Antes de crear Comunitats Vallès, Ángel Olmedo se dedicaba a la ingeniería, lo que le ayudó a descubrir un nicho. “Me di cuenta de que la gestión de edificios es eficaz a nivel de empresa, pero no en comunidades de vecinos: los administradores de fincas tienen un perfil más bien legal y contable, mientras que el gestor de patrimonio, habitual en la empresa, es un técnico (ingeniero) que conoce bien todas las cuestiones técnicas que afectan a un inmueble: suministros, mantenimiento, conserjería, jardinería y demás, por lo que tiene ventaja en la gestión diaria”, comenta.
La oportunidad
“Hablamos de un sector esclavo con precios muy inflados, donde los vecinos tienen muy bajo poder negociador. Yo ofrezco un mejor servicio a los vecinos por mi perfil técnico y unas tarifas más económicas”.
Los ajustes
“Al principio invertí en posicionamiento web, pero no se consiguieron clientes porque este negocio es muy local: los vecinos quieren que su gestor sea alguien de su localidad o su barrio, no le buscan en Internet. Así que tuve que prestar más atención de lo planeado a la estrategia tradicional: la prospección de comunidades, con visitas, presentaciones y seguimiento. Aún así, mantengo presencia online”.
El imprevisto
“Desarrollé el plan de negocio en el EMBA de EAE y en el marco del Plan Inicia de la Generalitat de Catalunya, que ofrecía una subvención de 4.000 euros al proyecto. Pero, cumplidos los requisitos, denegaron la ayuda por falta de fondos, a mí y a otros muchos emprendedores. He tenido que salir adelante haciendo economía de guerra: manteniendo el negocio, mes a mes, con las inversiones mínimas y retrasando algunos proyectos, hasta que los ingresos vayan creando un colchón. No poder contar con la ayuda prometida nos ha puesto las cosas más difíciles”.
El reto
“Conseguir clientes ha sido más difícil de lo esperado, porque llegan por prescripción. Además, este es un sector muy estático: las comunidades sólo cambian de gestor cuando hay algún problema grave. Pero si das un buen servicio, cada vecino se convierte en un prescriptor y el negocio aumenta como una bola de nieve”.