“No hay ninguna empresa que no se haya equivocado, que no falle en algún momento, en algún área concreta de su negocio, y raro es que no vuelva a equivocarse en el futuro.?Otra cosa es que quiera reconocerlo. De hecho, no es habitual la naturalidad con la que estos cinco emprendedores hablan de sus errores. La clave la da Miguel Á. Díez cuando dice que tenía claro que no volvería a cometer los mismos. Aprendemos más dando valor al error que tratando de taparlo. La mayoría de los que se tapan acaban en fracaso. Y hay errores que a corto plazo pueden parecer negativos, pero que a la larga quedan diluidos en el tiempo… diluidos por una historia de éxito”.