera opción más elegida junto con la venta a través de redes sociales. Esta opción no es tan apreciada en Europa, donde ser influencer ha bajado dos puntos en un año, colocándose en el quinto lugar con el 45% de los menores de 35 años escogiendo esta alternativa.
A nivel europeo los emprendedores más jóvenes prefieren, por este orden, el e-commerce, la venta a través de las redes sociales, la venta tradicional y la venta directa. En España, los jóvenes eligen de igual forma el comercio electrónico y la venta tradicional, siendo su fórmula de negocio para un 54% en ambos casos. Además, la venta tradicional es de los canales que más remonta, con seis puntos más de preferencia.
Una de las opciones que también muestra un crecimiento significativo de seis puntos en esta franja de edad es la economía colaborativa, pasando del 28% al 34%. Se trata de una actividad que se realiza normalmente a través de plataformas digitales y que, por tanto, supone una alternativa con mucho éxito entre este grupo demográfico.
Mayores de 35 años
Los mayores de 35 años
El interés de los mayores de 35 años por los distintos tipos de emprendimiento se mantiene constante tras la crisis generada por el coronavirus.
Durante el 2020, sí se ha notado un mayor interés en los mayores de 35 años por la venta directa, que se incrementó seis puntos hasta el 36%, al igual que el comercio electrónico que aumentó notablemente hasta alcanzar el 46%, cuatro puntos más que en los datos Pre-Covid-19. Esa misma subida de cuatro puntos se ha reflejado en el comercio tradicional.
Por géneros
En comparación con las conclusiones recogidas antes de la pandemia, en 2020 los hombres están significativamente más interesados en el comercio electrónico, con una subida de cinco puntos hasta ser una opción considerable para el 52%. También crece la venta directa, alcanzando el 39% con cuatro puntos de subida, y la venta tradicional, elegida por un 46% de emprendedores, tres más que en el periodo Pre-Covid-19. En menor medida, suben las preferencias por la economía colaborativa, tres puntos hasta el 30%, y la venta a través de medios sociales, con un incremento de un punto hasta el 40%.
Por su parte, las españolas se muestran mucho más interesadas por la venta directa y por ser una influencer social, en comparación con el año anterior. Las opciones preferidas por las mujeres como canales empresariales son la venta tradicional (50%), el comercio electrónico (44%) y trabajar de influencer (38%), por este orden. La economía colaborativa es la menos elegida, con un 21%, pese a que experimenta un crecimiento de dos puntos.
Los incrementos más significativos se han dado en la opción de ser influencer, con nueve puntos más que en 2020 (un 38%), en la venta tradicional y en la venta directa gracias a un aumento de seis puntos respecto al año anterior, obteniendo el 50% y 38% respectivamente.
Las redes sociales
Los resultados del informe AGER 2020 vienen a constatar que, en la actualidad, la fórmula del negocio online es más relevante que nunca. Los emprendedores quieren gestionar sus empresas desde cualquier sitio y en cualquier momento, por lo que necesitan estar conectados digitalmente y utilizar herramientas de fácil acceso.
Uno de cada tres encuestados en España considera que la venta a través de las redes sociales es la mejor manera de promover un negocio y de maximizar el número de clientes para vender. Y sólo uno de cada cinco se muestra incómodo con la idea de ejercer un negocio a través de estos canales.
En general, el 54% de los encuestados se muestra dispuesto a utilizar su propia red social para dar a conocer su negocio y dan gran importancia a sus contactos y a su propio posicionamiento o el de sus amigos en las distintas plataformas sociales.
Sin embargo, un 30% de los españoles y las españolas encuestadas también admite que no dispone de unas redes sociales lo suficientemente importantes como para promocionar su negocioy un 23% considera que lo que no tienen son suficientes conocimientospara hacerlo. Es decir, que en un 53% de los casos estos emprendedores necesitarían ayuda profesional para plasmar sus ideas en el mercado digital.