Para Ricardo Conesa, “el futuro del renting pasa por vender coche/horas, más que coche/año”, porque “lo que más influye en el precio del vehículo es la depreciación. Si lo compras por 20.000 euros y a los cuatro años lo vendes por 6.000, se ha depreciado casi 300 euros al mes. Si lo tienes en el garaje, te está costando sin utilizarlo”.
Según Javier Gestoso, Director de Marketing y Nuevo Negocio del operador Alphabet, “los gastos de inmovilización suponen en torno a un 19% del total de la flota”. Por eso van teniendo éxito las fórmulas que intentan paliarlo:
Renting flexible. Según la Encuesta de Calidad de AER, los clientes destacan la flexibilidad “como aspecto a mejorar”. Ricardo Conesa subraya el potencial del renting flexible, hasta ahora marginal, porque permite al cliente alargar o acortar el plazo del alquiler. “Así, minimiza el tiempo de inmovilización y permite a las empresas usar más coches en picos de ventas y devolver los que no necesitan si el negocio desciende”, apunta.
Car sharing. Esta fórmula consigue “maximizar el uso del coche de empresa. Se trata de organizar la flota para que varios empleados compartan un mismo vehículo. Por ejemplo, un oficinista lo usa para ir de casa al trabajo; allí lo coge un comercial, que lo usa durante la jornada y, al final del día, el oficinista se lo lleva”, explica Conesa. Desde Alphabet, que introducirá el servicio en España en 2013, Javier Gestoso señala que “es ya una realidad en Francia, Alemania y Reino Unido, y ofrece ventajas en consumo, sostenibilidad y gastos de inmovilización. En comparación con otras alternativas, puede suponer un ahorro del 30% de los costes de la flota”.