Infórmate sobre su nuevo destino. Si se mueve dentro del mismo sector, es evidente que no habrás perdido una empresa sino que puedes ganar dos. Recaba toda la información que puedas sobre su nueva empresa para saber qué puedes ofrecerle en su lugar de destino, aunque presta atención a las posibles cláusulas de no concurrencia para no encontrarte con problemas añadidos.
Adapta tu oferta. Aunque no sea el mismo sector, profundiza en tu portafolio y estudia qué parte de tu negocio puedes adaptar al nuevo destino de tu interlocutor. A menudo, se trata de pequeños cambios que te pueden compensar, porque ya tienes gran parte del terreno abonado.
Tómate tu tiempo para identificar el mapa de decisión en la nueva empresa y empieza a aplicar las medidas preventivas.