1. No dejes tu empleo sin tener todo bien atado
Si trabajas en una empresa y estás pensando en montártelo por tu cuenta, sé prudente. Estudia la posibilidad de mantener tu empleo por cuenta ajena y realizar a la vez una actividad profesional o empresarial que te reporte un beneficio económico. Así podrás comprobar la viabilidad del negocio sin correr riesgos.
Eso sí, aunque tu empresa cotice por ti en el Régimen General de la Seguridad Social, deberás darte de alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), salvo contadas excepciones (colaboraciones, cursos, conferencias…) en las que esos ingresos extras se consideran rendimientos de trabajo y están sujetos a una retención del 15% en el IRPF.
2. Evita el victimismo, sobre todo ante posibles inversores y clientes
En ningún caso presentes tu proyecto de empresa como una consecuencia de las dificultades para encontrar un puesto de trabajo estable o del fracaso de un empresa anterior, especialmente si estás ante colaboradores financieros y potenciales clientes.
3. Asigna cuidadosamente los recursos; es fundamental
Una empresa es la organización de unos recursos económicos, materiales, humanos, técnicos y de información. Su meta es obtener beneficios. Céntrate en optimizar la asignación de estos recursos:
Recursos económicos: no es fácil acceder a la financiación y, por otra parte, una mala política financiera puede acabar ahogando a la empresa. Así, por ejemplo, una mala previsión de la situación de la tesorería durante los 12 primeros meses de actividad o una falta de alternativas financieras puede ser la causa de desaparición de un negocio.
Recursos materiales: un proyecto será viable cuando sea rentable. Debe existir coherencia entre la inversión realizada y el retorno esperado de esa inversión. Por tanto, es fundamental amortizar en un plazo temporal razonable la inversión realizada.
Recursos humanos: la gestión de personal debe integrarse dentro del plan estratégico de la empresa. El cómo, cuántos y cuándo aumentar estos recursos es una de las decisiones de mayor trascendencia.
Recursos técnicos: elegir un proceso de fabricación o tecnología, es una decisión que puede contribuir al éxito o al fracaso del proyecto.
La información: es uno de los activos intangibles más importantes (datos sobre clientes, por ejemplo). Con su gestión eficiente se tendrá una mayor capacidad de respuesta ante los cambios y se identificarán más rápido oportunidades de mercado.
4. Analiza si cuentas con los suficientes recursos propios
Ten en cuenta que al menos en los primeros años quizá sólo cuentes con los recursos que tú puedas aportar y los que el propio negocio genere; los bancos, por regla general, no aportarán financiación que no venga avalada por bienes personales de los socios.
Sólo en el caso de las líneas de descuento (tu entidad financiera te anticipa el importe de un cobro que tiene que realizar y que está formalizado mediante un efecto comercial) de letras de cambio correspondientes a clientes solventes, el banco podrá ser un apoyo para desajustes temporales a corto plazo en la tesorería. Por otra parte está el hecho de que las subvenciones –en caso de tener derecho a ellas– pueden tardar entre 12 y 18 meses desde su solicitud, por lo que para el inicio de actividad no se podrá contar con ellas.
5. Si tienes pocos recursos económicos para hacer tu primer estudio de mercado…
Aunque tu idea de negocio te parezca buena, es preciso que esté suficientemente contrastada por el mercado. Puedes contratar los servicios de investigación o a freelances o profesionales que prestan este tipo de servicios y que trabajan por su cuenta.
Pero si no cuentas con mucho dinero, tendrás que realizar tu propio trabajo de investigación de mercado. Convocar dos o tres reuniones de grupo con potenciales clientes, además de ser una fórmula rápida, puede serte de gran utilidad. También hay escuelas donde se imparte formación en marketing donde los alumnos harían el estudio de mercado de tu proyecto empresarial como parte de su formación práctica.
6. Elabora tu plan de negocio, con él es más fácil conseguir financiación
Un buen plan de negocio es crucial para realizar cualquier solicitud de préstamo, ayudas o subvenciones. Proporciona información específica y organizada sobre tu compañía, muy útil para el presente y para el futuro. Dentro del plan de negocio, el plan económico-financiero es fundamental (cuenta de resultados previsional, balance previsional, presupuesto de tesorería, etc.). Es esencial destacar cómo vas a pagar el dinero prestado. Cuida los aspectos formales (la encuadernación, que no haya tachaduras, que la letra sea de un tamaño legible, etc.). No olvides que es tu tarjeta de presentación. Puedes acompañarlo de un anexo con información que apoye o confirme tus comentarios: encuestas, estadísticas, informes de terceros, textos legales, etc.
