“Una hamburguesa de carne contamina más que tu coche”. Es el eslogan del último anuncio de Heura Foods, colocado en una pancarta en el centro de Madrid. Este reclamo no ha gustado nada a su competencia, las patronales cárnicas, que han interpuesto una demanda por publicidad ilícita y “verter manifestaciones desleales, engañosas y denigratorias para la industria ganadera”.
Finalmente, la justicia ha desestimado el caso, en una sentencia que favorece a Heura Foods y que ha conseguido que mucha más gente conozca la información que se publicitaba en el anuncio. En definitiva, un ‘efecto Streisand’ de manual que perjudica a su competencia, la industria cárnica, y que vuelve a poner el debate sobre las carnes vegetales encima de la mesa.
Según explicaba el propio CEO de Heura Foods, Marc Coloma, en una reciente entrevista en Emprendedores, “el 90% de la deforestación del Amazonas, por ejemplo, está vinculada a la plantación de alimentos para animales. Actualmente una vaca come y bebe 20 veces más que un humano. Hay 1.500 millones de vacas en el mundo, lo que multiplicándolo por su impacto es como si hubiese 30.000 millones de humanos y además el metano que producen es 20 veces más contaminante que el CO2”.
La alternativa a esta huella ecológica de su competencia pasa, en opinión del CEO de Heura Foods, por aumentar el consumo de carnes vegetales, algo que también tendrá un impacto positivo para la salud. Prueba de ello es que sus hamburguesas con aceite de oliva tienen un 85% menos de grasa saturada, un 11,3% más de proteína o un 65% menos de grasas que las hamburguesas de ternera.
El ‘efecto Streisand’: la “cagada” de la competencia que beneficia a Heura Foods
El fenómeno que ha vuelto a poner sobre la mesa el debate sobre las carnes vegetales se conoce como ‘efecto Streisand’, y debe su nombre a un caso relacionado con la cantante y actriz estadounidense Barbara Streisand, cuando artista denunció a un fotógrafo por tomar imágenes aéreas de su mansión en un reportaje sobre la degradación de las costas de California.
Fue precisamente la denuncia el detonante para que millones de internautas accedieran a las imágenes, convirtiendo un reportaje que podría haber sido intrascendente en una obra muy conocida por todo el mundo. A veces, guardar silencio y pasar inadvertido es más útil que intentar censurar una información.
Extrapolando el caso de Barbara Streisand al mundo de la empresa, el caso de Heura Foods es solo un ejemplo más de cómo las redes sociales y la publicidad han cambiado por completo la forma de consumir información. A veces, es la propia competencia quien puede difundir por accidente un mensaje que solo beneficia a tu empresa.