Desde su puesta en funcionamiento hace ahora cinco años han cerrado unas 20 operaciones, aunque se declaran meros intermediadores: “Somos como una agencia matrimonial que pone en contacto a unos y otros”. Al revés que en otro tipo de redes donde son los inversores los que piden proyectos, en BAN Madrid son los emprendedores los que ofrecen sus proyectos en busca de financiación. El nexo común entre unos y otros es que deben tener una base tecnológica. La media de inversión oscila entre los 150.000 y los 300.000 euros. Defensor del futuro del móvil, de la biotecnología y de la eficiencia energética, sus dos grandes apuestas son:
El cloud computing: “Todo lo relacionado con aplicaciones que puedan trabajarse en Red tiene una gran acogida. Se huye de lo local, de la licencia individual”. La esencia de la filosofía es en cualquier momento y en cualquier lugar permitir el acceso al escritorio, al disco duro y a todos los programas de gestión.
Protección parental por el móvil: “Las TIC relacionadas con Internet tienen mejor acogida que las que tienen otro tipo de finalidad porque para los inversores es más sencillo entrar, no requiere de conocimientos técnicos ni de grandes sumas”. Y dentro de ellas, las que vinculan Internet con el móvil y sobre todo las que permiten mejorar la seguridad y el control de acceso. “Acabamos de cerrar una operación con Danba, una empresa está desarrollando una aplicación que permite la monitorización en tiempo real del ordenador de nuestros hijos desde el móvil”.