Todo es de todos
Excepto tu ordenador y tu mesa de trabajo, la ventaja del coworking es que se comparte desde el tentempié de media mañana hasta las ideas más rocambolescas (y las más creativas, también). Si quieres ser coworker, tienes que saber compartir.
Relax comunitario
Aunque cada profesional tiene su horario y se administra el tiempo como quiere, trabajar con otros implica parar de vez en cuando a charlar distendidamente y tomarse un café en el office.
Abierto 24 horas
Si tu negocio requiere una dedicación constante o te inspiras mejor de madrugada, nada mejor que contar con una oficina siempre dispuesta a abrirte las puertas sea la hora que sea.
Ocuparse sin preocuparse
Las facturas de la luz, el agua o la comunidad no te agobiarán, porque tú no tienes que pagarla. Sin embargo, no por ello tienes que malgastar recursos, ni olvidar que no estás solo en la oficina.
A la última
El coworking no sólo es una tendencia laboral, sino que su filosofía lleva implícita el progreso; si lo tuyo son los avances tecnológicos, las ideas creativas y los desarrollos modernos, éste es tu sitio.
De todo, al lado
No es tan importante saber hacer de todo como tener el contacto de aquellos que lo saben hacer. Al trabajar con profesionales de sectores tan variados, encontrar a quien buscas puede estar en la mesa de al lado (o ese compañero puede tener el número de teléfono de esa persona que tanto necesitas).
Hablar en voz alta
No es obligatorio, pero todos los trabajadores agradecen que se lancen ideas, dudas y sugerencias al aire; así puedes encontrar respuesta a tus dudas.