7. La previsión de la cuenta de resultados es la base fundamental de la nueva empresa
Una cuenta de resultados fiable es fundamental. Sirve para realizar la primera previsión de tesorería y dará una idea de las posibles generaciones de recursos de la empresa, fuente principal de ingresos, junto con las aportaciones de los socios, en los inicios.
Sé pesimista en los ingresos y realista en los gastos, eso te pondrá en una situación más ajustada a la posible evolución de los resultados en el primer año de actividad. Si no lo tienes claro, consulta a un experto que te ayude a conocer el mercado y los gastos a los que se enfrentará la actividad de una forma realista. Es importante saber si existe estacionalidad (periodos fijos de subidas y bajadas de actividad), a cuánto ascienden las cotizaciones sociales, cuánto cuesta un servicio de asesoría, qué salarios fija el convenio colectivo y el mercado para los trabajadores de nuestro sector, cómo está el mercado de alquiler, etc. Piensa que la cuenta de resultados, previsiones de tesorería y balances previsionales serán la base en la relación con los bancos, inversores y administración en caso de solicitar subvenciones.
8. La base de una buena previsión de tesorería es una buena proyección de cuenta de resultados, con conocimiento de los periodos de cobro de clientes y de pago a proveedores
El presupuesto de tesorería (estado de cash flow provisional) está basado en l a cuenta de resultados prevista, pero debes contemplar que puedes tener cuentas de resultados positivas y presupuestos de tesorería negativos. Puedes tener beneficios el primer año, si los ingresos son superiores a los gastos, pero si tardas 180 días en cobrar esos ingresos y pagas los gastos cada 30 días, deberás tener recursos suficientes para cubrir los gastos en los 150 días como mínimo. En este punto entran en juego las posibilidades de financiación tanto ajenas como propias. La previsión de tesorería es fundamental en toda la vida de la empresa, no sólo en el inicio, ya que te preparará para afrontar con antelación los posibles desajustes que puedan surgir y ponerles remedio con tiempo. Conseguir dinero no es cuestión de una semana.
9. Utiliza los balances previsionales para conocer el estado de la empresa en cada momento
El fin de los balances previsionales es conocer la estructura patrimonial de la empresa, saber si está equilibrada, si el fondo de maniobra es positivo (lo que debes a corto plazo es inferior a lo que te deben), etc. Será lo que bancos, administración y agentes pedirán para valorar su implicación o no en la empresa y servirá para conocer la evolución en el tiempo de la sociedad. Comparar el balance de situación de un año y el del anterior te proporcionará la información de si se están creando recursos o destruyendo.
10. Si eres previsor, es mucho más difícil que caigas en la suspensión de pagos
Si te anticipas a los problemas, mediante las oportunas previsiones, podrás tener mucha más capacidad de reacción. Cuando elabores el plan financiero, realiza al menos un balance previsional por semana –y, por tanto, una cuenta de resultados y un estado del cash flow por semana– para los tres primeros meses. Para los siguientes nueve meses, haz uno mensual. De cara a la financiación y evolución a largo plazo de la empresa, se deberían realizar estados financieros anuales de cinco años. Este plan financiero te servirá para darte cuenta con suficiente antelación del dinero que te hará falta y no caer así en la suspensión de pagos por no haber tomado las decisiones y solicitudes de financiación correctas.
11. Prepárate para negociar con proveedores y clientes
Si tu empresa es un comercio, restaurante, etc. es importante contabilizar la cantidad de dinero que necesitarás para comprar el género. Es necesario comparar precios y calidades. En muchos casos, la compra se convierte en un auténtico regateo con el vendedor, utiliza la estrategia ganar-ganar, es decir, busca acuerdos donde ambos salgáis beneficiados. A la hora de hacer las compras, puedes negociar el pago a 30, 60 o 90 días, según los casos. Siempre será mejor que tus proveedores se cobren a 90 días, que a 60 o 30. Si las ventas no son las esperadas, los últimos en cobrar serán los proveedores. Igualmente es preferible que intentes cobrar algún adelanto por el servicio que vas a prestar a tus clientes, o el pedido que les vas a servir, que el retrasar ese pago a los 30, 60 o, lo peor, a 90 días. Tendrás que poner la máxima atención y utilizar todas tus habilidades y las mejores estrategias como negociador. Si no lo haces, corres el riesgo de descapitalizarte, y no tener dinero aun teniendo beneficios. Recuerda que si incumples los pagos figurarás en registros de morosos que te cerrarán las puertas a cualquier financiación.
