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Cómo montar una clínica de medicina estética

El sector de la Medicina Estética es, sin duda, un sector en auge. La esperanza de vida ha ido incrementándose paulatinamente en los últimos años. Las mujeres españolas viven una ...

25/02/2022  Silvia MazzoliCrea tu empresa

El sector de la Medicina Estética es, sin duda, un sector en auge. La esperanza de vida ha ido incrementándose paulatinamente en los últimos años.

Las mujeres españolas viven una media de 85,1 años y los varones 79,6 años. Pero no solo hay que llegar a “viejecitos”, sino que además hay que hacerlo en las mejores condiciones posibles. Nuestra sociedad está siendo cada vez más exigente con la importancia de la imagen y se extiende la demanda de tratamientos preventivos, para retrasar lo más posible los curativos. La Medicina Estética se ha convertido en la medicina de la salud y el bienestar.

El campo es amplio y este tipo de actividad permite ampliar en cualquier momento la oferta de servicios y acceder así a otros segmentos de la demanda. Una ventaja añadida para los que se deciden a emprender, pero cuentan con un presupuesto bajo, sin posibilidad de incorporar colaboradores desde el principio de la actividad. La Dra. María Teresa Barahona, coautora de nuestra Guía Práctica “Cómo crear y potenciar una clínica de medicina estética” es una reconocida profesional con más de 25 años de experiencia en esta actividad. A los que empiezan recomienda “que sean muy cautos y no se lancen a realizar tratamientos en los que no tengan mucha experiencia, no conozcan perfectamente los productos a utilizar o que estos sean nuevos en el mercado y no se sepan sus efectos a largo plazo”.

FILOSOFÍA DEL NEGOCIO

Una clínica de medicina estética conlleva una enorme responsabilidad; no hay lugar para la equivocación ni el olvido. Trabajar con la salud y el aspecto físico de los pacientes conlleva una alta exigencia, en términos de buena praxis y compromiso. Por eso, dirigir una clínica no está al alcance de todos. Además de ser necesaria una excelente preparación, habrá que hacer frente al frecuente intrusismo y a la competencia desleal, representada por la oferta de profesionales de otros sectores y por políticas de precios que en algunos casos apenas cubren los gastos del centro.

Una de las decisiones iniciales es el modelo de negocio. Las alternativas posibles son: clínica propia (la modalidad más exigente y la que más independencia proporciona); clínica propia con franquicia (contar con el respaldo de una compañía de probada trayectoria ayuda a superar muchas dificultades iniciales); clínica de terceros (bien alquilando un despacho con un precio estipulado o mediante la cesión de un porcentaje de la facturación a la clínica).

TIPOLOGÍA DE SERVICIOS

También es necesario identificar el núcleo central que compondrá la actividad, elaborando un listado realista de servicios. El Libro Blanco de la Medicina Estética de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), define así los diferentes ámbitos de actividad de la Medicina Estética (cada uno de ellos con sus múltiples opciones, variantes y especializaciones): medicina estética de la piel, dietoterapia, electroterapia/Fototerapia, fisioterapia, fitoterapia, hábitos de vida/modificaciones del comportamiento, homeopatía, medicina tradicional china, esoterapia, técnicas físico-químicas de aplicación cutánea, técnicas de relajación y tratamiento dentales.

Los proveedores también constituyen un factor estratégico e incluso diferencial para una clínica de medicina estética. Hay que acertar con la elección de los productos utilizados para los tratamientos y es recomendable usar siempre los mismos productos, ya que es importante conocerlos muy bien. Para eso, la Dra. Barahona aconseja “recurrir a marcas con estudios clínicos rigurosos y publicaciones que garanticen su eficacia y superioridad científica y que permitan la utilización de los productos tanto en la práctica médica, como en su uso posterior como tratamiento domiciliario”. También es trascendente la decisión de adquirir equipos. Además de contrastar el renombre del proveedor y la calidad de sus productos, será importante también verificar la existencia de un servicio de asistencia postventa rápido y eficaz.

EL FLUJO DEL PACIENTE

Frente al gran número de competidores es necesario diferenciarse con un servicio de calidad y una atención al cliente impecable. Para esto es necesario definir correctamente el flujo del paciente, un punto fundamental para el buen funcionamiento de la clínica, así como para la imagen que proyecta a los pacientes. Con este término se define todo el recorrido que realiza el paciente, desde que pide la cita, hasta que sale de la clínica una vez realizada la consulta. Hay que definir y tener bien organizadas las fases de: citación, entrada del paciente, sala de espera, consulta, consejos de cuidados domiciliarios, cobro de honorarios, despedida del paciente y planes de emergencia.

La legislación sectorial para montar una clínica de medicina estética es algo compleja. Entre los aspectos principales y de aplicación práctica más inmediata, señalamos los que rigen los requisitos de autorización de un centro de medicina estética; la acreditación en medicina estética y cosmética; la historia clínica y el consentimiento informado por parte de los pacientes; las limitaciones impuestas a la publicidad sanitaria; los requisitos correspondientes a la utilización de aparatología, medicamentos y cosméticos, plasma, toxina; los procedimientos administrativos para la venta de productos cosméticos o alimenticios, etc.


