Estos son los mejores consejos que nos han dado los expertos que hemos consultado:
Derecho de asunción preferente
Es una cláusula enfocada a evitar la dilución. Es el derecho que tienen los socios existentes, antes de la ampliación de capital, a asumir proporcionalmente la ampliación, con el objetivo de mantener su porcentaje de capital social una vez ejecutada esta ampliación de capital. El problema aquí es que muchas veces no tienen ese dinero para acudir a las rondas.
Prima de emisión
Un mecanismo muy útil para evitar diluciones no equilibradas es asociar a la ampliación de capital una prima de emisión, para que los nuevos socios capitalistas no paguen sólo su valor nominal sino también el mayor valor de la compañía (reservas existentes, perspectiva futuras, etcétera). La prima de emisión es la diferencia entre el valor de emisión y el valor nominal de dichas participaciones. Cuanto mayor sea esta prima de emisión, menos se diluirán los socios existentes.
Cláusulas antidilución
Son las que solicitan los inversores. Estas cláusulas antidilución suponen para los beneficiarios la no pérdida de porcentaje del capital social en las rondas posteriores. Lo que buscan es que la valoración premoney de una ronda posterior no sea inferior a la valoración postmoney de la ronda en la que entraron. Estas cláusulas antidilución puede ser muy perjudiciales para los emprendedores porque puede suponer que tengas que diluirse más de lo que proporcionalmente te correspondería al tener que soportar la dilución propia de no asumir la ronda de inversión y tener que cubrir, además, la parte que no se diluyen los beneficiarios de esta cláusula antidilución.
Cláusula upside
En situaciones difíciles siempre puedes aceptar un plan de upside. Se acepta una valoración más baja, pero, si se consiguen unos hitos, el emprendedor puede tener un upside y recuperar algo del poder que va perdiendo. También tiene sentido un plan de stock options o ratchets: Los inversores se comprometen a cederle una parte de sus participaciones siempre y cuando el emprendedor consiga alcanzar una serie de objetivos definidos previamente, que los inversores consideran que hacen aumentar el valor de la empresa.
Eso sí, asegúrate de que los hitos son razonables.
Cláusula de liquidación preferente
Nada más entrar en un proyecto, el inversor ya está pensando en su estrategia de salida, con lo cual la mayor parte de sus cláusulas van a ir en esa dirección. Y una de esas estrategias es establecer la cláusula de liquidación preferente por la que si la empresa se vende por un valor inferior al actual, los inversores cobran antes que el emprendedor. Además, esta cláusula normalmente incluye que, en caso de venta o quiebra, sea cual sea la valoración que se haga, el inversor cobrará equis veces su inversión inicial y el resto del dinero se repartirá entre el emprendedor y el inversor. Es importante minimizar al máximo esta cláusula o tratar de reducir a una sola las veces que cobraría su inversión inicial.
Cláusula de recompra preferente
Es una fórmula que en principio podría beneficiar al emprendedor, porque establece que en caso de que alguno de los socios se quiera ir, los que se quedan tienen preferencia para comprar las acciones. Para que el emprendedor no se vea perjudicado, esta recompra debe plantearse como algo voluntario y no obligatorio, porque si no se puede ver abocado a declarar un concurso de acreedores para hacer frente al pago.
El derecho de arrastre o drag alone
Si, transcurrido un periodo de tiempo determinado, el inversor recibe una oferta y es aceptada por el 50% de los socios, los demás están obligados a asumirla o, en su defecto, a igualarla para adquirir las participaciones de quien quiera vender. Para minimizar el impacto de esta cláusula, establece un plazo mínimo que evite la espantada del inversor antes de tiempo. También se puede marcar una valoración mínima o que supere un determinado número de veces las ventas para que compense al emprendedor el riesgo de vender sus participaciones.
Cláusulas de veto
Estas atentan directamente a tu poder de control sobre la compañía al mermar tu capacidad de gestión. Son aquellas que afecten a decisiones tales como aumento de capital, ampliación de actividad, nuevos contratos, cambio de domicilio social o quehaceres más cotidianos.