12. Acude a tu banco o caja de ahorros, si existe buena relación
La mejor entidad financiera para apoyar a una nueva sociedad será aquella que mejor nos conozca, dado que la relación se va a basar al principio en los antecedentes y recursos personales. En caso de no existir esa relación previa, será conveniente visitar varias entidades, hablar con los directores y ver cuál nos ofrece más confianza. Nunca está de más pedir referencias a otros empresarios de la zona. Las relaciones con los bancos son esencialmente personalistas, por ello será mejor establecer relación con una en la que exista poca rotación en su plantilla, para establecer vínculos duraderos con sus trabajadores.
13. Antes de formalizar un préstamo hay que ver varias entidades
Es necesario que antes de formalizar un préstamo en una entidad veamos las condiciones que tienen en otras. Existen diferencias importantes entre unas entidades y otras que nos pueden hacer ahorrar un buen dinero. Infórmate de los préstamos subvencionados que, como norma general, existen para las nuevas empresas o para realizar inversiones.
14. La negociación con el banco tiene que ser clara
Debes saber que las entidades financieras tienen acceso a todos los registros de morosos creados. Si existe alguna incidencia a nombre de los promotores o de la sociedad, no dudes en comentarla. Naturalmente, se deberá explicar el por qué se ha producido y la solución que se ha dado. No es conveniente ocultar datos que son de fácil búsqueda para las entidades.
15. No realices todas las operaciones con un solo banco
Trabaja, como mínimo, con dos. Así tendrás alternativas en caso de necesitar financiación o algún otro servicio. Es conveniente tener relaciones desde el inicio, pues el conocimiento que la entidad tenga de nosotros influye positivamente. Tener en cuenta además que un banco puede ofrecer buenas condiciones para préstamos y otro para leasing; uno permitirnos descubiertos y el otro no, etcétera.
16. No digas que el préstamo personal es para la puesta en marcha de un negocio
Como un préstamo personal puede ser para cualquier fin, no es conveniente decir que es para montar una empresa. En caso de que haya problemas de financiación en el futuro cercano, esa entidad financiera quedará invalidada para acudir a ella posteriormente. Por otra parte, los bancos tradicionales no suelen ser los más indicados para pedir préstamos que financien la creación de una nueva empresa. Es preferible acudir a las Sociedades de Capital Riesgo (SCR).
A los bancos no les interesa tu proyecto de empresa sino que existan garantías de devolución de los préstamos o financiación concedida, es decir, fundamentalmente bienes inmuebles. No obstante, aun habiéndolos, puede que el banco no te conceda el dinero si sabe que es para una empresa de nueva creación.
17. Contacta con Sociedades de Capital Riesgo (SCR)
Bajo la premisa de tener un plan de negocio impecable, contacta con este tipo de sociedades que ofrecen inversión en los proyectos que consideran tendrán rentabilidad a medio plazo, para luego vender su participación y salir de la empresa. Como regla general no intervienen en la gestión de la empresa ya que su participación está basada en la confianza en un equipo directivo competente.
18. No olvides que puedes conseguir subvenciones
Existe ayudas para las empresas de nueva creación, para inversiones y por creación de empleo. Te puede informar a través de las cámaras de comercio, asociaciones de jóvenes empresarios… y empresas especializadas.
19. A la hora de solicitar subvenciones, acude de la mano de un profesional
Solicitar una subvención no es sólo rellenar una solicitud. Hay que presentar un plan de negocio con balances previsionales, cuentas de resultados, y previsiones de tesorería, análisis de competencia, recursos humanos, etc. También hay que justificar de una forma determinada las inversiones y contrataciones realizadas (facturas y pagos).
Además, se debe realizar un seguimiento posterior presentando avales y documentación periódicamente, sin olvidar la obligatoriedad reciente de tener realizado un plan de prevención de riesgos laborales como condición imprescindible para la concesión.
20. Elige la mejor forma de financiación
Para los autónomos y para las sociedades, la mejor forma de financiación a corto plazo es el crédito pues con este producto las entidades financieras sólo cobran intereses por las cantidades que se dispongan. Ellas tratarán de ofrecerte préstamos porque se cobran intereses sobre el total desde el primer momento.
21. Para negociar una línea de crédito acude con unos buenos balances y previsiones de tesorería y ofrece la contratación de otros servicios
Muéstrale a la entidad financiera que tus problemas de liquidez son temporales. La línea de crédito está pensada para la financiación temporal de desfases de tesorería, por tanto el banco lo concederá si le queda muy claro que ese es el fin de la apertura de la línea de crédito. Si es para la compra de un inmovilizado (ordenador, coche, etc.) te propondrán un préstamo,leasingorenting,nunca una línea de crédito. Como siempre, es esencial contar con garantías de devolución y no es descartable que los socios deban presentar un aval personal.
