Le pasa a todos: los primeros planes de negocio suelen ser poco realistas, tienen lagunas en el área de la contabilidad diaria, no aciertan con la reacción exacta del mercado… Los cursos de creación y gestión de empresas que organizan las universidades y escuelas de negocios ofrecen muchas ventajas para elaborarlos bien ya que, además de la formación, es posible conseguir orientación de los tutores, feedback de los compañeros e incluso salas de trabajo.
No obstante, después del curso surgen los imprevistos y toca hacer ajustes. Hay que afrontar distintos retos, no por conocidos menos difíciles. Y también pueden aparecer oportunidades inesperadas que, bien aprovechadas, ayudan a acelerar el crecimiento.
Hablamos con cinco emprendedores que han pasado con nota esos exámenes sorpresa de la vida real. Estas son las asignaturas hueso y los trucos para aprobarlas.
Escasa financiación
Salvo honrosas excepciones, los primeros planes financieros suelen ser demasiado optimistas. Asume cuanto antes que el dinero tardará en llegar.
Consejo: “Cuenta sólo con el dinero que tienes en las manos. No confíes en subvenciones, aunque te correspondan, porque te puedes quedar tirado”, recomienda Ángel Olmedo, de Comunitats Vallès. Si buscas inversores, Bernhard Niesner, cofundador de Busuu.com, sugiere “ir con fondos propios lo más lejos posible y desarrollar un buen producto de cara a una segunda ronda de financiación”.
Operaciones de alto riesgo
Ya sabías que es muy arriesgado hacerse con un stock y un equipamiento caro. Pero ahora ves que negociar con los proveedores es más difícil de lo que parecía. ¿Trabajas con pedidos pequeños, careces de experiencia, tu idea es muy innovadora? Sí es tu caso, no esperes que te fíen.
Consejo: Sé prudente. “Al principio no puedes ofrecer todo el surtido de producto que tienes pensado, sin saber cuál será la reacción del mercado”, señala Carlos Rodríguez, fundador de Hamburguesa Nostra. Busca fórmulas que permitan al proveedor dar salida a su producción sin que asumas el coste total: alquiler de equipos, mercancía en depósito…
Oportunidades que pasan
A veces, aparecen vías alternativas al negocio: otra forma de hacer las cosas, distintas aplicaciones del producto o incluso un giro inesperado en la empresa. No dejes escapar las oportunidades, aunque no encajen con tu idea inicial: quizá sirvan para traer ingresos y reforzar tu proyecto.
Consejo: La crisis puede ser una oportunidad si te adaptas, ya que es más fácil negociar con los partners, hay hueco para productos refugio y el público está más abierto a propuestas con una buena relación calidad-precio.
Demasiada innovación
¿Seguro que el mercado está preparado para la novedad que ofreces? ¿Hay proveedores que puedan facilitarte los medios necesarios sin que te arruines? “El principal problema de los que provenimos del mundo científico es que al principio no tenemos los pies en la tierra”, confiesa María López, CEO de BitBrain Technologies.
Consejo: Investiga las necesidades de tu público antes de lanzarte. Si consideras que es demasiado pronto, retrasa la salida o busca aplicaciones más comerciales temporalmente.
Dudas en la contabilidad
Estudiar un postgrado no te convierte en un as de las finanzas. Al llevar el día a día de la empresa, surgen muchas dudas que no se planteaban en el plan de negocio. “Yo no tenía formación económica fuerte, a pesar de haber estudiado dos máster de empresas, y el plan financiero inicial falló. Creo que los organismos que ofrecen financiación deberían también ayudarte a gestionarla”, advierte Rita Estévez, cofundadora de Pasion for Fashion.
Consejo: Aumenta tu formación. “Después de haber cursado un máster, puedes mandar un e-mail a los profesores, si tienes alguna duda concreta. Eso da mucha confianza”, añade María López.
Reflexiones
Para concluir recogemos algunas reflexiones de estos cinco emprendedores de las que se pueden extraer las siguientes lecciones.
Investigación, sí, pero aplicada. Lo dice la fundadora de BitBrain: “Lo más difícil para un emprendedor de origen científico es asumir que la investigación, por sí misma, no es un producto. El gran cambio para nuestra empresa fue tener que ponernos en los zapatos del usuario”.
A más crecimiento, más inversión. A la hora de elaborar tu business plan, no olvides esa máxima. “En el plan de negocio no nos planteábamos crecer tanto, dejábamos el desarrollo para una segunda fase”, explica Carlos Rodríguez, de Hamburguesa Nostra. Unos años después, “hemos tenido que asumir la mayor inversión para formar la estructura de la empresa”, confiesa.
Vísteme despacio que tengo prisa. Cuidado con los crecimientos incontrolados. Así lo recuerda Rita Estévez (Pasion for Fashion): “Empezamos demasiado rápido y fuerte, pero tuve que dar marcha atrás para ir más despacio”.
¿Oportunidades o amenazas? “Las amenazas que plantée en el análisis dafo se han convertido en oportunidades”, según Ángel Olmedo (Comunitats Vallés).