«Con la integración de las nuevas tecnologías en la mayoría de los procesos de negocio de las empresas –subrayan desde la multinacional Sage–, muchos perfiles laborales están evolucionando para adaptarse a la nueva era digital. Uno de ellos es el de contable, que está ampliando sus conocimientos y expertise a áreas relacionadas con la estrategia del negocio, la planificación del crecimiento y el análisis transversal del mercado». Según datos de Sage, estos servicios están siendo cada vez más demandados por las empresas (el 83%), que buscan una asesoría integral y conocer como incorporar la tecnología (el 42%) en dichos procesos de la forma más eficiente y productiva posible».
En este contexto, Sage ofrece cuatro recomendaciones para ayudar a los contables a que se adapten a los cambios que está generando la integración de la tecnología en los procesos de negocio:
1. Ir más allá de los libros de cuentas
«Con una visión clara de las ganancias, pérdidas y gastos operacionales de una empresa, los contables deben adquirir una visión panorámica del negocio para ver qué estrategias de crecimiento están funcionando y cuáles no. Este punto de vista a menudo se subestima dentro de las empresas para las que trabajan, pero los contables pueden ser una fuente fantástica de información y conocimiento. En la actualidad, las empresas están dando mayor relevancia y protagonismo a esta función. Para ello, y teniendo en cuenta su conocimiento sobre la situación financiera del negocio, se demanda su opinión y consejo sobre los elementos estratégicos del plan de crecimiento del negocio, utilizando las cifras que manejan para ayudar a respaldar nuevas estrategias y cambios en la dirección comercial. Por ejemplo, la posibilidad de entrar en nuevos mercados, calcular el riesgo versus el beneficio de lanzar nuevos productos y servicios, y determinar qué partes de una empresa requieren inversión son nuevas áreas de responsabilidad en las que pueden involucrarse los contables».
2. Reconvertir los procesos de negocio actuales para lograr el éxito del mañana
«A la hora de gestionar una pequeña o mediana empresa, el hecho de que las cuentas funcionen correctamente permite aprovechar nuevas oportunidades para mejorar e impulsar el valor de la compañía, y la innovación tecnológica juega un papel primordial. Un uso más amplio de los sistemas basados en la nube puede mejorar drásticamente los procesos e impulsar la eficiencia. A medida que el teletrabajo se convierte en una práctica común, la contabilidad en la nube permite al personal trabajar sin interrupciones y sin importar su ubicación. También se puede acceder a los informes en los dispositivos móviles para hacer actualizaciones instantáneas, a las que responder de inmediato. Además, contar con una base de datos maestra evitará la duplicidad, lo que permite una colaboración perfecta que reducirá el tiempo invertido en solucionar problemas y aumentar la productividad».
3. Adoptar la contabilidad aumentada e inteligente
«Muchos contables ya han cambiado significativamente la forma en que abordan su trabajo, pero es necesario dar un paso más. En este punto, la tecnología con aprendizaje automático o capacidades ‘inteligentes’ puede ser la respuesta. Gracias al uso de la automatización y la capacidad de trabajar en cualquier lugar y en cualquier momento, aproximadamente el 66% de los contables invertirían en inteligencia artificial. En un primer momento, el aprendizaje de nuevas habilidades para los contables y sus empresas requerirá cierta inversión, más si se tiene en cuenta que sólo el 39% de ellos son early adopters. Sin embargo, con la vista puesta en el futuro, esta inversión en dinero y tiempo arrojará resultados muy valiosos en el futuro, y es que los contables, respaldados por la última tecnología, estarán mejor preparados para la transición al entorno digital, que va más allá de los balances y libros de cuentas, y ofrece la oportunidad de impulsar el crecimiento de los negocios y su desarrollo futuro».
4. Estar prevenidos ante las disrupciones
«La contabilidad en el mundo de los negocios está cambiando muy rápidamente, siendo completamente distinta su gestión a la de hace diez años. En algunos casos, la evolución puede realizarse de forma más rápida y, en otros, se trata de una transición gradual. Independientemente, el cambio es una oportunidad y las compañías obtendrán más valor de sus contables si los ven menos como administradores financieros y más como consultores con conocimiento especializado y profundos conocimientos operacionales y estratégicos. Los contables y las empresas dispuestas a aceptar este cambio estarán a la vanguardia del futuro liderazgo empresarial, mientras que aquellos que se resistan corren el riesgo de quedarse atrás».
También existe la posibilidad de buscar ayuda externa. Eso es lo que hacen desde Finout, una empresa que ofrece asesoramiento en todos los ámbitos de la función financiera: gestionan la contabilidad, la administración o la dirección financiera de un negocio como si fuera suyo. Trabajan en tres vertientes principales: la dirección financiera, la gestión de tareas relacionadas con la contabilidad, fiscal y laboral y la externacionalización del área de administración. Los clientes pueden optar tanto por una labor específica como por todas con un servicio integral 360º.