Para poder negociar con el banco en buenas condiciones, conviene mostrar la disposición a aumentar la colaboración con el mismo contratando nuevos servicios:leasing,tarjetas de crédito, domiciliaciones de nómina de empleados, etc.
22. Para negociar un descuento comercial, destaca la solvencia de tus clientes
El banco establece las condiciones de la línea de descuento en función de tu solvencia, el tipo de papel a descontar y la calidad de tus clientes. Recuerda que el banco te anticipará el dinero que otros te deben, por tanto, para negociar una línea de descuento destaca tu control sobre el negocio y los clientes, especialmente su calidad crediticia.
23. En todos los casos, ten cuidado con las comisiones
No hay que mirar únicamente los intereses que nos cobran sino la incidencia de las comisiones, pues ésta suele ser mucho mayor. Para evitar complicaciones lo mejor es disponer de un asesor financiero. Si no es posible, con las ofertas delante, compara el TAE (Tasa Anual Equivalente), que aglutina el coste de intereses y comisiones.
24. Controla tu situación contable
Debes saber que las entidades financieras, antes de proporcionar financiación para un proyecto, realizan un estudio minucioso de la empresa, siendo la contabilidad uno de los principales registros. Si se tienen pérdidas, si los recursos propios son negativos…. ten claro que ningún banco o caja de ahorros te concederá financiación.
25. Si eres desempleado, tienes derecho a cobrar la prestación por desempleo para convertirte en autónomo
Si te quedas en situación de desempleo, y quieres darte de alta como autónomo, en principio puedes capitalizar el 20% de la cantidad total que te corresponda cobrar, de acuerdo a los meses o años que tengas concedidos de prestación. Debes tramitar tu solicitud en las oficinas del INEM habilitadas para esta petición concreta, antes de darte de alta en el RETA.Por otra parte, puedes capitalizar el resto de la prestación (lo que te quedaría por cobrar tras el descuento del 20%) para el pago de las cuotas mensuales del RETA. La tramitación se realiza también en las oficinas específicas del INEM.
26. Si eres menor de 30 años o eres una mujer de 45 años o más…
Disfrutarás de una reducción de hasta el 75% de la base mínima de cotización durante los primeros tres años de actividad, sólo si es la primera vez que te das de alta en el RETA.
27. Si eres una persona que sufre una discapacidad…
Si tu discapacidad es igual o superior al 33%, y estás percibiendo la prestación por desempleo, no olvides que, si pretendes darte de alta en el RETA, podrás cobrarla en su modalidad de pago único (es decir, todo el dinero que te corresponda de una sola vez).
28. Ten en cuenta los inconvenientes de ser trabajador autónomo
Si decides iniciar la actividad como trabajador autónomo (empresario individual), debes saber que cotizar en el RETA no te da derecho a recibir la prestación en caso de desempleo. Además, la incapacidad temporal se empieza a cobrar a partir del decimoquinto día de la baja, no haciéndose distinción entre el carácter común o profesional de la enfermedad o accidente.
En la incapacidad permanente no está protegida la parcial ni las lesiones permanentes no invalidantes. Por otra parte, no cabe la jubilación anticipada antes de los 65 años (salvo que haya cotizaciones a otros regímenes o en situaciones especiales). Mantente al tanto de la situación de la legislación con respecto a los autónomos, ya que está en constante cambio.
29. Según tu situación personal, ten en cuenta qué base de cotización te conviene en el RETA
Cotizar como autónomo es una aportación social, principalmente de cara a tu jubilación, pero también para tener una cobertura en caso de incapacidad temporal.
Si eres menor de cincuenta años de edad, ten en cuenta que a tu actividad le puede convenir más que cotices en una base más reducida, como la mínima, por ejemplo, que es por la que se suele optar en los años que no cuentan para la jubilación. Dependiendo de tu trabajo, puedes querer cotizar con cobertura de incapacidad temporal por contingencias comunes. Pero si consideras que hay poco riesgo, aventurarte a hacerlo renunciando a esa prestación por incapacidad y abaratando un poco más tu coste de seguridad social en el RETA. No obstante, siempre existe la posibilidad de contratar seguros privados para hacer frente a los riesgos que puedes tener como trabajador autónomo.
30. Si estás casado en régimen de gananciales y quieres ser empresario individual, ¡atención!
La responsabilidad es ilimitada en el caso del empresario individual, que en caso de deudas o pérdidas responderá con todos sus bienes personales presentes y futuros. Si has contraído matrimonio en régimen de gananciales, de no existir oposición por parte de tu cónyuge (en escritura pública inscrita en el Registro Mercantil), responderán de posibles deudas los bienes comunes, que podrán enajenarse o hipotecarse.
