“Ya verás cómo no va a salir bien”. “Si no funciona, ¿qué vamos a hacer?”. “¿Estás seguro/a de que es una buena idea?”. Si tu pareja, desde que le has dicho que vas a montar una empresa, no para de decirte estas frases, estás en un problema. Necesitas su apoyo, pero no lo tienes. ¿Qué hacer?
En una situación así se encontró Esther F. L. Decidió montar su propia zapatería. Después de haber trabajado durante muchos años por cuenta ajena, le surgió la posibilidad de quedarse con el negocio. El problema que le apareció entonces fue convencer a su marido de que era una buena idea. “El tenía miedo a que no pudiera salir adelante sola. Que no fuera capaz de enfrentarme a las cuestiones económicas: el coste del local, los gastos, las compras para el almacén de la tienda, etc.”, explica Esther. “Mi mayor logro fue hacer que confiara en mí. Le hice ver que podría encargarme de todo sin problema. Eran muchos los años que llevaba en este negocio y tenía mucha experiencia. Pero quizá el método más infalible fue jugar con su propio miedo. A él en ese momento no le iban muy bien las cosas y entonces había que arriesgarse. En realidad, era la mejor alternativa que teníamos”. Finalmente, se hizo con el negocio y actualmente continúa con la tienda y con su marido.
Dejar el trabajo
Joaquín L. P., actualmente representante comercial, tuvo que enfrentarse a su mujer cuando decidió hacerse autónomo. “Yo trabajaba en una oficina llevando la administración de una empresa. Mi situación ahí era bastante buena ya que contaba con un puesto fijo. En mi trabajo tenía mucho contacto diario con comerciales y pensé en la posibilidad de hacerme uno de ellos”, explica Joaquín. “Cuando propuse esta alternativa a mi mujer, le pareció una idea malísima. En esos momentos, teníamos un niño y queríamos ir a por el segundo, por lo que el riesgo que suponía comenzar en algo nuevo, y que además nunca había hecho antes, era aún mayor”.
Tras fuertes discusiones, Joaquín logró convencerla. “El que mi mujer aceptara la situación se debió a las muchas conversaciones. Hablamos de todo lo que supondría en nuestras vidas y analizamos los pros y los contras. Además, ella sabía cuáles eran mis cualidades profesionales y se ajustaban muy bien a esta nueva labor”. Joaquín finaliza: “Una vez me sentí apoyado por ella, decidí dar el paso y ahora estamos los dos muy contentos por la decisión tomada”.
Situaciones como éstas se dan con mucha frecuencia y son uno de los principales obstáculos del emprendedor/a a la hora de desarrollar un negocio. Por este motivo, la sinceridad y la paciencia son requisitos imprescindibles.
Soluciones al problema
Cuando una persona decide montar un negocio y su pareja no está convencida, debe tener mucho cuidado en sus actuaciones. Para no llegar a situaciones tan tristes y desagradables como pueden ser una separación o un divorcio, es importante tener en cuenta las siguientes pautas:
● Informar de todos los riesgos del negocio
Es importante que la pareja sepa en qué consiste éste, su viabilidad económica y los planes de actuación. Es necesario explicar cuáles son los riesgos que se corren con el nuevo negocio, a la vez que las posibles soluciones ante cualquier conflicto. De esta manera, se dará cuenta de la seriedad del asunto y tendrá mayor seguridad y confianza en el proyecto.
● Recordarle cuáles son tus cualidades
Tal y como se comentaba en una de los casos anteriores, es importante hacer ver al otro todas las cualidades que se tienen para ese puesto de trabajo. Por ejemplo, para ser un buen empresario, es necesario tener facilidad para la toma de decisiones y ser diplomático, entre otras cosas. Es también interesante recordar a la otra parte, situaciones pasadas de problemas que resolvió con éxito. Así, el emprendedor demostrará su destreza para resolver las posibles dificultades que puedan surgir durante la fase de creación de su empresa.
● Hacerle partícipe en el proyecto
Esto no significa que tu pareja vaya a formar parte de la empresa o que vaya a convertirse en tu secretario/a. Pero sí en un gran asesor. La pareja no sólo es la que mejor te conoce, sino que tiene la confianza suficiente para decirte aquello que cree que estás haciendo mal o en qué te estás confundiendo. Además, el sentirse útil en el nuevo proyecto le llenará de ilusión y aumentará su apoyo por el negocio.
● Deja claro que tu nuevo proyecto no absorberá todo tu tiempo
Una de las mayores preocupaciones para la pareja cuando una de las partes inicia un negocio es, además de la temida financiación, el tiempo. Debes dejarle claro que un nuevo proyecto demanda mucho tiempo y esfuerzo pero, como contrapartida, suele dar mucha más flexibilidad horaria que un trabajo por cuenta ajena. Llega a acuerdos con ella para gestionar el día a día y no olvides seguir manteniendo una vida social y familiar después de iniciarte en la nueva empresa.
● Utiliza tu inteligencia emocional
Es fundamental decirle y demostrarle la gran ilusión que sientes por el nuevo proyecto, a la vez que explicarle lo importante que es para ti su apoyo. Sacar el lado más sentimental de uno mismo humaniza a la otra persona y, como consecuencia, le provoca una mayor comprensión hacia el nuevo asunto.