NUESTRO SUPUESTO: EL BALANCE INICIAL

Nuestra empresaria, doctora y máster en medicina estética, con experiencia laboral por cuenta ajena, decide abrir su propia consulta para realizar tratamientos de medicina estética. Para ello alquila un despacho en un centro médico, que ya cuenta con camilla, mesa y sillas (1.600 euros al mes). El centro, situado en una calle céntrica de Cáceres, dispone de zonas comunes, con sala de espera, recepción y baño. La empresaria desarrollará su actividad en el régimen de autónomos de la Seguridad Social.

Se prevén las siguientes inversiones en inmovilizado material: acondicionamiento del despacho (500 €), recursos y equipos especializados (3.000 €) y equipos de ofimática (1.000 €). En el inmovilizado intangible se incluyen el registro de la marca (1.000 €) y programas informáticos por valor total de 2.000 € (950 € para un programa CRM de gestión de clientes). El Activo del balance recoge también las fianzas correspondientes a dos meses de alquiler del local (3.200 €) y los gastos de primer establecimiento (3.000 €) para la captación de clientes y la publicidad de lanzamiento. La emprendedora invierte 2.800 € en existencias iniciales básicas (rellenos, ácidos, hilos, plasma, etc.). En el futuro comprará el material necesario ajustándose a las previsiones de venta (todas las sesiones son con cita previa). También cuenta con una tesorería inicial de 5.000 euros. La inversión necesaria asciende a 24.293 €. En el importe de las inversiones se separa la parte de la base imponible de la del IVA Soportado (“Hacienda Pública Deudora por IVA” por importe de 2.793 euros). Hacienda debe esa cantidad, que se irá compensando en las liquidaciones trimestrales de IVA, o, si se prefiere, se podrá solicitar a Hacienda su devolución al comienzo de la actividad. La emprendedora aporta un capital social de 5.000 € y consigue una subvención de 3.000 €. El resto (16.293 €) se financia mediante un préstamo bancario a largo plazo (cinco años), al 8% de interés nominal anual, que se devolverá mediante cuotas mensuales constantes de 330 € (formadas por intereses y devolución del capital). En el balance se diferencia entre la parte del préstamo con vencimiento superior a un año (se refleja en el pasivo no corriente o exigible a largo plazo) y la parte que se debe pagar dentro del año (pasivo corriente o exigible a corto plazo).

Cómo montar una clínica de medicina estética

NUESTRO SUPUESTO: CUENTA DE RESULTADOS

Los principales gastos en los que incurre una consulta de medicina estética son:

– Gastos de personal. En nuestro supuesto, la doctora cotiza sobre la base mínima la cantidad mensual de 283 euros mensuales en el régimen de autónomos de la Seguridad Social. Su salario bruto se fija en 22.000 €, con retención IRPF del 19%. En cuanto el negocio lo permita, se contratará a un empleado con formación en enfermería para realizar tratamiento de cirugía menor, curas, etc.

– Alquiler de la consulta (1.600 € mensuales).

– Gastos de publicidad, por un total de 4.800 € anuales.

– Gastos generales: seguro de responsabilidad civil, suministros no incluidos en el alquiler de la consulta (teléfono), servicios externos (mantenimiento informático, gestoría, servicios de otros profesionales, por ejemplo para realizar test genéticos de la obesidad), cuotas del Colegio de Médicos (obligatoria), asociaciones profesionales y suscripciones a publicaciones especializadas (aunque el pago suele hacerse en un único plazo anual, en la cuenta de resultados debe prorratearse mensualmente).

– Amortizaciones del inmovilizado (2.400 €).

A los gastos anteriores, hay que sumar los gastos financieros del préstamo obtenido para financiar la inversión.

Nuestra consulta contará con una actividad limitada en sus inicios, ya que aún no se ha ganado la confianza de clientes de la zona o del centro médico. Sin embargo, cuenta con una cartera inicial de clientes que pertenecen a su círculo de confianza. Para aumentar el número de clientes recurrirá a acciones de comunicación. La actividad suele tener picos ocasionados por periodos anteriores a las vacaciones, como las de verano y Semana Santa, mientras que en otros momentos como el otoño y los meses de enero y febrero, la demanda será menor. La consulta prestará servicios a hombres y mujeres entre 30 y 60 años y ofrecerá bonos de 5 o 10 sesiones de algunos tratamientos (por ejemplo, mesoterapia corporal). Tendrá un listado general de tarifas por servicios puntuales a los clientes (peeling médico, relleno con ácido hialurónico, hilos tensores, etc.). También se contabilizarán las ventas de productos cosméticos. Con los supuestos realizados, los ingresos del 1º año ascenderían a 82.005 €. Como costes variables se fija la cantidad de 30 € por cada servicio prestado de medicina estética individual, indistintamente de si es sesión individual o sesión de un bono. Estos costes variables cubren los productos profesionales utilizados y el material sanitario, como guantes, gasas, etc. En nuestro supuesto, la cuenta de pérdidas y ganancias del primer año presenta un resultado positivo (después de impuestos) de 8.621 euros.

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