31. Si tus socios y tú optáis por constituir una comunidad de bienes…
Es recomendable que vuestros acuerdos como comuneros, que constituyen las normas fundamentales por las que se rigen las comunidades de bienes, consten por escrito, como mínimo en contrato privado o en escritura pública.
32. Si tus futuros socios están percibiendo la prestación por desempleo, podéis montar una sociedad laboral
Las sociedades laborales son aquella modalidad de sociedad anónima o limitada en las que la mayoría del capital social es propiedad de los trabajadores que prestan en ella sus servicios. Esta modalidad social presenta interesantes beneficios sociales y fiscales que deben valorarse, dependiendo de cual sea el origen de la empresa y su objeto social, así como la situación laboral precedente de sus socios, en cada caso:
Beneficios sociales: los trabajadores con derecho a la prestación por desempleo pueden solicitar su capitalización o percepción en la modalidad de pago único, cuando pretendan incorporarse, de forma estable, como socios trabajadores en cooperativas o en sociedades laborales –Sociedad Limitada Laboral (SLL) o Sociedad Anónima Laboral (SAL), siempre que no hayan mantenido un vínculo contractual previo con dichas sociedades superior a los doce meses ni sean socios fundadores.
Para cobrar, es preciso presentar el certificado de la solicitud de su ingreso en una la cooperativa o sociedad laboral ya existente, o bien el proyecto de estatutos si la entidad es de nueva creación. Tras percibir la capitalización y darse de alta en el correspondiente régimen de la Seguridad Social, dentro del plazo de un mes, el trabajador debe acreditar que la sociedad o cooperativa se halla en ase de iniciación (si es de nueva creación) o certificar su incorporación a una entidad ya existente y que ha aportado la cantidad capitalizada.
Para evitar fraudes, debe haber una inversión. Los tribunales interpretan que la afectación del capital excluye la posibilidad de que el trabajador se limite a comprar unas acciones o participaciones de una sociedad existente (donde podría existir un precio ficticio o sobrevalorado).
Ventajas fiscales: Las sociedades que ya hayan obtenido la calificación de laborales y que destinen el 25% de los beneficios líquidos al fondo especial de reserva, en el ejercicio en el que se produzca el hecho imponible, gozan de una serie de beneficios en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.
33. Asegúrate de tener siempre los máximos gastos deducibles y ventajas fiscales
Es imprescindible contar con un buen asesor, que optimice los resultados fiscales de cara a satisfacer el Impuesto sobre Sociedades (IS). No olvides que las empresas de reducida dimensión (aquellas cuya facturación el año anterior es inferior a los 6 millones de euros) disfrutan de una ventaja en el IS: se aplicará un tipo impositivo del 30% a los primeros 90.151,81 euros de beneficios y del 35% para el resto. Además, estas empresas tienen beneficios importantes, que se centran especialmente en un anticipo de los gastos de amortización de diversos bienes.
34. Si eres autónomo, y tributas en la modalidad de estimación objetiva del IRPF, puedes imputar como gasto determinados elementos del inmovilizado
En estimación objetiva, se puede aplicar libertad de amortización a los elementos de inmovilizado material nuevos puestos a disposición del sujeto pasivo en el ejercicio, siempre y cuando su valor unitario no exceda de 601,01 euros. Recuerda que podrás amortizar libremente hasta un límite de 3.005,06 euros anuales.
35. No olvides las facturas
Para poder considerar un pago como gasto deducible es necesario que se tenga el correspondiente documento justificativo (factura). Por supuesto, esta deberá estar correctamente emitida.
36. Si quieres tener más poder en la toma de decisiones…
Ten en cuenta que el empresario individual no tiene limitaciones, toma las decisiones solo, mientras que en las formas societarias la cuestión puede ser más compleja. En este último caso, te conviene tener una participación mayoritaria en el capital social de la empresa.
Por ejemplo, si con el paso del tiempo quieres cambiar la forma jurídica de la sociedad o el tipo de actividad empresarial, ten en cuenta que, en el caso de las sociedades anónimas o limitadas, será necesario que el acuerdo se adopte con la mayoría exigida para ello en los estatutos de la sociedad. Por tanto, atención al redactarlos dichos estatutos.
37. Ser sociedad mercantil da una imagen más seria a tu negocio
Una sociedad mercantil permite dar una imagen compacta, seria y de estabilidad. Muchos posibles clientes se informarán sobre tu empresa y para ello pueden acudir al registro mercantil. Si tienes una sociedad, aparecerás en él, si eres autónomo, no. Es sabido que una sociedad no se suele crear para cerrarla en un año, entre otras cosas porque su disolución es más compleja que el simple trámite de baja en Hacienda y Seguridad Social que hace un autónomo.
38. No dejes de analizar a tus potenciales socios
Las diferencias de opinión y de maneras de hacer entre los socios es una de las causas más habituales de mortandad de las empresas. Vigila que sus intereses y forma de ver los negocios coincidan lo más posible con los tuyos. Comprueba su solvencia económica, estudia su perfil emocional, comprueba su experiencia profesional y empresarial, sus capacidades para afrontar el proyecto –sin olvidar las que compensen tus deficiencias como gestor– y el grado de implicación que tendrán en él. Con el fin de evitar la inoperatividad por falta de decisiones, estudia cómo será la composición del accionariado y la forma de administrar la sociedad.
39. Si los trámites y papeleos te abruman, busca asesoramiento
Lo ideal es que el emprendedor se informe sobre todos los papeleos, trámites, obligaciones fiscales, formas jurídicas, etc. necesarios para crear su empresa. Sin embargo, nunca viene mal la ayuda de un experto para que te oriente sobre lo que más te conviene en función del tipo de negocio que vas a crear. Puedes acudir a los servicios de ayuda para la creación de empresas de tu comunidad autónoma (normalmente dependientes de las consejerías de economía y empleo, juventud o mujer), a la Ventanilla Única Empresarial, a las cámaras de comercio, a los viveros de empresa, a los CEEI (Centro Europeo de Empresas e Innovación), etc.
40. Si estás muy liado para administrar tú mismo la empresa, contrata los servicios de una asesoría o gestoría
Si tras poner en marcha la empresa, las gestiones –sobre todo si decides contratar personal– y la contabilidad te superan, o no tienes la formación adecuada, puedes acudir a una asesoría. Un gran porcentaje de las nuevas pequeñas actividades lo hacen. Los precios varían mucho en función del tamaño de la empresa, de la complejidad del negocio (obligaciones contables y fiscales, gestiones bancarias, número de empleados, etc.) y su ubicación, pues hay ciudades en los que los servicios son más caros. Entre las ventajas que se obtienen, destaca la tranquilidad de vivir sin la zozobra que provoca el cumplimiento de obligaciones, pero sobre todo el ahorro contable, fiscal y laboral, al poder aplicar todas las ventajas que la ley ofrece y que los asesores conocen por su experiencia con numerosas empresas.
Debido a la gran competencia, las asesorías y gestorías ajustan mucho sus márgenes; la gestión de la contabilidad de una pequeña empresa puede estar entre 120 y 300 euros al mes, dependiendo del volumen de trabajo y lo complejo de las exigencias contables. La asesoría fiscal suele rondar también esos precios, dependiendo de las obligaciones a cubrir.
Como en todos los sectores es conveniente contratar una asesoría de calidad cuyos asesores puedan aportar la experiencia necesaria para que nuestra empresa se beneficie de ella. A veces, un precio demasiado barato ofrecido por una asesoría recién montada con miembros sin experiencia puede resultarnos caro a largo plazo, pero es una opción a valorar para las nuevas empresas con pocos fondos disponibles.
41. Monta tu empresa en casa, es una fórmula económica de empezar
Si no puedes permitirte el alquiler de una sede por falta de recursos, sobre todo al comienzo de tu actividad, puedes darla de alta en tu domicilio habitual. De hacerlo podrás deducirte parte de los gastos inherentes que soporta el propio piso, como alquiler, luz, calefacción, teléfono… pero eso sí, Hacienda es escrupulosa y sólo te permitirá deducirte el gasto que se demuestre que es específicamente de la actividad y te pedirá que instales una línea de teléfono aparte o alguna manera de contabilizar los consumos de luz y calefacción por separado (cosa que la empresa proveedora de luz y gas encontrará difícil de realizar pues no instalan contadores específicos). La cuestión es que Hacienda, en caso de inspección, no admitirá por lo general que simplemente establezcas un porcentaje estimado. En caso de estar alquilado debes especificar los metros del piso que utilizas para tu actividad (de hecho, lo haces cuando te das de alta en la actividad) y puedes imputar como gasto en tus impuestos el porcentaje del alquiler que corresponde a esos metros. Recuerda que la ley establece que lo que uses para tu actividad profesional o empresarial (por ejemplo un ordenador) no puedes usarlo para asuntos personales excepto en ocasiones muy puntuales.
42. Ten cuidado de no gastar el IVA ingresado de tus facturas ya que trimestralmente hay que ingresarlo en la Agencia Tributaria
En muchos casos el IVA cobrado a clientes se utiliza para cubrir gastos corrientes de la empresa. Esto es totalmente lícito, pero ocurre a veces que por no tener buenas previsiones de tesorería, cuando llega el momento de ingresarlo trimestralmente en Hacienda el empresario se encuentra con problemas de liquidez.En caso de tener más cantidad de IVA soportado que repercutido, se puede compensar el saldo negativo con las cantidades positivas de trimestres siguientes, pudiendo en el último trimestre del año solicitar la devolución a Hacienda, siempre, eso sí, que continúe siendo positivo.
43. En caso de IVA negativo en el último trimestre del año, valora la opción de devolución o compensación
Muchas veces, cuando el IVA es negativo en el último trimestre puede ser conveniente solicitar su compensación con el saldo positivo previsto del siguiente trimestre (declaración del 1 a al 20 de abril), ya que la devolución puede demorarse por encima de ese plazo. Eso sí, cuando no se prevean saldos positivos en los siguientes trimestres, convendrá solicitar la devolución.
44. Cuando compres un vehículo para la actividad
Hacienda pone especiales problemas para su deducción como gasto. No obstante, permite deducirse del 50% del IVA soportado en la compra, salvo que se demuestre que se dedica única y exclusivamente para la actividad, en cuyo caso se deducirá el 100%. Con los vehículos industriales, como furgonetas, camiones, grúas… no existen problemas.
45. No escatimes en formación. Es un gasto deducible
Ten en cuenta que los gastos de formación son gastos fiscalmente deducibles, siempre que sean necesarios para el desarrollo de la actividad.
46. Te interesa comprar mediante ‘leasing’
Elleasing –arrendamiento de un bien con opción de compra– tiene beneficios fiscales para la empresa, pues con esta modalidad de financiación se anticipa el gasto fiscal a través de una amortización acelerada del bien.
47. Desde la óptica contable, el ‘renting’ te conviene más que comprar
Fiscalmente el renting, – arrendamiento con opción de renovación del bien–, si bien se encuentra afecto a una actividad económica, tendrá la consideración de gasto deducible. Además, desde el punto de vista contable no figurará en los balances, lo que hace que la situación contable mejore al no aparecer ningún tipo de deuda en la actividad. Sin embargo, en la compra, el empresario o profesional se convierte en propietario de un bien que figura en su balance y asume las deudas que se puedan haber generado. Además, para poder deducirse la inversión en el bien del inmovilizado es preciso hacerlo mediante la amortización, siempre durante los años de vida útil del bien.
48. Invierte en energías renovables
Su impacto sobre el medio ambiente es, por lo general, mucho menor y tu empresa podrá disfrutar de una deducción del 10% en la cuota íntegra del Impuesto de Sociedades. El objetivo de la Administración al aplicar esta medida es incentivar la inversión en la implantación y uso de energías alternativas: solar, eólica, etc.
49. Si te vas a dedicar a la fabricación de ‘software’, piensa en los discapacitados
Las compañías desarrolladoras de aplicaciones informáticas que fabriquen software diseñado para facilitar el uso de las tecnologías a los discapacitados, podrán acogerse a una deducción del 10% en el Impuesto de Sociedades. El fin de esta medida es incentivar el acceso de este colectivo a la sociedad de la información.
50. Si no tienes dinero, subcontrata algunos servicios
Si al inicio de tu actividad empresarial no dispones de capital suficiente para crear puestos de trabajo, considera la posibilidad de subcontratar. Por ejemplo, si necesitas una secretaria, hay empresas que prestan este servicio: contestará las llamadas que recibas, gestionará tu agenda, enviará faxes y documentos, etc. Si precisas los servicios de un profesional (vendedor, contable, informático…), acuerda con él un contrato por prestación de servicios y que él mismo se pague su seguridad social por el RETA. No olvides, sin embargo, que existen bonificaciones especiales para, por ejemplo, fomentar el empleo de las mujeres con minusvalía. Las empresas que contraten a mujeres discapacitadas tendrán derecho a una bonificación del 90% en la cotización empresarial por contingencias comunes, si la mujer contratada tiene una edad igual o superior a 45 años, y del 80% por ciento, en caso de que sea menor de dicha edad.
Igualmente, debes saber que se ha aprobado una bonificación durante 12 meses del 100% de las cuotas que la empresa debe pagar a la Seguridad Social por aquellas empleadas que se reincorporen al trabajo tras la maternidad o la adopción. En caso de que la trabajadora tuviera un contrato temporal y tú decidieras convertirlo en indefinido, esa bonificación de las cuotas se extendería a 18 meses.
51. Da de alta a tus empleados, no valen excusas
El alta en la Seguridad Social de los empleados se tramita siempre antes de que el trabajador empiece a trabajar. La primera contratación se puede hacer desde el momento en que la sociedad esté constituida: una vez hechas todas las gestiones con Hacienda y la Seguridad Social, siempre con anterioridad al inicio de la actividad. No debemos olvidar que la Seguridad Social no otorga el código de cuenta de cotización (que permite contratar empleados) hasta que no está mecanizada toda la documentación. No obstante, esto no impide contratar, ya que podemos presentar el alta de trabajadores y se nos respetará la fecha de presentación hasta que nos concedan el citado código.
52. Si eres autónomo y contratas a familiares
Si contratas a familiares que estén dentro del segundo grado de parentesco y convivan en el domicilio familiar, tendrán que darse de alta como autónomos, no pueden estar en el régimen general de la Seguridad Social.
53. Para establecer los niveles de sueldos…
Se calculan utilizando como criterios las responsabilidades del puesto de trabajo y las habilidades requeridas para su desempeño. Para calcular la retribución ten en cuenta el sueldo mínimo fijado en los convenios colectivos y los precios del mercado. No pagues menos de lo que marca el convenio. Es clave saber qué aportación en Seguridad Social nos cuesta subirle el sueldo a un empleado.
54. No te despistes con tus empleados
Aprovecha el periodo de prueba para identificar a las personas motivadas o desvincular a las que no se amoldan. Si un trabajador es conflictivo y crea malestar en el equipo, despídelo. Trata de no enfrentarte con los trabajadores y busca aquellos que estén cualificados para su trabajo, tengan una vida personal estable y, aparte del dinero, les motive personalmente su trabajo.
55. Consigue una buena base de datos, te ayudará a realizar tus primeras gestiones comerciales
Es importante averiguar que los datos estén actualizados. A la hora de contactar con esos clientes de la base de datos, intenta ser muy imaginativo. No es necesario derrochar dinero, envíales sencillamente un tríptico informativo acompañado siempre de una carta de presentación.
En tu mensaje publicitario, destaca los valores añadidos que aporta tu empresa. No olvides apoyar el envío de cartas con una gestión de telemarketing. Y en el caso de empresas que son potenciales clientes de máximo interés, concierta una visita de presentación.
56. Elige la mejor ubicación para tu negocio
Existen técnicas que te ayudarán a saber dónde ubicar mejor el negocio, como el “geomarketing”. Hay herramientas informáticas capaces de combinar base de datos de clientes potenciales, competencia, tipo de público, factores demográficos (sexo, edad, etcétera), socioeconómicos (niveles de ingresos de los potenciales clientes), con los planos de la ciudad. Estas aplicaciones ayudan a valorar el mercado potencial de la zona.
57. Si abres una tienda, visita personalmente al resto de comerciantes de la zona
Informa a los propietarios y trabajadores de otros negocios de la apertura. Ten un pequeño detalle con ellos, seguro que se convertirán en prescriptores de tu punto de venta. Si tu negocio lleva pocos meses abierto, y ya que todavía estás a tiempo de corregir los posibles errores, realiza mistery shopping (una compra simulada para realizar después una investigación) te sorprenderá descubrir las áreas de mejora de tu negocio. No olvides que el mercado siempre pasa factura.
58. Intenta dar a conocer tu nuevo negocio a los medios de comunicación
Si la idea de negocio es buena e innovadora, tienes muchas posibilidades de que se hagan eco de ello. Ponte en contacto con los periodistas que trabajan en prensa escrita (revistas, periódicos, gacetas locales) y en los medios audiovisuales (radio y televisión). La inserción de anuncios publicitarios puede serte de gran ayuda para captar clientes.
59. Fija los precios de los productos para que sean competitivos
El precio de un servicio o un producto, se basa en tres costes de producción básicos: materiales, mano de obra y gastos generales. Después de determinar estos costes, selecciona un precio que sea tanto lucrativo como competitivo.
60. Ponte en contacto con asociaciones de empresarios y redes de empresas
La unión hace la fuerza. No desdeñes las bondades del networking (contactos entre profesionales).
61. Contrata una compañía de seguros de reconocida solvencia, aunque sea más cara
Algunos convenios colectivos obligan a hacer un seguro que cubra la muerte, invalidez, traslado de féretro, etc., de los trabajadores. Si estos gastos no los paga el seguro, te tocará pagarlos a ti. También es importante asegurar el contenido del negocio (género, mobiliario,etc.), y hay que asegurar contra vandalismo, robo, incendio, etc. Cuando llega la hora de pagar, el seguro pone todas las pegas posibles, así que es conveniente leer bien la póliza antes de firmarla. Y guarda a buen recaudo los recibos. Es fundamental contratar una compañía de seguros de reconocida solvencia, aunque sea mas cara.
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¿Te atreves a montar una empresa desde tu propia casa?